Los ojos de Pepper que estaban posados en mí emanaban un brillo cegador. Yo simplemente le dedique una pequeña sonrisa para después parecer concentrado en alguna cosa de mi celular, evitando a todo costo cualquier cuestionamiento. Me las había arreglado para que Steve no viera mi cara de bobo al momento de ver su pequeña sorpresa, así que eso en parte me daba un poco de ventaja, no quería que pensara que ya me había ganado, no, solo un poco más. Me la pasé prácticamente TODA la clase evitando las mil y un miradas que me mandaba Steve en ratos. No podía estar sin voltear su cabeza a cada instante hacia mi dirección. Obviamente yo veía todos sus movimientos de reojo, porque yo más que nadie sabía que si nuestras miradas se conectaban, sería mi completa perdición.

Cuando el profesor dio el permiso de retirada, tomé mis cosas a la velocidad de la luz, saliendo prácticamente corriendo de ahí, aunque escuché a la perfección como me llamaba.

—¡Tony! ¡Espera! —dijo a lo alto Steve tratando de llamar mi atención, aunque yo simplemente hice como que no lo había escuchado, sin detener mi andar hasta encontrarme en un lugar lejano de aquella aula.

Podría parecer en exceso infantil mi actitud, pero yo estaba más que comprometido a hacerme el difícil, por mi orgullo y ego más que nada, pero se trataba de Steve y ese maldito sí que sabía cómo derretirme con cualquier cosa. No debía de flaquear. Para mi suerte no lo volví a ver en todo el día, ni siquiera a la salida, pero no era algo raro ya que Steve entrenaba y seguramente todo el equipo estaría más presionado de lo normal al tener el gran partido a nada de realizarse.

Me entretuve un buen rato con Bruce al haberlo visto sentado en una de las bancas del instituto. Aproveché para también contarle lo mismo que les había contado a Loki y Pepper, sobre todo el cómo todo esto era realmente confuso para mí y las inseguridades me atacaban todo el rato. El no dijo ninguna palabra en toda la narración, simplemente me veía con ojos enternecidos por todo aquello. "Solo escucha a tu corazón Tony" fue lo único que aconsejó al verme en tal dilema. Después de unos minutos también llego Natasha a unirse específicamente a su novio de forma cariñosa. Por mi mente paso la pregunta de si alguna vez yo también podría estar así con Steve, ya que cada vez esa posibilidad se veía más cercana y el hecho era algo que hacia mi corazón saltar. Me quedé solo un poco más de tiempo con ellos, aunque eso fue suficiente para notar el que Natasha me miraba de una forma inusual, con una pequeña sonrisa como si supiera algo que yo no y que al parecer le divertía demasiado. Al final decidí el dejar aquel raro signo de lado, ya que sabía a la perfección que aunque quisiera no podría sacarle ni una palabra a esa mujer sobre si estaba tramando algo en contra mía o que sencillamente me dijera que era lo que le parecía gracioso en mí.

Dejando de lado a la rara de Natasha, me encaminé a mi casa con un largo suspiro y ya estando seguro en mi hogar fue que seguí con mis investigaciones para poderme distraer tan siquiera un poco. No sentí el transcurso del tiempo y cuando volteé a ver el reloj más cercano ya eran pasadas de las 9. Estaba avanzando considerablemente en mi IA, así que tomé la decisión de quedarme unas cuantas horas más trabajando en mi taller. Lo que yo no imaginaba era que hubiera cierto acontecimiento en especial que interrumpiría mis actividades, dejándome en blanco. Había dejado la puerta abierta y me hallaba en total silencio así que fue más fácil para mí escuchar cada palabra.

"Chances are you'll find me

Somewhere on your road tonight

Seems I always end up driving by

Ever since I've known you

It just seems you're on my way

All the rules of logic don't apply"

Cantaba cierta voz específica que yo conocía a la perfección afuera de mi casa. De estar completamente tranquilo pase a un ritmo cardiaco inimaginable, fuerte y acelerado. Pasaron pocos segundos en los que seguía escuchando aquella voz hasta que finalmente tomé control de mi mente. "Vamos Tony, es imposible que Steve esté afuera, solo son tus enormes deseos de tenerlo junto a ti de nuevo" me decía la razón a mí mismo y era más que comprensible, de hecho después de aquel razonamiento paso por mi mente el que probablemente ya debería de asistir a un psicólogo, no era para nada normal el escuchar voces en la puerta de tu casa. Sin embargo, la voz de Steve no desaparecía en lo absoluto, completando esa canción que yo reconocía muy bien, después de todo era la canción que yo en un principio le había dedicado a él en aquel karaoke donde traté de expresar un poco mis sentimientos para él. Esa era otra razón más para creer que no era real, se suponía que en aquel tiempo Steve no tenía ni idea acerca de mi sentimientos, así que era prácticamente imposible que él la recordara y que la estuviera cantando en estos momentos.

