Capítulo 22

11.8K 566 49
                                    

Salto tras salto. Inhalación tras exhalación. Todo completamente sincronizado, mientras sus manos giran de manera rápida a sus costados.

Chris lo observa de cerca, mientras levanta pesas de cinco kilos. Ambos demasiado concentrados en el entrenamiento y circuito, como para saber lo que sucede a sus alrededores.

Cuando los minutos necesarios transcurren, Chris se acerca a Connor y detiene su enérgico saltar.

— Ya estás libre— expresa el entrenador, viendo el confundido rostro de Connor, por lo que se apresura en decir—: Descansa. Mañana te necesito con todas las energías para la abertura del campeonato.

Connor no quiere marcharse, no cuando solo ha entrenado media hora. Sin embargo, no le queda otra que asentir y obedecer. Tira el lazo hacia Chris, quien comienza a enrollarlo para guardarlo.

El chico se acerca al camarín, y busca sus cosas dispuesto a marcharse, pero entonces lo recuerda. Una sonrisa se esboza en sus labios y se apresura en subir las escaleras hacia la oficina principal del edificio.

Allí la ve. Su rojizo cabello escondido en la capucha de su chaqueta, mientras regaña a su padre por algún motivo. El hombre de escasos cabellos en la cabeza, solo asiente con la mirada baja, mientras ella parlotea y parlotea exaltada.

Se queda allí entonces, observándola a hurtadillas a través de una diminuta ventana, y luego decide llamarla. Mira como toma su celular, acallando los efusivos y alterados gritos y lo estrecha hasta el costado de su cabeza con brusquedad y torpeza.

— ¿Qué pasa? — pregunta alterada.

— Woh, calmada. ¿Cuánto te falta? — le pregunta aun mirándola por la ventana.

— No sé, este hombre me saca de quicio. ¡No comprende que ya no tengo seis años! —Expresa de golpe, notoriamente enfadada— Porque sí, papá, tengo veinte años.

— Estoy afuera de la oficina, rulos.

— ¿Qué?

— Vamos, déjalo. Sabes que es tu padre y jamás dejara de verte como "su bebé".

— Pero...

— Vamos— la corta el, y puede ver como la chica gira los ojos al cielo.

— Esta bien— dice ella resignada.

Corta la llamada, y Connor pone atención en la ventana. Ve que el padre de Redd le sonríe mientras la chica se acerca a la puerta, pero antes de que pueda abrirla, el hombre le lanza algo que no logra diferenciar.

Quita su mirada de la ventana, y la centra en la puerta. Redd sale de allí, con un par de guantes de boxeo en las manos.

— ¿Y eso? — le pregunta él, a medida que se acercan con paso cansino.

La chica se encoge de hombros y luego los esconde dentro de su bolso. Alza la cabeza y deposita un beso en los labios de Connor.

— Saliste antes— dice ella entrelazando sus dedos con los gruesos dedos de él.

— Chris quiere que esté descansado para mañana— responde con desgana.

Ella frunce el ceño y lo mira notando de inmediato su desanimo.

— Pero deberías estar feliz: mañana es el gran día— dice ella, mientras bajan las escaleras de manera rápida.

— Y lo estoy...— dice Connor genuinamente, para luego pasar su mano por sus hombros sin separar sus manos—, es solo que... quería seguir ahí.

CONNORWhere stories live. Discover now