Máscara- Sterek

Capítulo 14

Playlist

Kris Allen – Lost.

Eric Arjes - Find My Way Back.

Hidden Citizens - I Ran.

Los días llegaban, las noches pasaban y la vida seguía. Nunca se detenía y eso era algo que agradecía cada día de su vida.

Ya no hablaba mucho, no comía muy seguido y sus pocas horas de sueños se limitaron aún más. Los terrores nocturnos eran más frecuentes de lo que podía soportar pero aun así cada día aparecía con una sonrisa en la empresa.

Cada vez le faltaba menos para acabar con todo.

Las marcas en su cuello eran cubiertas con bufandas largas, los moretones alrededor de sus muñecas se disfrazaban con pulseras negras y sus ojeras pasaban desapercibida tras sus lentes. Nadie se daba cuenta de lo mal que estaba y eso era bueno. Eso significaba que lo estaba habiendo bien.

Nadie tenía que saber que se estaba ahogando en el pasado.

Nadie tenía que saber que estaba cada vez estaba más roto por dentro.

Cada día se encontraba menos con Derek, ya no se hablaban. Solo eran dos desconocidos más. Uno más del montón. Y no sabía si reír o llorar por dentro. No sabía cómo sentirse, no tenía ni la más mínima idea.

Debería estar feliz ya que por fin alejó a Derek, por fin estaría lejos del desastre de persona que era. Ya no hablaban y sus miradas nunca coincidían, ya ni siquiera era su fotógrafo pero eso no impedía que lo fotografiara. Tenía la pequeña teoría que esa sonrisa debía ser mostrada ante todos, porque traía paz y esperanza, así que lo observaba de lejos porque el necesitaba eso. Lo necesitaba tanto.

Su sistema estaba libre de lágrimas desde aquel día, parecía ser una manera de decirle que ya no valía la pena llorar por algo que el cometió.

Ha vuelto a caer, pero ya lo entendió, esto nunca acabara hasta que el acabe con todo.

Todo parecía ir bien hasta este día.

Había llegado tarde, su cuerpo estaba tan adolorido en la mañana que no parecía reaccionar a lo que su mente le pedía. Sus manos temblaban y su cadera dolía tanto. Salió de su departamento en cuanto pudo terminar de arreglarse, sin comer nada. Nunca desayunaba y tampoco era como si lo necesitara.

Su cuerpo estaba más que acostumbrado. Y su vida era tan monótona. Despertar, caminar, trabajar, comer, prostituirse y dormir. Un círculo vicioso sin fin.

Hoy se suponía que estaría solo. Los chicos tenían que ir a una sesión al aire libre y él se quedaría para fotografiar a un nuevo modelo. El chico era agradable según su jefa así que sería fácil.

El set estaba casi vacío. La mayoría de los modelos estaban ocupados y su único amigo presente estaba ocupado en otro set. Así que caminó con los audífonos puestos y esperó a que el chico llegara, al parecer no había sido el único atrasado y eso lo alegraba pero su alegría no duró mucho al ver de quien se trataba.

Scott McCall estaba frente suyo.

Scott estaba sonriendo, ¿cómo mierda se atrevía a sonreír?

Quería correr, huir lo más lejos posible porque ni en sus peores pesadillas esperó que este día llegara. Siempre pensó que huyendo de aquel pueblo sería libre. Libre de ellos. Y libre de los sentimientos que le causaba verlos.

La bomba llena de inseguridades y miedos ha vuelto a explotar. Está volviendo a llenarse de odio al ver su sonrisa.

Sus puños se cerraron hasta que se volvieron blancos, y pudo sentir como su labio temblaba a la vez que lo mordía. Quería gritarle, quería golpearlo y quería destrozarlo con sus palabras pero lo que más deseaba en ese momento era abrazarlo porque, mierda, él era su mejor amigo y a pesar de no ser el culpable de todas sus desgracias nunca estuvo presente.