LAUREN
Después de colgar, miré mi casa como una cárcel, estaba escribiendo desde hace semanas un par de cuentos infantiles que quería vender, así que mis días por la mañana se resumía a eso, por la tarde la pasaba junto a mi novia y Ki, las noches sólo para Camila.
Así que después de cansarme de escribir me la pasaba mirando el reloj esperando a que llegara la hora para ir por Kilian al colegio, esperar un poco más y mirar esos pequeños ojos café que tanto amaba.
Miré hasta el mueble donde tenía el libro, aún faltaba en final pero estaba segura de que pronto obtendría esa parte que tanto quería. Me puse de pie y miré el jardín que tanto tiempo me llevó reconstruir, estaba verde y las flores ahora estaban creciendo, sonreí nostálgica. Ahora que podía mirar todo aquello me imaginé estar ahí pero con mis padres alrededor.
Aunque lo negará extrañaba una parte de ellos, al menos esa llamada molesta de siempre y los gruñidos de mi padre. Me dolía también que se negaban aún a buscarme y reiniciar la relación. Entre pensamientos me di cuenta que iba un poco retrasada para llegar al colegio así que sin dudar me monté en el carro para rescatar el tiempo perdido.
Llegué a la entrada y miré como Ki se despedía de su amigo a la vez que me buscaba con la mirada.
Al encontrarme por fin salió corriendo hacia mi cuando yo aún salía del auto.
-Lolo. Saltó para darme un abrazo.
-Hola Ki ¿Que tal las clases?
-Divertidas. Dijo riendo y se subió sin decir más, yo negué divertida, tenia mucha energía para el resto de la tarde y quizá se encontraba entusiasmado por su noche de juegos.
-¿Han arreglado todo para hoy? Dije entrando al asiento.
-Si, Nick compró algunos juegos nuevos y antes de jugar veremos una película de zombies.
Colocamos nuestro cinturón de seguridad y yo arranqué despidiendo con la mano a Nick y su mamá, quienes salían también en el auto.
-¿Estas seguro de que tu mamá te dejará ver eso?
-Es un secreto. Dijo en un susurró.
-Ki no quiero más problemas con tu mamá ya sabes.
-Lo se, además si no sale a la plática no se por que temes que se enteré, tu no se lo dirás.
-Quizá no.
-¿Quizá? Río un poco antes de continuar, por el espejo retrovisor sus ojos juguetones me miraban. -Lolo le tienes más miedo que yo.
Sus palabras me hicieron salir de órbita, no tenía miedo de su madre sólo trataba de no hacerla enojar y evitarnos problemas. Negué con la cabeza y fingi concentrarme sólo en el camino.
-Si le temes. Soltó una carcajada.
-No discutiremos eso Kilian, mejor guarda silencio.
El solo río más y comenzó una pequeña melodía. -Lolo le teme a mamá, Lolo de teme a mamá, Lolo le teme a mamá.
Cantó durante el viaje y aún más cuando entramos a casa. Yo solo rodé los ojos y me di cuenta de que realmente le temía a Camila, es decir ella tenía un humor terrible cuando se enfadaba y no me dejaba abrazarla, eso sin duda me daba miedo, yo la necesitaba la mayoría del tiempo.
Miré en la cocina si había algo para preparar para el pequeño, al final hice un sándwich mientras pensaba algo mejor para darle pero eso realmente lo dejo lleno, según el, varias horas las pasamos jugando en mi celular para finalmente salir por Camila.

CAMILA
Le di un beso a Amy en la mejilla antes de salir a la entrada principal, Lauren siempre me esperaba en la acera.
Cuando salí los miré a ambos, Lauren vestía tan ella, siempre con ropa oscura y realmente estrecha, tacones bajos y una sonrisa hermosa y luego Ki trataba de imitarla, Lauren le había regalado unas playeras de sus artistas favoritos en tonos oscuros así que siempre se ponían una al salir del colegio. Me acerqué a ellos y primero coloque un tierno beso en la mejilla de mi bebé, Kilian me dió un abrazo realmente feliz.
-Hola mamá.
-Hola cariño ¿Que tal las clases?
El rodó los ojos. Ese pequeño gesto me recordó a Lauren haciendo lo mismo, el estaba adquiriendo cosas de ella y eso especialmente no me gustaba, me gustaba más que Lauren le enseñará a ser más ordenado, hacer sus deberes y lavar sus dientes antes de dormir, pero no eso.
-¡Kilian no hagas así!
-Lolo me enseñó. Yo le dirigí una mirada severa, ella sólo se movió incómoda y miró pidiendo auxilio a mi hijo.
-Pequeño tramposo. Soltó. -Yo jamás le dije eso, el esta mintiendo.
Los miré a ambos fingiendo estar enfadada, pero al final les di una sonrisa. Lauren se relajó un poco y Kilian se río de ella.
-Vez que si le temes, sólo lo hice por que en vez de preguntarme sobre que quiero hacer tal vez algo divertido siempre me hacen esa pregunta, estuvieron bien mamá. Dijo divertido, se subió al auto de nuevo, colocó su cinturón de seguridad y comenzó a entretenerse con algo más.
Yo miré a mi novia con interrogación.
-Ki...Kilian...me ha tendido una trampa.
-¿Sobre que?
-Dice que yo te tengo miedo.
-¿Y eso es verdad?
Estaba riendo a carcajadas mentalmente, Lauren parecía tratar de controlar su nerviosismo pero me gustaba sentirla así, era tan linda conmigo todo el tiempo siempre era yo quien comenzaba una discusión y se echaba la culpa con tal de tenerme feliz.
-No, por supues....supuesto que no. Analizó su respuesta y mirando al piso se rindió. -Esta bien sólo un poco pero por que no me gusta que estés enojada o de mal humor, siempre me prohíbes besarte.
Le regalé una sonrisa y un beso en la mejilla.
-Más vale que me tengas miedo cariño, así me gusta. Pasé a su lado para subir y ella rodeo en auto para hacer lo mismo, cuando entró me divertí mucho el resto de camino, como siempre Ki y yo la molestamos.
Ki preparó su pequeña maleta muy alegre, Lauren no había querido irse por que dijo que quería despedirse de Kilian como cada noche, le dió un beso sobre la frente y luego despeino su cabello de forma cariñosa.
Apenas la madre de Nick salió con ambos niños en el auto, Lauren ser lanzó hacia mi.
-Te voy a demostrar el miedo que te tengo corazón. Me dijo con su voz sensual junto a mi oído.
Me besó llena de deseo, cerré la puerta como pude y me sentí arrastrada hacia un sitio verdaderamente peligroso.

Lo que no se ve Where stories live. Discover now