CONNOR

Capítulo 23

Sus manos tiemblan, y sus ojos se han cristalizado. Los recuerdos llueven en su memoria, a medida que su nublada mirada recorre a la chica frente a él de pies a cabeza.

El nudo en su garganta se ha vuelto insoportable, mientras Redd continúa hablando por el teléfono móvil.

- ¡Connor, Dios! - exclama la chica enfurecida a través de la línea telefónica-. ¿Sucede algo?

Connor sacude su cabeza, en un inútil intento por calmar sus nervios, y contestar a la molesta chica del teléfono, pero, aun así, las palabras no logran formarse en su sistema.

Redd, enojada y preocupada por la sospechosa llamada de Connor, termina la línea y marca el número de Chris. Mientras Connor no puede dejar de sentir que su mundo comienza a derrumbarse, pedazo a pedazo, a medida que los segundos en los que su mirada choca con la de ella, transcurren.

- Connor- dice ella. Un tono de voz más alto de lo normal, intentando hacerse oír por sobre el bullicio del lugar.

- Stacy. - Su voz es ahogada y retenida por las diversas emociones y sentimientos encontrados. Ambos están paralizados de la impresión.

- Tanto...- Ella traga el nudo en su garganta, y prosigue-, tanto tiempo.

- Bastante- asiente él. Pero entonces alza la mirada, que en algún momento desvío al piso, y la fija en sus cristalizados ojos.

La nostalgia ya no es el sentimiento que lo retiene allí, inmóvil, completamente paralizado, sino que la ira. Y todos los recuerdos comienzan a agobiarlo, su respiración comienza a ser dificultosa, y sus manos se sumen en un ligero y nervioso temblor.

- ¿Cómo has estado? - pregunta ella con la voz temblorosa.

- Bien- responde cortante.

Vuelve la cabeza hacia atrás, y sin pensarlo dos veces, gira sobre sus talones y comienza a caminar lejos de ella. Lejos de su pasado. Sin embargo, como si algo la hubiese empujado, toca su hombro con una de sus manos y lo obliga a detenerse.

- ¿Qué? - pregunta al notar su silencio.

Ella parece alterada y confundida por su brusca manera de hablar, una forma absolutamente diferente a la que acostumbraba usar cuando vivía en su lugar natal. Sin embargo, se empeña por tragar el nudo en su garganta, las lágrimas de sus ojos, y dirigirse a él con una serenidad de la que carece:

- M-me... A mí me gustaría hablar...- expresa con indecisión. Connor la mira, sin dar a conocer rasgo de sentimiento alguno-. Hablar sobre nosotros, Connor. Sobre lo que sucedió.

- ¿Sobre lo que sucedió? ¿Estás bromeando, no?

- No.

- No, niña. No quiero hablar sobre un tema cerrado. Tú tienes tu vida, y yo la mía, bien lejos de toda esa mierda tuya- dice entonces, cegado por el remordimiento.

- Mientes. Blake me habló... Y dijo que no estabas bien - dice ella, frunciendo sus cejas y mirándolo suplicante.

Algo sucede en el interior de Connor. Sin embargo, al oír aquello sobre Blake, no se sorprende en lo más mínimo.

- Blake no sabe nada.

- Estás saliendo con alguien. Cuyo cabello se parece al mío- comenta, y ríe con ironía.

- Ella no se parece a tí- le responde con repulsión. Durante una corta fracción de segundo, ella parece dolida, pero se las arregla para que esto no se prolongue.

- Está bien. No te obligaré a hablar conmigo, Connor- dice ella finalmente, con los ojos llorosos y la voz aún inestable-. Sin embargo, aquí tienes mi número- le entrega un pequeño cuadrado de papel en las manos-, estaré en la ciudad hasta la próxima semana, el jueves me voy.