Inesperado segundo reencuentro.

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No debí salir luego del trabajo. Tuve que hacer un esfuerzo increíble para levantarme de la cama y tomar una ducha rápida. Usé mi ropa formal y me compré un crossiant para comerlo en la universidad.

¿Cómo creen que será el profesor nuevo? – preguntó Alice mientras sacudía sus manos nerviosa.

Viejo y amargado – respondió Tonka y solté una risa.

El profesor Martinez me dijo que es joven – hablé y ellas abrieron los ojos como platos.

¡FINALMENTE! – exclamó Alice y reímos. La profesora de escultura nos indicó que entráramos al salón para la ceremonia de despedida. Comenzaron a hablar sobre la trayectoria del profesor Martinez y lo mucho que lo extrañaríamos. No quería despedirme de él y estaba segura de que sería difícil acostumbrarme al nuevo profesor. Luego del discurso por parte de los profesores, se acercó un hombre que me pareció conocido, comenzó a hablar con naturalidad y seguridad mientras que mis compañeras hacían gestos divertidos simulando lo enamoradas que estaban del nuevo profesor. La ceremonia terminó y nos despedimos del profesor con un abrazo, deseándole lo mejor para su viaje y su futuro en otro país. De un segundo a otro, mi nuevo profesor caminó hacia nosotros y recordé todo. Era el hombre que había ido florería el día anterior y me había comentado lo de las migajas. Alcé las cejas y procesé toda la información.

Buenos días – saludó y mis amigas lo saludaron de vuelta con una gran sonrisa. Reí ante sus rostros y el profesor me miró.

Usted – dijo y dejé de sonreí r inmediatamente - ¿Cómo está?

Igual de sorprendida que usted – respondí y las chicas nos miraron con duda - ¿cómo le fue con el ramo? – sonrió.

Muy bien – respondió - ¡Estaba fascinada! Incluso, me preguntó la dirección para encargar unas orquídeas porque ama la decoración – su esposa debía tener muy buen gusto en todo sentido – pero bueno suficiente – sonrió. El jefe de nuestra carrera tocó el hombro del profesor nuevo y comenzó a hablar con él. Nos alejamos con las chicas para ir a nuestros respectivos destinos. La tarde en la florería estuvo tranquila, llegaron algunas llamadas para decorar una fiesta de quince años y dos matrimonios. Lo bueno de decorar esas celebraciones es que al terminar el trabajo, te pueden ofrecer comida y pastel ¡Que mentalidad tengo!

¿Cuándo comienzas las clases con tu nuevo profesor? – preguntó Natalie mientras revisaba unas cuentas en la computadora.

El lunes – hoy finalmente era viernes. La verdad es que no tenía muchos planes además de alimentar a mi perro y regar las pequeñas plantitas que tenía en la terraza. Le había prometido a mi madre preocuparme de ellas y lo estaba cumpliendo, muy lento pero estaba haciendo mi mejor esfuerzo. No sé porque en algunos momentos del día aparecía mi profesor en la cabeza, no somos amigos y tampoco lo veo siempre, simplemente lo he visto dos veces en total pero ahora será seguido, que oso.

Entonces después nos vamos a tu departamento como habíamos quedado – exclamó Natalie mientras ordenaba unas flores. Asentí.

¡Sí! Estaba pensando en pedir comida china o algo parecido – revolví mi té y lo probé – un poquito más de azúcar – susurré y volví a probarlo – no tengo muchas ganas de cocinar Nat – reí.

Tampoco yo- admitió y comenzamos a reír. Así se pasó la tarde en mi trabajo, acomodamos todo y mientras cerrábamos la puerta, apareció mi profesor agitado con un maletín en su mano izquierda y el teléfono en la otra. Estaba usando un traje gris.

¡Rayos! – exclamó mientras recuperaba el aire – llegué tarde – alcé una ceja y dejamos lo que estábamos haciendo.

Profesor – hablé totalmente sorprendida - ¿Qué sucede? – Natalie se acercó a nosotros y lo miró con atención y duda.

Profesor y efecto. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora