Capítulo 14 - Entre Ángeles y Demonios (Parte II)

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Eldar iba cambiando su expresión lentamente con cada palabra de Aline. Su expresión dura cambió por otra de tristeza. Entonces no había sido un sueño, ni el producto de su delirio por las heridas recibidas, realmente era su madre la que lo curaba mientras él estaba medio inconsciente.

- Yo... no sé... que decir - dijo apenas audible.

En ese instante su corazón se quebró por la emoción contenida, y por segunda vez, cayó al suelo de rodillas dejando caer las lágrimas acumuladas en sus ojos. Todo se derrumbó a su alrededor y de pronto ya nada tuvo sentido. Sin saber cómo la Daga de los Mundos brillaba en su mano a la luz de la luna.

Aline se arrodilló frente a él y pasó los dedos con suavidad por su cabello azabache.

- Lo siento tanto - le dijo con tristeza - Nunca pensé que las cosas pasaran de esta manera...que todo este dolor fuera posible.

Aline acariciaba el cabello de su hijo como si éste fuera un niño pequeño. Y es que para ella lo era en algún punto. No había tenido la oportunidad de verlo crecer, de cuidarlo, de enseñarle cosas, de arrullarlo en las noches. Ahora era todo un hombre que demostraba tener un coraje ejemplar, pero en el fondo estaba ese niño que ella quería abrazar y proteger.

- ¿Por qué nadie me dijo esto? - dijo Eldar entre lágrimas y reproche - Podrías haberme buscado...contarme la verdad...un papel no es lo mismo. Me dejaron creer que estabas muerta...y todas las mentiras...

Eldar no la miraba, tenía la cabeza gacha y solo se dejaba contener por Aline que lo acariciaba y lo abrazaba como no había podido hacer antes.

- No puedo regresar - dijo Aline con pesar - Solo puedo decirte que es costo a pagar por haber burlado a Azrael. Es difícil de explicar.

- Yo... me siento culpable por eso - dijo Eldar con una enorme tristeza .

- No digas eso.

- Me he convertido en un monstruo en estos días. He matado demonios y me he alimentado de su energía como un vampiro. He sido atacado por demonios voladores...sirenas y toda clase de bicho pestilente de esta tierra oscura. He sufrido horribles dolores que me hicieron perder el eje. Me han herido de muerte y he sobrevivido...Puedo tolerar todo eso y más también...ya no le temo a nada... pero... no puedo soportar que me hayan mentido tantos años. ¿Y todo por esto...?

La daga de los Mundos brillaba azulina en la  mano de Eldar que la hacía girar con una habilidad increíble entre sus dedos como si se tratara de una moneda. Alzó la cabeza y sus ojos de hielo se cruzaron con los de Aline.

- ¿Tan importante es esta maldita cosa como para arruinar mi vida de esta manera?

Las palabras de Eldar eran duras, pero a la vez estaban cargadas de verdad y de una gran tristeza.

- La Daga es muy poderosa - dijo Aline tomando la mano de su hijo y deteniendo el movimiento de la afilada hoja - Pero su poder se potencia en tu mano...hasta ahora solo había sido custodiada por mortales...pero tú eres diferente...

- Yo soy un monstruo - dijo Eldar entre dientes.

- ¡No! - exclamó Aline - Tu energía es diferente, tu esencia es diferente, tu sangre te hace diferente y tu linaje es poderoso...por eso la Daga se hace mas fuerte contigo. Cuando tú la empuñas puedes hacer con ella lo que quieras y la daga te obedecerá, si la lanzas a un enemigo no importa que no tengas puntería por que ella dará en el blanco que elegiste. Y solo tu puedes tocarla...cualquiera que lo haga con la intención de usarla le quemará en las manos.

Aline hablaba casi en un susurro, como si temiera que alguien pudiera escucharla.

- De la única forma que la Daga puede ser usada por otra persona es si tu...y solo tu, la cedes de plena voluntad. Si pudiera ser robada ya se la hubiesen llevado hace muchos años. Mi padre murió tratando de que no se la llevaran...y a pesar de matar a mi padre el demonio no pudo llevársela. Desde ese entonces la Daga esperaba su próximo guardián y ese eres tu...sé que ella te eligió... sabía que lo haría...por eso le pedí a Alma que te la entregara cuando fuera el momento. Hasta ese entonces permaneció oculta de todas las miradas.

Entre Ángeles y Demonios: La Daga de los Mundos (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora