Ayúdame a olvidar

13. Sehun

Lunes

Todo se había ido a la mierda en mi cabeza luego de que Baekhyun se marchara. Me sentía rechazado sin haber llegado a decir lo que sentía. No salí de la habitación para no cruzarme a Yeol, puesto que si lo veía corría el peligro de partirle la cara. Y aunque quería hablar con el idiota que me gustaba, el orgullo (y el miedo) era más fuerte. Cada segundo que pasaba me sentía más enojado. Cuando el lunes llegó ya había perdido las ganas de verlo. Evité dar vueltas por la facultad para reducir al mínimo las probabilidades de toparme con él. Pero un mensaje suyo me sorprendió en el primer receso.

Baekkie♥: Dónde estás?

Lo ignoré. Me quedé afuera de un aula escuchando música y matando el tiempo en redes sociales. Baekhyun había subido una historia a Instagram, pero la salteé. Los últimos minutos del receso los pasé en el baño y cuando salí recibí otro mensaje.

Baekkie♥: Sehun~ dónde estás? :c

Resoplé y guardé el teléfono. Fui a la siguiente clase. La campanita de otro mensaje interrumpió al profesor y tuve que disculparme mientras activaba el modo silencioso. Al finalizar la hora tenía dos mensajes sin leer.

Baekkie♥: Los desafíos son retroactivos? Puedo usar los del fin de semana hoy?

"¿Qué mierda?", casi suelto en voz alta mientras avanzaba hacia la salida. No entendía qué pasaba por su cabeza. Parecía un loco. Me estaba irritando.

Baekkie♥: Bien, ya que vas a ignorarme, usaré mi desafío de hoy. Te reto a dar la cara.

Gruñí. En serio estaba demente si pensaba que obedecería solo por un juego. Ya casi había terminado la mañana, había logrado mi cometido de no cruzármelo y ya podía volver a casa. No había llegado tan lejos por nada. Y todo hubiese seguido así si no fuera porque me topé con él al salir del edificio, estaba sentado en los escalones de afuera.

—¡Sehun! —me llamó con una sonrisa—. Te estaba esperando. No pude encontrarte en todo el día.

Mi ceño se había fruncido de manera automática solo al reconocer su figura. No sabía cómo responder, me sentía desorientado y era su culpa. Su sonrisa titubeó, pude notar la preocupación en su rostro.

—¿Volvemos juntos? Hoy tocan tus clases particulares —dijo agarrándome del brazo.

Estaba poniendo mucho esfuerzo en fingir que yo no lo había estado ignorando. Era patético y aún así me daba lástima. Me solté, con suavidad, puesto que no tenía intenciones de ser brusco con él, solo quería mi espacio.

—Puedo caminar solo.

Asintió y me siguió todo el camino a casa unos pasos más atrás. Como vivía cerca de la universidad no iba seguido en moto. Me detuve en una plaza y me senté en un banco. Baek se sentó en la otra punta. Se quedó observándome sin hablar. Podía ver la curiosidad en sus ojos, pero todavía no estaba dispuesto a hablar con él, y pareció comprenderlo. Me acompañó en silencio hasta que me levanté media hora después para regresar, ahora sí, a casa.

Por suerte, esos minutos fuera alcanzaron para que Chanyeol ya se hubiera ido a clases. Dejé la puerta abierta para que Baekhyun entrara. Tomé una lata de soda y me desplomé en el sillón. Cerré los ojos, no había descansado bien con el maremoto que había en mi cabeza y sentirme tan frustrado con la presencia de Baekhyun me agotaba más. No me gustaba sentirme así.