Ayúdame a olvidar

9. Sehun

No podía creer que dejara de lado sus ideales por un poco de angustia. Angustia causada por el estúpido de Chanyeol. Lo obligué a sentarse en la barra y le compré un trago. Estaba indignado. Sentía que quería matar a alguien, pero no podía desquitarme con Baekhyun. Apoyando los codos en la barra, posé mi cabeza sobre mis manos intentando calmarme. Necesitaba alcohol hasta quedar en coma o fumar un cigarro, pero obviamente no lo haría mientras estuviera con él. Menos luego de la escena que había montado.

—Debe ser decepcionante ver a tu hyung contradecirse a sí mismo por cosas tan triviales —soltó mientras sorbía tranquilamente su bebida por un sorbete.

Por su expresión, no parecía lamentarlo de verdad. Pedí otro trago para mí. Ya estaba bastante alcoholizado, pero el enojo había disipado los efectos. Baekhyun no era muy tolerante al alcohol, sus mejillas comenzaron a colorearse y se reía por cualquier cosa. Verlo así me relajó. Era muy lindo. Me deshice de todo orgullo y acaricié su mejilla. Sus ojos curiosos se agrandaron en mi dirección. Una sonrisa pícara apareció en su rostro.

—¿Quieres jugar a algo? —preguntó y luego hipó.

—Depende qué sea —respondí bebiendo un trago para disimular mi excitación.

—Apostemos. —Se removió en su asiento divertido—. Quien gane retará a un desafío al perdedor todos los días por una semana. Si el desafiado gana, podrá presentar un desafío de regreso.

—Bien. —No había entendido el juego, pero cualquiera cosa que incluyera desafíos me parecía la forma más emocionante de conocer mejor a Baekhyun—. ¿Sobre qué quieres apostar?

—¿Ves allá? A Jongin y Soo.

—Sí, ¿qué hay con ellos?

—Apuesto a que tu amigo se lanzará sobre los labios del mío.

—Já, ni hablar, a Jongin le gustan tanto las tetas como a los adolescentes romper las reglas. Jamás tocaría a un hombre de esa forma.

—¿Apuestas?

—Si estás dispuesto a perder... Acepto.

Sellamos el pacto con un apretón de manos y dirigimos nuestras miradas a los dos chicos que estaban al otro lado del pub. Parecían estar teniendo una conversación normal, así que sonreí involuntariamente con el sabor de la victoria. Pero de pronto, fuera de contexto, mi amigo se abalanzó sobre la boca de Kyungsoo. Mi mandíbula se abrió hasta el suelo. ¿Desde cuándo le interesaban los hombres? No podía terminar de creer que eso estuviera sucediendo. Me sentía traicionado porque no me contara nada. Me había hecho perder ante Baekhyun.

Traté de despreocuparme pensando que quizás era a causa del alcohol, pero ese beso no parecía algo espontáneo. Más bien algo premeditado que se venía cocinando en su interior hacía mucho tiempo. Cuando giré, choqué con la sonrisa de Baek que observaba divertido mi reacción. ¿Cómo es que él lo había sabido antes que yo?

—¿Te sorprende? Era bastante obvio que estaba atrás de Do.

—No para la persona que lo veía acostarse todos los días con una chica distinta.

—¿No se te ocurrió que eso podía ser una máscara?

Baekhyun tenía razón. Quizás no le había prestado suficiente atención a mi amigo en el último tiempo y había ignorado situaciones significativas que me hubieran dando una pista sobre lo que recién me estaba enterando. Baekhyun apoyó una mano en mi hombro.

—No quiero sonar como un hijo de puta —expresó con pesar—, pero perdiste la apuesta —terminó la oración con una risa.

Me gustaba ese Baek. A pesar de que se burlaba de mí y era caprichoso como un niño, lo encontraba divertido y encantador. Me reí con él.