El alfa hizo un mohín, aunque obedeció al pedido alejándose de aquellos frascos que practicamente le llamaban para que los toque.

De repente, el móvil de Cora sonó. Por lo que la joven Hale lo cogió y leyó el mensaje que le había sido enviado, haciendo una mueca en el proceso.

- ¿Qué ocurre?

- Lydia dice que Erika le pidió si ella podía ir a buscar a Dylan a la guardería porque Stiles no puede. Ahora Lydia me pregunta a mí si puedo ir, pero no tengo carro.

- Podría ir yo -Se ofreció Scott, pero la pelinegra le detuvo.

- ¿Tú? ¿Con la moto? Stiles te mata si llevas a su hijo en esa cosa.

- El Camaro está afuera -Ambos voltearon a ver a Derek, el cual acababa de hablar.- Yo podría ir.

Ambos, Cora y Scott, se miraron de reojo para luego asentir al mismo tiempo. El alfa de rasgos latinos se encargó de pasarle al Hale la dirección de donde quedaba la guardería y el lobo salió en camino.

(...)

[DEREK]

No me tomó mucho en llegar a aquella pequeña escuela que también funcionaba como guardería. Estacioné el Camaro en frente y salí, caminando mientras sentía las miradas de varios padres y madres clavadas en mí. Probablemente porque ninguno me conocía.

En la entrada se encontraba una maestra con un niño de la mano. Reconocí al instante que ese era el bodoque con patas al que hace años tuve que cuidar, olía exactamente igual a Stiles. Me sentí viejo al verlo, ya era un niño.

- Hola -Saludé a la mujer.- Soy Derek Hale, vengo a retirar a este pequeño.

- Oh, si... El padre del niño nos llamó diciendo que enviaba a alguien más a por él.

Bajé la mirada y noté que Dylan me miraba con mucha atención, lo cual me hizo sentir un poco incómodo. Ningún niño me había mirado nunca de esa forma.

Pensé que sería más difícil que el niño quisiera venir conmigo. Por lo que me sorprendía cuando soltó la mano de la maestra y me tendió su pequeña mochila.

- ¿Me la llevas? -Asentí con la cabeza mientras cogía la mochila.- Gracias.

Se despidió de la maestra y comenzamos a caminar hacia mi Camaro. El cual el niño miraba con una expresión que parecía sacada de una película.

- ¡Tú auto es gigante! -Chilló con entusiasmo.

Mientras ayudaba a Dylan a subir y le colocaba el cinturón, noté como un par de madres le tomaban fotos a mi matrícula y a mi rostro ¿De verdad se pensaban que estaba intentando secuestrar al niño? Ni que tuviera pinta de asesino ¿O si?

Me miré en el espejo retrovisor: pantalones negros, zaparos cerrados, chaqueta de cuero, ceño fruncido. Mierda, tengo toda la pinta de ser un secuestrador y asesino de menores.

Decidí no ponerle atención a eso y le envié un mensaje a Cora, avisándole que ya tenía al niño y ella no tardó en responderme.

"Perfecto, traelo a la nueva veterinaria".

Guardé mi móvil y aceleré, encendiendo el GPS para ver si había alguna forma de llegar más rápido y evitar todo el tráfico que causaba el horario de salida escolar. Por suerte, había un que era un poco más largo pero por el cual casi no había autos, por lo cual iba a poder ir a la velocidad que quisiera.

En el asiento del acompañante iba Dylan, sacudiendo sus pequeñas piernas de adelante hacia atrás. Era adorable como no llegaba al suelo.

- Nunca he venido por aquí -Me dijo.- Mi papá siempre me lleva al restaurante del tío Peter, él es un viejo loco.

Tuve que reprimir la risa al escuchar eso, ya que según dicen, los niños siempre dicen la verdad.

- Yo te conozco -Me dijo de repente, y no era una pregunta, era una afirmación.- Eres Derek.

- Así es ¿Quién te habló de mí?

- Nadie.

Alcé una ceja ¿Cómo era posible que el niño supiera quien era si nunca le habían hablado de mí?

- Quizás si te han contado sobre mí, pero no lo recuerdas.

- No-o, nadie me habló de ti -Insistió el niño.- Pero yo te conozco.

- ¿De qué?

Vi como el niño hacía una mueca extraña, probablemente se estaba esforzando por recordar algo. De repente sonrió y me miró.

- Cállate niño, cállate ya o este lobo te matará -Cantó algo desafinado.- No sabes cuidar niños ¿Verdad?

Yo le miré sorprendido ¿Cómo era posible que recordara eso si pasó cuando ni siquiera sabía caminar? Además, no podía decir que alguien se lo hubiera recordado, puesto que ese día solo estábamos él y yo.

Antes de que me diera cuenta, estábamos a solo una calle de la veterinaria.

NOTA DE LA AUTORA:

Hasta aquí el capítulo, como pueden ver Dylan recuerda cosas de cuando era muy pequeño, apenas un bebé ¿A qué creen que se deba? Quiero saber qué opinan.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsWhere stories live. Discover now