33. Ahora todo tiene sentido

1.1K 217 51
                                    

–Detén el tiempo. 

Para Kris, a pesar de que había pasado cada minuto con Tao desde que ambos llegaron al horrible laberinto, jamás le había hecho una petición como esa. Normalmente, estaba en contra del uso de sus poderes adquiridos, porque temía que causaran problemas. Kris jamás había intervenido en las reuniones, a menos que fuera necesario, ni había querido que él o Tao llamaran mucho la atención. Por eso, el menor de los dos estaba tan sorprendido por esas palabras. 

–Detén el tiempo, Tao. Por favor– repitió el alto hombre, mientras se alejaba un poco, como asegurándose que nadie pudiera escuchar. –Sabes que no he hecho nada de lo que me pueda arrepentir en este lugar y he sido completamente diferente a como era en la realidad, sólo por ti. Si conocieras a mi verdadero yo, a mi familia o a mi círculo social, probablemente no te acercarías a mí. Sé que debes ser un niño rico con buenos modales, te comportas, hablas, te mueves y te ves como uno. Yo no soy lo que aparento. Insisto, si me hubieras conocido antes...

–Eso no lo sabes– le interrumpió Tao. 

–Lo sé, claro que lo sé. Te conozco más de lo que imaginas. Por eso agradezco haber tenido la oportunidad de pasar esta temporada contigo. No voy a negar que al principio, pensé que jamás me llevaría bien contigo, es gracioso estar tan enamorado de ti ahora. Temo no poder volverte a ver, por eso quiero pedirte que detengas el tiempo ahora, sólo por un momento, para recordarte en nuestros mejores momentos y cuando estoy a punto de perderte. 

–¿Por qué dices esas cosas tan hirientes? ¿Quién dice que no nos vamos a volver a ver y por qué? Podemos encontrarnos cuando salgamos de aquí. Es probable que, si salimos, regresemos juntos. ¿No has pensado en eso?

–Sólo detén el tiempo por un minuto para poder estar juntos por última vez. Jamás te he pedido nada, ¿por qué te cuesta tanto hacer algo tan pequeño por mí? ¡Sé que puedes hacerlo!– rogó el mayor de los dos. 

–No lo haré si no me juras que regresaremos juntos. Te has pasado todo este tiempo diciéndome que no use mis poderes y limitando mis acciones. Y, ahora, cuando estás convencido que nos vamos a separar, que esto va a acabar, me pides que detenga el tiempo. ¡No lo haré! ¡Búscame cuando regresemos!– le reclamó Tao, enojado. 

–Cuando regresemos no vas a querer estar a mi lado. Así que, si no me quieres ayudar con unos minutos regalados, tendré que hacer que esto valga la pena por mi cuenta. 

Para cumplir con su palabra, Kris tomó bruscamente al otro chico por los hombros y lo acercó en un abrazo forzado al que tao se resistió por un momento, pero luego terminó cediendo. La voluntad y la fuerza de otro hombre eran más fuertes. 

–Ya te conocí y ya me enamoré, ¿por qué piensas que te voy a rechazar, cuando estoy tan perdido por tu culpa?

–Porque no te voy a gustar cuando me conozcas de verdad. 

* * *

Cuatro de los doce chicos estaban sin atreverse a entrar a las convenientes habitaciones que se les habían asignado. Chen, Xiumin, Lay y Suho decidieron juntarse y hablar casualmente, como si sus vidas no dependieran de lo que estaba a punto de pasar. En su conversación se dedicaron principalmente a intercambiar información para ver si, al regresar como esperaban, podrían encontrarse nuevamente y conocerse en la vida real. 

–¿Qué piensan hacer cuando regresen?– quiso saber Xiumin, interesado.

–Bueno, si no ha pasado mucho tiempo, supongo que tendré consultas y operaciones. Una agenda apretada– respondió Lay con calma. –Intentar regresar a la rutina. 

–¿Eres un médico?– preguntó Chen completamente sorprendido por esa información. 

–Sí, soy cirujano. Pero suelo atender a pacientes en el hospital por cosas menores. 

Monster: You're my lucky one (OT12)Where stories live. Discover now