Capítulo 2

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Playlist

Linkin Park- Iridescent.

The Script- Flares.

Con el pasar de los años había aprendido a fingir a la perfección. Aún recuerda cuando fingió su primer orgasmo, su cliente al haberse percatado de eso lo golpeó a más no poder y al haber llegado a su hogar Isaac lo vio y fue cuando le enseñó a defenderse y a fingir.

Le costó tres meses el aprender a fingir un maldito gemido y cuatro un orgasmo pero valió la pena.

El señor Johnson era un viejo alto de cuarenta años y no tenía familia. Ya llevaba con el más de un año y a pesar de querer dejarlo el maldito pagaba bien.

—Hoy te llamarás Esteban— el señor Johnson amaba ponerle un nombre distinto cada vez que se juntaban pero últimamente siempre lo llamaba así. Será un amor no correspondido pensó el castaño sin darle importancia.

—Como usted quiera señor Johnson— respondió con voz lasciva.

Sus labios eran secos y no tenía un gran cuerpo como otros clientes pero debía admitir que el maldito nunca se cansaba. Su rostro demostraba en cada arruga que poseía que llevaba una vida de esfuerzo pero solitaria a la vez.

Ya era la tercera vez que lo hacían y ahora estaban en la ducha para rematar. El viejo tenía un fetiche raro de hacerlo en todas partes, como por ejemplo, en la pared, en la mesa y muy pocas veces en la cama.

La primera vez que le preguntó por qué no lo hacían en la cama, él sólo sonrió y le respondió que era porque allí se hacía el amor y que un puto como él no lo merecía.

Mentiría si decía que aquella vez no lloró, porque sus palabras enserio lo habían dañado pero ahora era inmune ante ellas. Realmente ya era inmune a cada insulto, golpe, gritos y todo lo que le daban.

Una, dos y tres embestidas más y por fin habían terminado. El viejo se retiró de su cuerpo con brusquedad para luego salir del baño a buscar el dinero que tenía que pagar por cada repetición. El único sonido que se escuchaba era el caer de la lluvia artificial que provocaba la ducha, su cuerpo se sentía entumecido pero al ya ser un dolor común se salió sin darle importancia.

Se miró al espejo y vio como su cuello tenía tres marcas, odiaba que se las hicieran pero ahora cobraba por ellas. Sacó un bóxer nuevo de su mochila y se los puso para luego colocarse unos pantalones apretados de color negro y gran polerón rojo para ocultar su cuerpo. Siempre junto a su fiel compañera, su máscara.

Salió lentamente del baño y apenas lo hizo vio como había 500 dólares en la mesa que estaba al lado de la cama, siempre le era más sencillo si le pagaban en dólar y luego él podía cambiarlo. Le buscó con la mirada pero ya se había retirado. Tomó el dinero sin darle importancia y viendo la hora se quedó dormido.

***

Entró en el edificio con la máscara dorada puesta y con un gorro de lana. Cualquiera que lo viera pensaría que estaba loco pero nadie lo veía ya que el subía por las escaleras para llegar al piso diez.

Sus rulos se escapaban del gorro y harto de tener que luchar contra ellos los dejó tranquilo. Eran las diez y media así que llegaba justo a tiempo, como siempre.

Revisó su celular para ver si Stiles le había enviado un mensaje para saber si había llegado a tiempo a su trabajo pero al no ver nada negó con la cabeza un poco decepcionado y divertido a la vez. Stiles siempre era así, nunca le avisaba para no preocuparlo aun sabiendo que eso lo preocupaba el doble.

Máscara- SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora