Cuagesimoprimer plato

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[Jin]

Celos. Definitivamente es lo más tóxico que puedes encontrarte en una relación, lo que más la pudre y hace trizas por dentro hasta que cae. Te carcomen la cabeza, entremezclan las ideas y llenan de pensamientos negativos que emborronan la realidad hasta casi volverte loco. Porque si algo habían conseguido en mí, era hacerme perder la cordura, era que mientras veía fotos y nuevas noticias de la "novedosa relación estrella", no supiera si reír o llorar. Que con el paso de los días la mejor opción había sido dejar las redes sociales abandonadas, casi muertas, para no tener que encontrarme de nuevo con publicaciones que me hicieran llorar, y aún así siempre terminaba hallándolas en cualquier otro lugar sin querer.

Pero definitivamente, lo peor de ser celoso, era tener que ocultárselo a Namjoon.

Ya casi ni me encontraba con ganas de verle, pues al tenerlo en frente corría el riesgo de que mi boca hablara por si sola y soltara todas las palabras que llevaba este tiempo conteniendo. Corría el riesgo de que se enterara de que yo era un celoso, alguien egoísta que no sabía apreciar la gravedad del asunto, y terminara conmigo. Corría el riesgo de que se fuera para siempre, y eso era aterrador.

Por eso había dejado pasar sus tres últimas llamadas, por eso mientras sonaba el móvil, yo intentaba hacer oídos sordos a la característica musiquilla que tenía únicamente en su contacto, mientras acariciaba a Jjanggu. El tono seguía inundando la habitación, colándose por mis oídos y aumentando mis remordimientos hasta que casi se volvía insoportable. Iba a cogerlo, hasta dejé de acariciar la suave cabellera de mi mascota para agarrar el móvil. Pero llamaron a la puerta, y esa fue la excusa perfecta que necesité para dejar pasar la cuarta llamada mientras iba a abrir la puerta.

- ¿Sí? -agarré el pomo y sin pensarlo dos veces, tiré de él, desvelando la persona que había tras madera. - ¿Quié-

-...

- es...?

Me quedé estático, con la mirada clavada en los ojos de Namjoon, incapaz siquiera de abrir la boca. Poco me faltaba para echarme a temblar, y no sabía ni el porqué de mi reacción. Solo era él, no iba vestido de príncipe o superhéroe, no llevaba capa o carroza, tan solo era Namjoon, igual que siempre, con una gorra a pesar de estar en los meses más fríos del año y mi bufanda. Lo que no llevaba eran las gafas de sol, destapando completamente su inexpresiva mirada, esos ojos que no parecían tener fondo.

No sé si me daba miedo o estaba excitado. Namjoon seguía siendo infinitamente mejor que cualquier salvador de cuento, por mucho daño que me estuviera haciendo ahora aún permanecía como el favorito de mi vida.

- ¿No piensas cogerlo? -preguntó con su móvil en la mano, aún pegado a su oreja. Solo hacía falta escuchar el mío por el fondo de la casa, para saber a quien estaba llamando. Tragué saliva, sin saber que responder. - Ya veo que no -tosió en voz alta al tiempo que colgaba la llamada y guardaba el móvil en el bolsillo de su chaqueta. - ¿Al menos me dejarás pasar?

- Cl-claro... -murmuré cohibido.

Agaché la cabeza y me hice a un lado, haciéndole paso al departamento. Todo había vuelto a sumirse en un completo silencio después de que colgara la llamada, y no sabía si eso había disminuido o aumentado más la tensión. De cualquier forma, sentía que mis piernas me fallarían y caería en cualquier momento.

Cerré la puerta y seguí a una prudente distancia, a Namjoon, quien observaba el piso como si fuera la primera, y no la centésima vez que lo veía. No fue hasta que llegamos a mi habitación, donde aún estaba Jjanggu tumbado en la cama, que me miró. Aunque no creo que lo hiciera por el animal, sino más bien por el dispositivo que también descansaba plácidamente en la mesilla de noche. Abrí la boca con intención de explicarle, probablemente de liarme entre mil excusas sin sentido, pero no hizo falta ni que pronunciara media sílaba. Antes de eso se acercó y puso dos dedos en mis labios.

