Oportunidad parte II

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Quería hacer todo especial, busqué un conjunto cómodo y lindo para sorprender a Paul. Elegí un vestido algo ajustado negro, unas medias oscuras, un abrigo largo y unas botitas negras altas muy cómodas. Puse perfume en mi piel, un collar con doble cadenita, mi pelo suelto y mi labial favorito. Acaricié a Bruce antes de salir y me topé con Alex.

¡Sabrina! – exclamó para luego abrazarme efusivamente - ¡te ves muy bien! – sonreí tímidamente.

Gracias Alex – respondí.

¿Dejaste a Bruce solo? – preguntó con sus azules ojos y asentí – puedes dejarlo conmigo – no era una mala idea, asentí y llamé a Bruce. Corrió con su pequeña colita y se puso a oler a Alex como un loco - te quedarás con nuestro vecino – acarició su cabeza y sonreí – muchas gracias Alex – él asintió con una gran sonrisa.

No hay problema querida, está en buenas manos, prepararé algunas costillitas y pondré cerveza en su platito – alcé las cejas y comenzó a reír – bromeo – trató de despeinarme pero lo miré feo – bien, pásalo grandioso preciosa – me abrazó y acaricié a Bruce antes de irme. Alex era muy amable y confiaba mucho en él. Tomé un taxi y sentí como mis piernas temblaban levemente, Paul aún lograba causar cosas en mi interior, eso me sorprendía muchísimo. Cuando llegué a la dirección, entré al restaurante y busqué a Paul con la mirada. Subí al segundo piso, avancé por el pasillo y noté a mi querido profesor leyendo algo en su teléfono. Sonreí y caminé hasta la mesa, alzó la vista y sonreímos.

Hola Sabrina – se puso de pie, besó mi mejilla y uno de los meseros corrió mi silla – toma asiento por favor – Paul era tan educado y me gustaban mucho esos detalles. Me senté y nos miramos entre sonrisas. Me estaba encantando eso.

Siento como si ya te conociera – burlé y reímos más.

Te ves preciosa – dijo con una mirada muy intensa y me ruboricé – y sigues ruborizándote cuando te halago – iba a acercar su mano a la mía, pensó rápidamente y la alejó - ¿qué tienes ganas de comer? – a ti.

Algo delicioso – respondí y lo miré fijamente ¿qué diablos me pasaba?

Aquí tiene la carta – habló el chico moreno y sonreí en respuesta. Comencé a hojearla y entrecerré los ojos imaginando cada plato.

¿Cómo está tu brazo? – preguntó y sonreí.

Está bien, lentamente irá sanando – claro, como mi corazón y al parecer había captado el mensaje porque asintió con la mirada perdida en la mesa.

¿Cómo está el pequeño Bruce? – preguntó con sus ojos alegres.

Está muy bien, se quedó con Alex y parece que iban a comer costillitas – le conté y reí.

¡Vaya! – exclamó – es su día de suerte – bromeó y sonreí al mirarlo. Se veía muy guapo, aquellos ojos claros fijos en los míos, sus labios, su cabello y su estilo. Todo en él me encantaba. Pedí mi comida, nos miramos en silencio y sonreímos.

Te ves muy guapo – comenté y alzó las cejas.

¡Gracias! – respondió – tenía que arreglarme – bromeó y reí – es una ocasión especial – era tan dulce y tierno. Todo iba muy bien, la comida estaba deliciosa y la compañía de Paul era aún mejor. Luego de comer, fuimos a una exposición de arte en el centro de la ciudad y contábamos las horas para ir al cine.

¡Qué bella pintura! – dije mientras observaba una bella obra de arte, estamos mirando las pinturas y cada una era grandiosa. Todas contaban con aquella dedicación que me encantaba, los colores, las formas y los sentimientos del pintor plasmados en cada obra.

Se parece a una obra de Vladimir Volegov – murmuró Paul mientras jugaba miraba la pintura con mucha atención como yo.

Mira aquella – caminé un poco y nos encontramos con una pintura enorme y sofisticada – deberías hacer una exposición en la ciudad – lo miré y asintió.

