Primera cita

Mulai dari awal
                                    

—Ya quita esa cara por favor —dije resignado para después pararme en puntillas y proporcionarle un ligero beso en la punta de la nariz—. Supongo que no es tan mala idea si tú serás el conductor —finalicé mientras le mostraba mi mejor sonrisa para ir viendo como nuevamente volvía a aquella cara ilusionada y llena de alegría.

Ya estando frente aquel horrible medio de transporte, el miedo me invadió por completo y es que jamás en mi vida me había subido a una moto, por lo que me sentía inseguro. Steve se comenzó a subir y fue ahí que me di cuenta de que ya venía preparado con dos cascos. No era normal que él trajera dos, por lo que rápidamente asumí que desde antes ya había planeado que me montara con él. Di un último suspiro de valor antes de también subirme por detrás de Steve mientras que él me pasaba el casco extra. Comenzó a encender la motocicleta mientras que yo posaba ambos pies en los pedales de descanso y en cuanto sentí que comenzábamos avanzar, me aferré a su camiseta como si mi vida dependiera de ello, pasando ambos brazos alrededor de él a la vez de que lo apretujaba con fuerza pensando que ese agarre me iba a dar un poco más de seguridad. Escuché el cómo reía ante mi comportamiento y por un momento se me paso por la cabeza que él solo me había estado manipulando.

Conforme pasó el tiempo me fui acostumbrando cada vez más a la sensación del aire golpeando mi cuerpo, por lo que el terror y pánico levemente se fueron disipando. Sin embrago eso no fue lo suficiente como para separarme del cuerpo de Steve, simplemente porque estaba increíblemente cómodo, estrechándolo entre mis brazos y apoyando mi cabeza en su fuerte espalda. De hecho prácticamente no aflojé mi sujetar, al contrario, con los minutos cada vez lo aprisionaba más y más contra mi cuerpo. Joder se sentía tan bien tenerlo así, Steve era como un grande y calientito oso de peluche que por nada del mundo querría soltar. Al disfrutar todo aquello reconsideré mi idea original sobre las motocicletas y concluí que después de todo, no eran tan malas.

Lamentablemente mi posición no la pude mantener por mucho tiempo, gracias a que en menos de lo que yo pensaba ya estábamos frente al gran parque de diversiones, probablemente había disfrutado tanto de la temperatura y sensación de su cuerpo que el recorrido se me había pasado prácticamente volando. Repentinamente desparecieron los cascos de nuestras cabezas. Steve no me dio ni tiempo de reaccionar y me tomó con ambas manos la cara para poder besarme, aun montados en la moto. Correspondí complacido mientras sentía como sus labios se paseaban por los míos en aquel deliciosos contacto. Se veía inesperadamente más feliz de lo normal y eso solo hizo que se formara una plena sonrisa al poder apreciarlo en tal forma. Porque sabía que esa felicidad se debía a mí, se debía a que nos encontrábamos ahí y sobre todo se debía a que estábamos juntos, finalmente juntos.

"Ya mejor hay que bajarnos, que estas todo torcido" comenté con gracia y ¡era cierto! Para poder besarme correctamente tuvo que voltear la mitad de su cuerpo y suponía que no era del todo cómodo estar así. Asintió para después bajarnos y encaminarnos hacia la taquilla de boletos. Yo lo esperé sentado en una banquilla cerca de ahí mientras veía como él hacía fila con la ilusión reflejada en su rostro. Mientras aguardaba a que Steve volviera con los boletos recordé el como yo de pequeño solo había asistido una vez a un lugar parecido, siendo que la mayoría de niños acudían seguidamente. Mis dos padres siempre estaban muy ocupados y normalmente cuando salíamos era para asistir a cenas elegantes con empresarios y sin fin de personas sin real importancia, o al menos eso era para mí, ya que a mi papá le interesaba demasiado el conservar las buenas relaciones para el negocio. No es que me quejara, a pesar de que no tuvieron mucho tiempo para mí, agradecía infinitamente sus cuidados y amor, pudiendo afirmar que hasta la fecha, me hacían falta como nunca. Pero la diferencia era que ahora no estaba solo, tenía a Steve a mi lado y nunca podía dejar de agradecerle a los seres superiores por aquel regalo. Lo único que pedía dentro de mí de ahora en adelante era nunca separarme de él y yo haría de todo lo que estuviera en mis manos para poder mantener el enorme cariño que él reflejaba ahora por mí. Esto era lo único bueno que me estaba pasando en años y no lo podía echarlo a perder tan fácilmente como acostumbro hacer con la mayoría de cosas, no señor.

Finding true loveTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang