Ayúdame a olvidar

7. Sehun

Luego de dejar a Baekhyun en la cama, volví a la sala a terminar la película. Cuando me estaba quedando dormido en el comienzo de otra película, las llaves hicieron un ruido estrepitoso en la puerta principal y Chanyeol entró agitado. Su ropa estaba desarreglada y su cabello despeinado, así que había estado con alguien esa noche.

—¡Hun! ¿Qué pasó? —preguntó preocupado acercándose al sillón—. Chen me dijo que Baekhyun te trajo a casa porque estabas herido.

—Su ex.

—¿Qué? ¿En serio ese idiota te hizo eso? —exclamó—. ¿Dónde esta Baekhyun?

—En tu cama —respondí con la sensación de tener agarrotadas las cuerdas vocales.

Me escaneó con la mirada y suspiró aliviado. Un instante después sonrió.

—Parece que estoy de suerte esta noche.

—¿Qué? —Viendo su expresión supe lo que estaba pensando—. Eres un idiota.

Apagué la tele y me fui a mi habitación. Cerré la puerta de un golpe. Estaba arrepintiéndome de dejar a Baekhyun en la otra cama. Lo había dejado en bandeja de plata con un depredador como Chanyeol, sabiendo que ya había tenido su dosis de acción esa noche y que Baekhyun lo ignoraba, así como él ignoraba sus sentimientos. En un principio había pensado que era un favor para Baekhyun, que en ese momento estaría recibiendo deseoso los besos de mi compañero. Pero el único que obtenía lo que realmente quería era Chanyeol.

***

Jueves

Desperté a la madrugada. Unas risas provenían de la sala. Un deseo intenso de morir ocupó mi mente, pero la voz de Baekhyun nubló mis pensamientos y me obligó a salir de la cama. Necesitaba verlo.

—¡Sehunnie! —me saludó sonriente en cuanto salí de la habitación.

Otra vez estaba en ropa interior, pero llevaba su propio sweater. Aunque no tenía el maquillaje, seguía viéndose oscuro por los colores de su ropa y el tinte. Pasé detrás suyo y le sacudí el cabello. Me senté en la banqueta a su lado mientras se quejaba. Del otro lado de la barra estaba desayunando Chanyeol, pero lo ignoré. Baekhyun volvió a hablarle y yo me perdí en mis pensamientos mientras observaba su perfil. Miré su oreja: no tenía el piercing pero sí la perforación. Antes de que pudiera darme cuenta, ya estaba pasando la yema de mis dedos sobre la marca. Se sobresaltó con el tacto y volteó para mirarme perplejo. Chanyeol levantó la vista y observó detenidamente.

—Olvidé preguntarte ayer por esto —le dije, sin darle importancia a sus reacciones.

—Ah... Lo tengo hace tiempo, lo ocultaba bajo el cabello —respondió, devolviendo la vista al frente, levemente sonrojado.

—Me gusta cómo te queda —comenté, inclinando la cabeza para poder apreciar mejor su expresión.

—¿El piercing?

—Y el pelo.

—¿Sí? —Me miró a los ojos con un brillo en los suyos—. Pensé que me quedaba extraño, estaba pensando en volver a la peluquería hoy.

—Deberías dejarlo así, te ves irresistible, hyung.

—No te burles de mí. —Hizo una mueca de reproche.

—Está hablando en serio —acotó Chanyeol y volvió a concentrarse en su desayuno.

"Wow, un aplauso para el gigante que por una vez se dio cuenta de algo", pensé, aunque hubiese preferido que se diera cuenta de lo que causaba en Baekhyun, que cambió de tema y puso su atención de nuevo en mi amigo. Contuve un suspiro y me preparé el desayuno para llevarlo a mi habitación. No volví a salir hasta estar seguro de que se habían ido a la facultad.