Algo inquieto y paranoico al no poder dejar escuchar su voz fue que tecleé algunas cosas en mi computadora más cercana para que me diera acceso a la cámara que tenía instalada en la entrada de mi hogar. Es gracioso el decir que me caí estrepitosamente de mi silla por la impresión de ver lo que las grabaciones me mostraban. ERA STEVE, parado al otro lado de la puerta, con una expresión extasiada, cantando a todo pulmón con aquella hermosa ilusión que refleja cuando estaba decidido y feliz. Al observar con un poco más de detalle vi que había un auto ajeno estacionado lo más cerca posible de mi vivienda. Recargados en él se encontraban Nat y Clint, haciéndole señas a Steve de positivismo con los pulgares arriba y una sonrisa jovial en ambos. Ahora podía darle un poco más de sentido al hecho de que se escuchara también la música de fondo de aquella canción, provenía del auto de Clint, con el estéreo a todo volumen, de hecho al momento de poner la reproducción de lo que ocurría fue que escuché aun con más claridad aquella tonada que Steve me ofrecía. En ese preciso instante fui al cielo, estaba 100% seguro de que me encontraba en el cielo. Cielo santo ¡era como una serenata! Cuando Steve me dijo un día que le gustaban las cosas románticas y clásicas no creí que llegaran hasta este nivel y lo peor de todo es que yo, la persona que normalmente piensa que este tipo de cosas son más que estupideces, me sentía en el paraíso. Steve no estaba desistiendo ni un poco conmigo, al contrario, mis rechazos probablemente le daban más determinación para lograr su objetivo y conseguir mi perdón e incluso con todo esto hasta pensaba que en un futuro extremadamente cercano lo podría llamar mi novio. Me sentía correspondido, mes sentía querido, me sentía importante para alguien más y no era cualquier persona, era Steve, mi Steve.

Capitán llego corriendo a mi paradero, ladrando con alegría mientras se paseaba por todo el lugar y hacia pequeños movimientos que me hacían creer que quería que lo siguiera, incluso mordió el borde de mi pantalón y comenzó a jalarlo para que lo siguiera a la entrada, pero yo no me moví de mi sitio. Volví mi mirada a la escena que me brindaba mi cámara de seguridad para ver la mirada apesadumbrada de Steve. Estaba tan metido en mi adoración que ni siquiera me di cuenta que Steve ya tenía tiempo de haber acabado aquella canción que nos identificaba y ahora estaba esperando a que yo saliera a recibirlo, posiblemente con un abrazo. Sin embargo, yo no me moví de mi sitio, estaba plantado en mi lugar y las piernas no me respondían, estaba temblequeando.

—Seguramente no se encuentra Steve, no te entristezcas —comentó Natasha en una voz compasiva mientras veía la reacción de su amigo al irse deprimiendo, agachando la cabeza.

—Será mejor que nos vayamos —complementó Clint mientras se dirigía a lado de Steve y le sobaba los hombros, para en la misma posición, encaminarlo a la entrada del auto.

Steve se hizo de lado un tanto agresivo, cortando el intento de Clint para hacerlo sentir mejor, para después subirse al auto con una expresión que jamás había visto en su rostro. Sin poder evitarlo me había quedado estático, provocando con ello que el auto de Clint comenzara a avanzar, alejándose poco a poco de donde yo estaba. NUNCA en mi vida me había quedado como un completo estúpido sin saber qué hacer, sin que mi cuerpo me respondiera y ahora probablemente la había regado en grande. Por la cara de Steve deduje claramente que él sabía que yo si me encontraba escuchándolo y sin embargo no había salido a abrirle la puerta y devorármelo a besos como lo debí de haber hecho.

Era cierto que varias veces me comportaba como un imbécil, pero ahora me había pasado y más aun con la persona más importante para mí ¿Qué más quería de Steve? Él estaba haciendo su mayor esfuerzo para enmendar sus errores y yo no se lo estaba permitiendo, él me estaba demostrando con acciones que yo era igual de importante para él como lo es él para mí. Debía de dejarme de cosas para poder arreglarlo y hacerlo mío de una vez por todas.


PD: Por cierto me impresiono bastante el que varios shippearan a Bucky con Tchalla ¿es porque lo persigue en cw? Jajaj es que yo nunca los había juntado y se me hizo raro.

Finding true loveWhere stories live. Discover now