bounded spirit ⋄ stiles stilinski // 1

Capítulo 18. "Egoísta"

-¿Tienes idea cómo utilizarla? -Le pregunté a Stiles una vez había vuelto al Jeep y me había dejado caer sobre el asiento. Mi capacidad para mantenerme concentrada estaba menguando otra vez, y no era buena idea prestarle atención al dolor que continuaba atacando mi pierna sin piedad. Al menos hablar me distraía.

-No. -Me respondió secamente. Sabía que seguía enfadado.

-Detén el auto.

-¿Qué? ¿Para qué?

Me acomodé en el asiento, con una mueca. -Te explicaré cómo.

Se detuvo a los pocos segundos y eché un vistazo alrededor, asegurándome de que no había nadie que pudiera vernos. Las casas que había por allí bien podrían estar vacías con el silencio que había, y no se veía nadie, ni siquiera un auto a la vista. Acerqué la Glock a un lugar donde las luces de la calle alumbraban, y la sostuve con las dos manos, comenzando a señalar.

-Esto es el seguro. Ahora está activado, -Bajé la perilla. -Desactivado. -Volví a alzar la perilla, y señalé el gatillo. -Esto es muy sensible, así que si no estás absolutamente seguro de lo que haces no deberías tocarlo. Cuando disparas, tienes que mantener las manos lo más firme posible, porque el arma irá en retroceso y se te puede caer, o te puedes lastimar. Está completamente cargada, así que debería tener quince balas. Es importante contar cada disparo que haces, no importa el caso en el que estés. Fuera de eso, sólo es apuntar y disparar.

Cuando finalicé de explicar, noté que Stiles había dejado de observar el arma y su mirada estaba sobre mí. No tenía idea de qué estaba cruzando su mente.

-¿Qué?

-No hables de ese modo.

Fruncí el ceño, inclinando el rostro. -¿De qué modo?

-Como si estuvieras segura de que alguna manera u otra, terminaremos usando el arma. No sabemos qué va a suceder, y sigo creyendo que no deberías haberla traído. Esto está muy fuera de nuestra liga.

Casi solté una risa sarcástica. -No lo creo. No fuera de mi liga, al menos. Mi padre me entrenó bien para defenderme, aunque no haya sido exactamente contra hombres lobo. Y el alfa es un asesino, así que no sé si dudaría en dispararle si lo tengo en frente. ¿Tú lo harías si Scott estuviese en peligro?

-No. -Dijo sin pensarlo dos veces.

-Exacto.

Guardé la Glock en la guantera, y volví a hacerme un ovillo contra la puerta del Jeep sosteniendo mi pierna. Tal vez Stiles tenía razón, y sentía que eventualmente tendríamos que usar el arma. Estaba segura que era por la sensación de que algo estaba por suceder, como siempre me había pasado cuando mi pierna había comenzado a doler. Pero esperaba que no tuviéramos que hacerlo, en parte porque Stiles no sabría lo que haría por más que le hubiese explicado, y porque yo no confiaba en mí misma en aquellos instantes con el dolor y mi grado de cansancio. Ojalá todo fuese una falsa alarma.

Mi esperanza se fue al demonio en cuanto Stiles avanzó con el Jeep hacia una carretera más vacía y nos acercamos al bosque.

-¡Oh, Dios! -Grité entre dientes, incapaz de reprimir el quejido que salió de mi boca, causando que Stiles diera un salto.

-¿¡Qué!?

Si el dolor en mi pierna antes había sido malo, ahora era insoportable. No sabía con qué compararlo porque no creía haber sentido algo parecido antes. No sabía qué lo había hecho empeorar, y no podía pensar. No podía hacer nada más que presionar mi mandíbula cerrada para no gritar. Mis ojos se habían llenado de lágrimas, y sólo con verme Stiles entendió lo que sucedía. Pero no había nada que pudiera hacer.