Maybe I am not ✧ Yoonmin

CAPÍTULO 68

POV MIN YOONGI

La mujer seguía tirada en el piso con la respiración entrecortada hasta que una anciana caminó hacia ella por un pasillo.

–Dios...es la abuela...–exclamó.

Todo seguía igual. La anciana la miraba fijamente y la mujer también. Un sonido extraño sonó y Jimin se sobresaltó.

–No entiendo cómo te pueden gustar estas películas, Yoongi-hyung–musitó acomodándose en su asiento.

Volví a mirar a la pantalla.

–Ay–soltó un gritó cuando la mujer se dobló la espalda hacia atrás.

–Jimin–volteé–esta escena apenas es el comienzo no da tanto miedo.

–L-lo siento...trataré de no hablar–asintió y empezó nuevamente a comer las palomitas una tras otra.

La película continuaba y realmente el principio me estaba aburriendo. Esperé que mis bostezos no se hagan tan notorios ya que sólo Jimin y las chicas que allí soltaban algún que otro grito. Pensé que la película iba a estar más buena.

–¿Por qué tienes una grabadora de VHS?

–Es que me robé los pornos viejo de papá.

Me reí y miré a Jimin. Tal vez el recordaba cuando veíamos ese tipo de películas cuando éramos pequeños pero, él sólo seguía comiendo las palomitas con su mirada fija en la pantalla.

–¿Q-qué pasa?–me miró.

–Nada...

Las escenas seguían y narraban lo que había sucedido en el pasado y bla bla. Mis ojos se estaban cerrando hasta que escuché el sonido de una envoltura.

–¿Qué comes?–él se metió algo rápido a la boca tras dar un sorbo a su bebida.

–U-una...gomita–sonrió. Asentí y volví a echarme en la silla.

–¿Puedes echarte junto a mí?–le pedí y el trató de acurrucarse a mi lado dejando el bote en el suelo.

Ya estaba empezando a soñar pero justo en ese instante Jimin me mueve el hombro.

–¿Q-qué suced...?

–¡Mira! ¡Mira!

Volteé hacia la pantalla y estaban los dos hombres que habían hablado en una habitación mirando a una niña de cabello largo en un televisor. Todo estaba tranquilo has que sus ojos se tornaron negro y el televisor de apagó.

–Ay–se agarró de mi brazo.

Un latido me sobresalto. Jimin me estaba sujetando del brazo. Joder. 

–¡¿Viste?! ¡¿Viste sus ojos?!

–S-sí, s-sí los miré–asentí y sentí que mis mejillas estaban calientes.

•

–¡Yoongi despierta!–abrí los ojos y era la supuesta casa llena de polvos negros en plena oscuridad–¡es el alma de las hermanas, dios!–volvió a acurrucarse en mi brazo–no puedo v-ver eso...

–Y-ya tra-tranquilo...–acaricié su cabello y él se quedó así varios minutos.

–¿Ya pasó?

–N-no, todavía–lo seguí acariciando. A decir verdad ya había pasado esa escena pero el simple hecho de que quería tocarlo me gustaba.

•

–Santo Dios...Yoongi, ¿estás viendo?

–¿Qué cosa?