Yo me quede de pie, viendo al punto fijo en donde su presencia había desaparecido de mi vista. Realmente todas esas palabras parecían ciertas, no se veía furioso, triste u ofendido, simplemente se veía vacío. Y estaba bastante seguro de que él no se encontraba "perfectamente bien" y que por dentro yo lo había rompido de una forma inimaginable por segunda vez. Pero ahora él me estaba pidiendo que lo olvidara todo, que lo dejara en el pasado, que él ya no quería saber nada más acerca de toda su confesión y de mí en ese aspecto, pero ¿Cómo me pedía que lo olvidara? ¿Cómo me pedía que ignorara todo esto? Todos estos sentimientos que se han formado dentro de mi y que no me dejan en paz ni un minuto. Todo este amor que se está creando en mi interior, todas estas ganas de tomarlo y hacerlo completamente mío en todos los sentidos posibles. A pesar de que lo había pedido amablemente, simplemente no podía creer hacerlo. Ya vi que lo mejor para él es dejar las cosas como están, que ya no debería meterme más en su vida, pero mientras mi razón me dice que no me involucre más con él, mi corazón me dice que luche por él, que este solo es el final si yo lo permito. No sabía que hacer, no me perdonaría el hacerle más daño del que ya le he hecho y además la forma en la que veía las cosas era bastante egoísta, sin pensar realmente que sería lo mejor para él y solo pensando en mis sentimientos. No debía de ser así.

En estos momentos me encontraba solo, sentado en una banca, luchando con mis propios demonios internos. Una que otra chica se habían acercado a mí para poder conversar, pero yo muy amablemente les había pedido que me dejaran solo, que en estos momentos no tenía ganas de hablar con nadie y era toda la verdad. Me sentía horrible, mi pecho ardía, dolía y mis pensamientos parecían querer irse de mi mente, dándole vueltas al mismo asunto una y otra vez. Ni siquiera me di cuenta cuando Natasha había llegado conmigo, bastante animada y con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Qué bueno que te veo Steve! Estoy organizando algo muy genial para mañana y —poco a poco fue bajando su volumen de voz hasta quedar en un susurro y mirarme un tanto preocupada—. ¿Qué te ocurre?

—Solo soy yo y mis estupideces —dije una forzada sonrisa mientras la miraba. Vi como ella meditaba mis palabras con una mirada angustiada.

—Lenguaje —dijo en broma repitiendo la palabra que yo uso normalmente para regañarla—. Escucha Steve, Bruce está a nada de venir, solo que yo me adelante porque me emocione al verte. Pero si quieres podemos hablar después, si te molesta el que Bruce escuche —me susurró cómplice con una sonrisa bastante confortante mientras me guiñaba un ojo. Y justamente su predicciones fueron ciertas al poder ver como Bruce se acercaba a nosotros (específicamente a Nat) para poder platicar. Yo instintivamente compuse mis facciones. Fingiendo que todo estaba bien conmigo y que no traía la expresión quebrada de hace unos instantes. No es que no confiara en Bruce, pero obviamente no trataría este tema con él, ya que era un gran amigo de Tony y en lo personal me parecía algo incómodo. Pero no sé cómo es que antes no le había comentado nada a Natasha. Ella es una excelente amiga y me ha apoyado en bastantes cosas, probablemente hasta le podría pedir algún consejo o algo parecido. Yo estaba más que consiente que el apoyarse en otras personas no era para nada malo y que no siempre tenía que ser yo el que ayudara a los demás. Me reconforté al pensar que me podría desahogar un poco de todo esto e inclusive que ella me podría dar algunas respuestas a mis preguntas. No dudaba para nada de su capacidad para escuchar a los demás, pero como dijo ella, seria en otro momento.

—¿Qué era lo que ibas a decirme Nat? —pregunté como si nada, al momento en el que nos encontrábamos los tres sentados, para aligerar un poco mi mente.

—¡Oh! Cierto, veras mis padres salieron de viaje esta mañana y no regresaran hasta el domingo, así que tengo casa sola y estoy planeando algo así como un convivio en mi casa. No es algo grande, de hecho solamente los estoy invitando a ustedes, para que sea algo más entre amigos, ya sabes con Pepper, Clint, Thor y ellos, podríamos ver películas y encargar pizza ¿quieres venir? —dijo con alegría mientras se mantenía en una abrazo con Bruce. La verdad es que la idea sonaba fantástica, pero no estaba tan seguro si realmente me encontraba en el humor para ello. Seguramente Tony estaría invitado, así que podía darme la oportunidad para ver cómo se daban las cosas.

—Suena bien, probablemente voy —contesté dejando a duda si realmente iría o no.

—Ok, solo confírmame, la mayoría ya me dijeron que si —afirmó restándole importancia a mi respuesta, seguramente ella sabía que terminaría aceptando.

Al poder escuchar su respuesta fue que pensé que era buena idea ir después de todo. La conversación paso luego a cosas triviales, ya luego tendría tiempo de hablar con Natasha a solas. Cuando llego la hora en la que me tendría que encontrar con Bucky entre clases me puse algo nervioso. No había hablado con él desde mi tontería de ayer y eso no era para nada normal. No quería perder mi amistad con el pero al ver más claramente las cosas me pude percatar de que ahora a los dos nos gustaba la misma persona, que los dos éramos rivales en todo este amorío, aunque no sabía si realmente iba a dar mi lucha por ello. Pensando solamente con mi cerebro llegaba a la conclusión de que Bucky era un gran partido para Tony, alguien que si lo merecía. Pero por dentro no podía dejar de ser tan envidioso y posesivo, que solo quería secuestrar a Tony y llevármelo a algún lugar alejado de todos, pesando solo en mí.

Al final del día, a pesar de que intente hablar con él, simplemente no pude. No sabía si para este punto estábamos peleados o algo parecido pero en cierta forma me dolía, después de todo, él era mi hermano. 

Finding true loveWhere stories live. Discover now