Capítulo 14. "Métodos."

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Cuando mi móvil sonó cerca de las once de la noche, supe que mis planes de dormir plácidamente y deshacerme de al menos un poco de mis ojeras no iba a funcionar.

Estaba pacíficamente pintando mis uñas mientras escuchaba música a un volumen que no habría puesto de no haber estado sola, cantando a pleno pulmón, cuando mi móvil comenzó a vibrar debajo de mí. Lo que, como era previsto, me hizo dar un respingo y el esmalte de uñas comenzó a caerse. En mi intento de no manchar toda la alfombra de negro me lancé a atajarlo justo a tiempo, pero perdí el equilibro y me caí de la cama rodando.

-Dios. –Me murmuré a mí misma, soplando un mechón de pelo fuera de mí rostro. –En serio que necesito un premio por ser tan torpe.

Cuando terminé de lanzar maldiciones, asegurarme de que no había manchado nada y que mis uñas seguían presentables, mi móvil había cesado de vibrar y tenía dos llamadas perdidas.

¿Por qué demonios me llamaba Scott a esas horas?

Tomé el móvil con cuidado y antes de que pudiera devolverle la llamada, comenzó a vibrar de nuevo.

-¿Hola?

-¡Ariel! ¡Al fin! –Exclamó un Scott que sonaba agitado. Hm. Extraño. También se escuchaba algo lejano, como si estuviese alejado del teléfono, o si estuviese pasando por un túnel.

-¿Al fin, qué? ¿Por qué llamas a esta hora? ¿Qué sucede?

-¿Qué? No puedo escucharte bien. ¿Eso es música?

Me estiré desde mi cama para pausar la música, suspirando. –No, es un documental sobre el comportamiento de los pingüinos, Scott. ¿Qué sucede?

-Algo así como... una emergencia. No puedo comunicarme con Stiles, no atiende su móvil.

-¿Y crees que yo mágicamente haré que lo haga?

-¡Ariel!

Puse los ojos en blanco y me levanté de la cama para dirigirme a mi ventana. -¿Al menos vas a decirme cuál es la emergencia?

-No te va a gustar.

Le gruñí como respuesta mientras abría la cortina. Apenas abrí la ventana, el frío de la noche me golpeó, y tuve que reprimir el castañeteo de mis dientes. La ventana de la casa de enfrente, que pertenecía a la habitación de Stiles, estaba a totalmente a oscuras. Saqué el seguro y me sostuve del marco para asomarme hacia afuera, notando que el auto-patrulla del padre de Stiles no estaba allí.

-¿La emergencia conlleva alguna conexión con la policía?

-¿Cómo lo sabes?

-El Sheriff no está en su casa, o al menos, su patrulla no está.

-¿Está el Jeep de Stiles?

-Espera.

Me incliné aún más, pero no llegaba a notar nada. Dejé mi móvil a un lado para sostenerme del marco con ambas manos y no caerme cinco metros hacia el suelo, y me asomé lo más que pude. Allí si pude ver un destello de la pintura del Jeep de Stiles.

-Sí, lo está.

-Bueno, ¿Puedes ir y llamarle? Golpea la puerta, toca el timbre, lo que sea.

-Estoy en pijama, y mi esmalte de uñas correría peligro de arruinarse si me pongo otra cosa. No lo creo.

Scott comenzó a quejarse, pero le interrumpí antes de que pudiera continuar. –Espera. Se me ocurrió algo.

bounded spirit ⋄ stiles stilinski // 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora