20. Baekhyun

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Estaba inquieto. Yeol estaba ahí y la verdad no tenía ganas, temía deprimirme por él y perder la noche. Quería pasarla bien con Sehun, pero estaba enfadado conmigo. Me sentí decaído cuando leí el mensaje de que no iría, pero esa noche estaba decidido a disfrutar pasara lo que pasase. Además, quería ver a la nueva pareja.

Minseok se había alejado para bailar y Jongdae no había asistido. Supe que era mi culpa. Sentí algo de remordimiento y me prometí hablar con él la próxima vez que lo viera en la facultad. Chanyeol y yo comenzamos a sentirnos incómodos delante de Jongin y Kyungsoo, que no paraban de besarse. Parecían preadolescentes recién entrando al universo de los besos con lengua. Yoda tomó mi mano por debajo de la mesa para llamar mi atención y me señaló algún lugar entre la gente para que nos alejáramos de ahí silenciosamente.

Nos perdimos en la multitud. Habíamos bebido bastante, Chanyeol se veía más animado, como si hubiese olvidado aquello que lo molestó durante las últimas semanas. Verlo así me hizo sentir cómodo, como si jamás hubiese habido una distancia entre nosotros a lo largo del mes. Empezó a bailar y con la mirada me llamaba a acompañarlo. Miré el vaso vacío que tenía en la mano y a mi alrededor. Había estado esperando inútilmente que Sehun apareciera. Qué idiota, incluso me había puesto la gargantilla que le gustaba.

Ya qué, un baile no le hace daño a nadie.

Me aproximé a Yeol y antes de que me diera cuenta ya me estaba tomando de la cintura. La distancia era peligrosa, por primera vez me sentía incómodo de estar tan cerca de su boca, como si algo no estuviera bien. Pero a la vez los labios me llamaban y la voz me sometía.

El beso tuvo sabor a despedida.

*

En menos de una hora ya estábamos en su departamento. Sehun no se encontraba allí, lo cual me alivió, pero a la vez me pareció extraño. Habíamos pasado tanto tiempo juntos esas tres semanas que no lo imaginaba teniendo una vida más allá de nuestros encuentros. Tampoco me hacía a la idea de que saliera y no enterarme a dónde.

Chanyeol estaba desenfrenado, besaba todo mi cuerpo mientras me tocaba sobre la ropa, la cual desapareció de un momento a otro, mientras devoraba mis labios. Pero ya no se sentía como antes. O acaso yo no era el mismo. Mi mente se alejaba constantemente de la cuestión y terminaba pensando en dónde estaría Sehun y por qué no era él quien estaba en ese momento encima mío.

Dios, Baekhyun. ¿Te das cuenta lo idiota que eres? Estás que te mueres por él, ¿qué mierda haces en la cama de su mejor amigo? Ya ni siquiera te gusta.

Dejé de sentir las manos de Chanyeol, sus labios, su piel. Me sentí frío y perdido en el lugar equivocado. La culpa comenzó a picar en cada lugar marcado por Chanyeol. Se despegó de mi cuerpo al percibir que algo andaba mal por mi falta de respuesta y buscó mis ojos.

- ¿Qué pasa?

- Yo... creo que esto no es correcto. Lo siento Chanyeol, debo irme – me levanté apresurado y recogí mis cosas sin terminar de vestirme.

Recién cuando subí al ascensor terminé de abrocharme la ropa. Tiré mi cabello hacia atrás, exhalando una gran cantidad de aire. La puerta se abrió y comencé a caminar hacia la entrada del edificio, cuando mi celular sonó. Era un número desconocido, pero sentía que debía atender.

*

Recordaba a la perfección el rostro de ese chico. Era el mismo de la foto grupal de Sehun. Ni bien el menor me había dicho de qué materia se trataba, había sabido que la persona al costado era el practicante: Luhan.

- ¿Qué haces aquí? – le pregunté amenazadoramente.

- Disculpa, ¿me conoces? – levantó una ceja – Ah, debes ser "Baekkie", Sehun debió hablarte mucho de mí.

- No te le acerques.

- Tranquilo, gatito, guarda las garras. No estoy aquí para robarme a tu novio. No esta vez – susurró esto último para sí mismo.

¿De dónde se me hacía familiar esa voz? Ese acento... Luhan. Lu. Han. Era él. Era el mismo que había llamado a Yifan rogando que volviera a China. Intenté que no se notara en mi expresión el malestar que me generaba la situación. Prefería que siguiera creyendo que no sabía de él.

Pagué la fianza mientras traían a Sehun de una celda al fondo de la comisaría. Tenía una magulladura en la cara y gracias a Dios me habían informado que no tenía mayor daño en el cuerpo, me dijeron por teléfono que había tenido un accidente de tráfico por ir a demasiada velocidad con la moto. Cuando lo tuve en frente lo abracé, olvidando completamente mi entorno, a Luhan, nuestra pelea y la tormenta de preguntas que había en mi cabeza. Ahora solo estaba él frente a mis ojos. Aunque su mirada era distante y no devolvía el afecto, acaricié sus mejillas y besé una cerca de la comisura de los labios. Una tos nos interrumpió.

- La moto quedará confiscada junto a su registro. Tendrá que venir mañana a encargarse de un par de trámites – me dijo el chino, como si Sehun fuera un niño y yo su tutor.

- Él se encargará de todo – le respondí con firmeza y tomé del brazo a Sehun para arrastrarlo fuera de allí.

Esperé alejarme varias cuadras para comenzar mi interrogatorio.

- ¿A dónde fuiste esta noche?¿En qué estabas pensando cuando corrías por las calles de la ciudad en moto?¿Acaso no te preocupas por tu vida?¿Y qué mierda es esto? – pregunté ya algo más fuera de mí mostrándole la caja de cigarrillos que me habían devuelto junto a sus demás pertenencias.

No recibí respuesta. Sehun estaba apagado. Me mordí el labio al pensar en Luhan. Si a mí todavía me costaba hablar de Yifan, debió ser mucho más doloroso para él volver a cruzarse con ese tipo. Le tomé la mano y la sostuve todo el viaje en bus hasta su edificio, aunque él no devolviera el agarre.

Ayúdame a olvidarWhere stories live. Discover now