Capítulo 19. "Acto irracional"

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Cerré la puerta detrás de mí, apoyándome contra ella. El silencio en mi casa era completo, pero agradecí el hecho de estar sola. Me dejé caer hacia el suelo, abrazando mis piernas, intentando aclarar el lío que era mi mente. Ya ni siquiera estaba segura de qué era lo que sentía, y lo que menos quería era pensar sobre eso, pero tenía que dejar de ignorar mis propios pensamientos.

Mis labios todavía hormigueaban, y pasé mis dedos por ellos. También los tenía sutilmente hinchados. Me tapé el rostro con mis manos, maldiciendo a la nada y a todo al mismo tiempo. Yo solía creer que no había algo peor que te gustara alguien, y no ser correspondido. Pero era mucho peor serlo, y que hubiese alguien más en la mente de la otra persona.

Me levanté del suelo, sintiendo que todos mis músculos dolían. Arrastré mis pies hasta la cocina, sintiendo hambre, pero no tenía voluntad para cocinar, así que tomé lo primero que ví, que resultaron ser cereales. En cuanto llegué a mi habitación, encendí el equipo de música. Al menos ella no me decepcionaría. 


***


Debí haber dormido tarde o estaba realmente cansada, porque cuando me desperté, eran casi las cuatro de la tarde. Antes, en la mañana temprano, había llegado alguien del correo y ni siquiera me molesté en cambiar mi ropa, recibiendo dos enormes cajas, en pijama, con el maquillaje corrido, y despeinada. El pobre cartero debía haberse horrorizado. Luego había dejado las cajas en mi habitación, y me había vuelto a dormir, no sin antes apagar mi móvil. No quería que nadie me molestara.

Me levanté finalmente, y me dirigí hacia las cajas. Estaba segura que eran el vestido y los zapatos que me había enviado mi madre. Habían llegado tarde pero a tiempo, como había prometido. Busqué una tijera y abrí la caja descuidadamente. Dentro, había otra más pequeña de un plateado brillante, con un nombre extravagante grabado en la tapa. Como había supuesto, eran los zapatos, pero eso no quiso decir que mi boca no cayese abierta de la sorpresa. Eran hermosos. Tenían un color exacto entre rosa pálido y dorado, y estaban rodeados de detalles con pequeñas flores y hojas en los mismos colores. Parecían tan delicados, y el tacón era tan fino, que pensé que eran demasiado para un baile escolar. Tendría que haberlo esperado de parte de mi madre. Mi única preocupación era, en realidad, cómo me las arreglaría para caminar con ocho centímetros de taco. Sonriendo, porque era imposible que unos zapatos así no me alegraran, los volví a dejar en su caja innecesariamente lujosa.

Saqué la otra cosa que había allí, tardando en notar que era el vestido. Le bajé el cierre a la especie de capa de tela negra que lo cubría, y no lo pude apreciar bien hasta que corrí las cortinas de mi ventana, apoyándolo justo donde daba el sol. El vestido era negro, relativamente corto y pequeño, pero también era precioso. La parte del busto tenía un diseño simétrico que no parecía formar algo en especial, con pequeñas esquirlas negras bordadas, acompañando el diseño. El cuello era alto, y terminaba en dos finas tiras que se cruzaban en la espalda, dejándola prácticamente al descubierto. El resto del vestido tenía una falda opaca con encaje sobre ella, que me llegaría a medio muslo. En resumen, sin medias y un buen abrigo iba a morirme de frío. Pero lo que me había enviado mi madre me agradaba tanto, que estaba dispuesta a ir al baile sólo para tener la oportunidad de utilizarlo.

Después de darme una ducha, almorzar -¿Merendar?-, decidí encender mi móvil, y a los cinco minutos Lydia me llamó, más preocupada de lo que creí que estaría. Después de que le aseguré de que estaba bien, le dije que viniera por sus zapatos y los de Allison. Quedó completamente encantada con ellos y mi vestido, y me ayudó a decidir qué haría con mi pelo, ya que yo no era muy experimentada con eso. También me dio finalmente el número del chico con quién tenía que ir al baile, y tuve que interrumpirla antes de que comenzara a quejarse sobre con quién tenía que ir. Porque no podía oír eso. Había hecho un buen trabajo hasta el momento de no pensar en todo lo que había sucedido el día anterior.

bounded spirit ⋄ stiles stilinski // 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora