Todos tenemos un defecto que nos acompaña toda la vida.

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Fue como si el tiempo se hubiese congelado. Todos parecían haberse transformado en estatuas, desde profesores, autoridades, alumnos, e incluso Rolando. A lo largo de los últimos días Israel había sentido infinitas miradas sobre él, pero justo ahora descubría que las miradas sobre sus ojos eran muchísimo peor...

—Is...¿Israel? —Tartamudeo Edmund, el joven anteriormente había visto dicho defecto del joven, si bien ya lo había hecho, aun lucía un poco impresionado, tal vez por el atrevimiento del joven a exponer así, tan... de repente..

— ¿Qué ha sido? ¿Israel?—Pregunto Laia quien hasta ahora no Isra no la había notado, pero estaba de la mano con Ed.

Al siguiente segundo todos salieron del trance y las voces comenzaron a crecer desde el fondo hasta llegar a donde se encontraba el joven.

Su profesor de química se acercó más a él.

— ¿Señor Mariano? ¿Eso ha sido a causa del...?

—Si profesor, es una marca de los químicos... —Contesto el joven, la verdad es que esperaba trabarse, tartamudear, incluso que le costase trabajo hablar, pero se sorprendió a si mismo al descubrir que era todo lo contrario, su voz sonaba fuerte y con seguridad.

— ¿De qué rayos habla el joven? ¿Y porque sus ojos son azul platinado? —Pregunto el señor calvo, claramente irritado por las interrupciones.

—Sí, él tiene ojos lobunos, miren la piel blanca a su alrededor, parece pelo de lobo siberiano....

—...Sus lagrimales son como cristales...

—....Pestañas llenas de nieve... Pupilas azul...

—...Azul....fosforescente....

Las voces fueron en aumento, las palabras se volvían irreconocibles, el joven comenzó a dudar ¿Había sido la mejor decisión? Aun no sabía cómo sentirse al respecto.

—Israel, dime que es verdad, ¿Acaso no ha habido ningún otro peligro? ¿Pudiste haber quedado ciego? Contéstame....

Su profesor le tomo del brazo haciendo presión.

Israel de inmediato negó con la cabeza.

—Según los doctores solo eso ha sido, no hay peligro al parecer profesor, no sabemos a ciencia cierta si traerá consecuencias en un futuro, pero por ahora solo queda esta... marca.

Su profesor le soltó llevándose la mano a la cabeza y cerrando con fuerza los parpados.

—Diablo... nunca había visto algo así en mis años de carrera, creí que tendrías problemas con tu vista, no se... perder la capa de colores, mirar de manera borrosa, e incluso quedar ciego, pero... ¿Esto?

El joven pensó que nunca había visto a su profe lucir así, 'perder la postura para hablar de esa manera, claramente al fin algo que le impresionaba.

Israel estuvo a punto de decir algo pero no lo hizo y volvió a cerrar la boca encogiéndose de hombros.

—Señor Carter... ¿Me puede dar una explicación? —el juez clavo se encontraba ya al lado de ambos. Miraba del profesor a Israel y viceversa, no obstante, la mirada que le daba a Isra era más bien de repulsión.

—Claro que si, mi estimado profesor, pero creo que por ahora debemos continuar con el resto de la exposición, ¿no le parece? Le comentare todo más tarde dentro del instituto.

El señor no tuvo otra opción que asentir.

Todos caminaron hasta la siguiente base, la de Edmund. No sin antes mirar por última vez a Israel, quien para entonces se había apuesto rojo como un tomate.

El DefectoWhere stories live. Discover now