Debo planificar mi tiempo – respondió y fruncí el ceño.

Paul – murmuré y asintió - ¿cuál fue la última pintura que hiciste por entretención? – entrecerró los ojos para recordar y luego frunció sus labios.

Sabrina – respondió y reí.

¿Qué? – pregunté y negó con una sonrisa.

''Sabrina'' fue mi última obra, recuerda que hice un boceto en mi habitación, luego lo traspasé y comencé a arreglar los detalles, está en mi taller porque no lo he terminado – sus ojos me miraban con atención y asentí con mis labios ligeramente separados. Se acercó y acarició mi mejilla con suavidad – es tan difícil – susurró y acaricié su mano.

¿Paul Hart? – escuchamos una voz y nos giramos al mismo tiempo, un hombre joven estaba sonriendo con ambos brazos extendidos - ¿no vas a saludarme? – preguntó y Paul soltó una carcajada antes de acercarse a él y abrazarlo.

¡Tanto tiempo Steve! – exclamó Paul mientras palmeaba la espalda del sujeto.

¡Mucho amigo! Todas las obras que ves aquí son de mi novia – explicó y Paul asintió – está conversando con algunos invitados – miró a otro lado y sonrió.

¡Vaya coincidencia! – respondió Paul – están grandiosas – el chico me miró y extendió su mano para saludarme – ella es Sabrina – me presentó Paul.

Encantado de conocerte Sabrina – agitamos nuestras manos y sonreí – soy Steve – agregó.

Un gusto Steve – respondí y Paul me miró con ternura.

Steve es un viejo amigo mío – explicaba Paul – no lo veía hace mucho tiempo porque ambos viajamos bastante – el chico asintió con una gran sonrisa.

¡Hagamos algo mañana! – dijo animado – podemos ir a comer y salir de la rutina – Paul frunció los labios.

Podemos hacer algo en mi casa – sugirió.

¿Te animas? – me preguntó el chico y reí – bueno, no es mi casa – agregó y reímos.

Sabrina siempre está invitada – habló Paul y lo miré con una sonrisa - ¿te animas? – asentí.

Me gusta la idea – respondí y el chico celebraba de manera divertida. Una mujer muy linda se acercó a nosotros y abrazó a Steve.

Les presento a Caroline – miró a la chica y ella sonrió – mi novia – extendimos nuestras manos para saludarla.

Tus pinturas son preciosas – le dije y ella me dedicó una sonrisa.

Muchas gracias linda – respondió – no puedo creer que finalmente estoy conociendo al genio Paul Hart – dijo mientras sacudía su mano con la de Paul – Steve me ha hablado de ti y eres bastante conocido en el área artística – Paul asintió con una sonrisa.

Es mi pasión – respondió y me conmoví. Tan dulce e intenso – tus obras están excelentes, Sabrina estaba maravillada y no imaginé que podría ser la novia de mi gran amigo – Steve sonreía.

Muchas gracias – respondió la mujer – pienso lo mismo de tu carrera, tus obras y libros son fascinantes – me sentía orgullosa de Paul, lo sentía muy adentro y eso me hacía sonreír. No éramos novios pero cada vez que decían algo lindo de él, me conmovía y sentía orgullosa.

Me siento halagado – exclamó Paul y reímos – estábamos planeando algo en mi casa con Steve – ella asintió y miró a su novio - ¿pueden mañana? – ella aceptó – bien, entonces le enviaré la dirección a Steve por mensaje de texto y nos veremos ahí – ellos asintieron y nos despedimos entre sonrisas. Mientras nos alejábamos, escuché a Steve decir ''No sabía que Paul estaba en algo serio, me alegro mucho por él porque lo merece'' y mi corazón se infló de alegría - ¿por qué sonríes traviesa Sabrina? – preguntó Paul y negué con la cabeza.

Cosas – respondí y sonreí. Me miró unos segundos y puso su mano sobre mi espalda con suavidad.

Eso me asusta un poco – bromeó – vamos al cine – agregó y caminamos tranquilamente conversando de diversos temas.

LH

Profesor y efecto. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora