Capítulo 11

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Playlist

Christina Perri – Human.

El departamento se sentía vacío sin la presencia de Isaac.

Entró sin ganas pero al dejar las llaves encontró una carta. Se extrañó al verla pero sonrió al ver la letra del rubio en ella.

Querido Stiles:

Soy un idiota.

No.

Soy una gran idiota y merezco tu odio. En serio me lo merezco. Pero perdóname.

Perdóname por dejarte solo ahora que tal vez me necesites pero sé que me entiendes. Tú nunca fuiste un idiota y menos aún egoísta así que sé que me entenderás.

Sé que tal vez lo mío con Jackson no sea duradero y que no funcione pero mientras tenga la oportunidad de estar a su lado quiero hacerlo.

Quiero verlo cada noche antes de dormirme y más al despertar. Quiero caminar con él por la calle y ser libre de contarle mis secretos sin miedo a que me juzgue.

Porque sí. Le contaré mi vida. Todo y sin mentiras.

Pero nunca olvides esto, pequeño.

Si tú me necesitas llámame, no importa si es de noche, llueva o lo que sea. Tú solo llámame y yo vendré desde fin del mundo si es necesario para ayudarte.

Amistad antes que amor.

Y en serio lo siento por todas esas cosas que dije.

Lo siento.

Tu mejor amigo.

Isaac.

—Eres un idiota— dijo con una pequeña sonrisa.


***

—Estoy feliz— declaró Isaac cuando por fin había acabado de desempacar.

Compartiría la misma habitación con Jackson.

—Creo que es momento de responder a todas tus dudas- se sentó al borde de la cama—. Así que... pregunta.

No sabía cómo contarle toda su vida así prefería que el rubio le preguntara y así las cosas serían más fácil para ambos.

—¿Por qué trabajabas en la prostitución?

Sonrió sin gracia. Se esperaba esa pregunta, honestamente esa sola pregunta definía toda su vida. Así que se lo diría desde el principio.

—Por dinero. Necesitaba dinero si es que quería sobrevivir. Y nadie le da empleo a un chico de dieciséis años, nadie. Así que un día entre a una tienda y vi una máscara, era dorada y me gustaba, ese día tenía lo suficiente para comprarla— su voz se rompió pero aun así siguió hablando—. Cuando la tuve ya no sabía que hacer así que me la puse y vagué por las calles hasta que un chico me habló.

Jackson apretó las manos de rabia al imaginarse a un Isaac de dieciséis, sin saber qué hacer con su vida. Sin saber cómo continuarla.

—No podía volver a casa. Tenía miedo y la noche cada vez se hacía más fría. Ese chico me ofreció un lugar para dormir y acepté como un estúpido. Creo que te podrás imaginar que sucedió después. Me pagó y me dejó dormir en aquel motel luego de haber terminado. Esa fue mi primera vez en todos los sentidos. Mi primer día en el infierno. Siempre pensé que no lo haría por mucho tiempo pero hasta hace unos dos meses seguía haciéndolo— comenzó a reír porque no sabía que más hacer aparte de llorar.

—Basta— susurró Jackson entre lágrimas.

No podía soportar el escuchar eso de la persona a la que amaba. No quería imaginarse todo eso.

—Supongo que te preguntas por qué no estaba con mis padres— siguió hablando Isaac—. Papá era un alcohólico y mamá se suicidó cuando tenía seis años. Ella fue una egoísta que no pensó en lo que sería de mi cuando me dejara solo con ese hombre. Sólo pensó en ella. Y papá me odiaba porque pensaba que yo era el motivo de su suicidio pero fue culpa de él. Siempre era culpa de él- susurró cansado.

Jackson se levantó de la cama harto de escuchar todo aquello. ¿Por qué no paraba? ¿No se daba cuenta que lo estaba dañando?

Cada palabra dolía.

Dolía demasiado.

—Sufrí por muchos años. Papá me golpeaba cada día pero había algunos días en los que olvidaba que yo existía. Otras veces me trataba bien pero todo eso acabó cuando le dije que era gay, tenía tan solo catorce años cuando me di cuenta y de haber sabido cómo iba a reaccionar, te lo juro que no se lo hubiera dicho.

Paró al escuchar unos golpes y cerró los ojos para evitar ver a Jackson golpear la pared.

No lo culpaba. Entendía perfectamente que se sintiera impotente pero ya había comenzado así que tenía que llegar hasta el final.

Tenía que hacerlo.

—Ese fue mi primer día en el congelador.

—¡Es suficiente!— gritó Jackson para luego abrazarlo—. Por favor para. No sigas...

Y lloró.

Lloró porque por fin conocía la verdad pero no la soportaba. Prefería mil veces seguir en la ignorancia a saber todo lo que había vivido Isaac.

—¿Sigues amando a este desastre de persona?

Jackson se alejó para observar sus ojos. No podía creer lo que le estaba preguntando.

¿Era necesario responder esa pregunta?

—Nunca te dejé de amar y nunca lo haré.

Sonrió para luego besarlo.

Necesitaba volver a sentir sus labios para sentirse seguro.

Jackson era parte de su hogar ahora.

Era un lugar seguro para llegar.

E Isaac no podía estar más alegre de eso porque siempre temió que el rubio se alejara al darse cuenta que no era bueno. Que no tenía ni un cuarto de todo lo que él tenía. Que no tenía padres, porque su padre para Isaac estaba muerto. Y que si no fuera por el apoyo de Stiles posiblemente hubiera dejado de luchar.

El beso transmitía todo el amor que se tenían y eso era más que suficiente para ambos porque este no era el momento para hacer el amor sino más bien era momento de expresar sus sentimientos de otra manera.

Entendía que Isaac se sintiera mal y por eso en ningún solo momento lo presionó para que volviera a hablarle porque desde que el beso había terminado Isaac no había vuelto a hablar, lo único que hacía era aferrarse más a sus brazos como si de esa manera se fueran a fusionar y fueran uno.

Isaac quería que fueran uno.

Y eso lo alegraba.

—No me abandones por favor— susurró Isaac antes de caer dormido.

Jackson sonrió porque eso ni siquiera era un pensamiento para él.

—Te amo...

Maratón 4/4

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Máscara- SterekWhere stories live. Discover now