- No te preocupes - sonrió débilmente y me besó lo que duró su sonrisa, apenas unos segundos. Yo estaba desconcertado, intentando encontrar el motivo de que actuara tan encantador como siempre después de lo sucedido, pero no parecía haberlo. - ¿Vemos una peli?

- Es tarde, pe-pero si quieres...

- Puedo quedarme a dormir.

- ¿Quieres quedarte a dormir? -quizás soné más sorprendido de lo que debería. Me miró extrañado y asintió al tiempo que comenzaba a quitarse las prendas de abrigo, es decir, impermeable y sudadera. - Iré a hacer palomitas... -murmuré en voz baja, buscando cualquier pretexto para salir de aquel cuarto que empezaba a agobiarme.

Además de dos boles de palomitas, añadí una pizza a la lista, intentando aumentar el tiempo de espera para encontrarme de frente a frente con él otra vez. Mi cabeza seguía dándole vueltas y vueltas a lo que acababa de suceder, al motivo por el cual vino sin aviso a verme y no se enfadó cuando supo que estaba ignorándole. Lo habría entendido si fuera una urgencia, pero en ese momento, mientras estaba tumbado tranquilamente en la cama, recostado en el cabecero, aún con la gorra puesta y la vista pegada al portátil en busca de alguna película, no me hacía pensar que viniera por algo urgente.

Decidí dejar pasar el tema y centrarme en terminar la pizza sin armar un estropicio. Cuando estuvo lista, lo llevé todo sobre una enorme bandeja de plástico. Bajo el brazo llevé una botella de agua, casi helada y sin que hubiera estado en la nevera. No exageraba cuando decía que las temperaturas en estos días estaban siendo muy bajas, hasta llegaba a nevar por la noche.

- ¿Qué has escogido? -pregunté tras dejar la bandeja en la cama y hacerme un hueco junto a él. Para mi sorpresa abrió las piernas y apartó el ordenador, indicándome que me colocara entre ellas. Una pequeña sonrisa se me escapó de los labios, la cual intenté disimular mientras me sentaba y apoyaba en su pecho. Volvió a poner el ordenador, esta vez sobre mis muslos, y agarramos uno de los cuencos con palomitas, el cual también acabó en mi regazo.

- ¿Ese no es el drama que vimos en la tele? -asintió y pulsó el play, dando comienzo a la exageradamente cursi intro de la serie. Seguía siendo igual de mala y predecible, a pesar de los ligeros cambios de personajes. Sí, porque ni siquiera parecía ser la misma temporada. - ¿La viste solo en tu casa? - volvió a asentir, evitándome mirar, y se metió un puñado entero de palomitas dentro de la boca. - ¡¿Vas por la octava temp-

- ¡Shhhhhhhh! -me metió otro puñado a mí en la boca mientras terminaba de masticar el suyo. - No hables que ya empieza.

- Luego me dices a mí que s-

Me interrumpió de nuevo, pero esta vez sosteniendo mi mandíbula, girando mi rostro y besándome más profundamente que la primera vez. Aún podía apreciar el gusto de sal de las palomitas en su boca, el mismo que había en la mía propia. Cuando se separó, quise tirarlo todo y volver a repetir eso, pero no lo hice. En su lugar me quedé embobado, esperando que el tomara la iniciativa, pero de nuevo, tampoco eso fue lo que sucedió.

- Guarda silencio, princesa -me ordenó frunciendo el ceño, como si yo no fuera más que un niño que da problemas. Cualquier diría que era él la persona inmadura que se moría por ver una estúpida serie cliché y excesivamente cursi.

Inflé los mofletes, decepcionado con mi sustitución, y me giré de nuevo a la pantalla. A medida que avanzaba Namjoon me iba explicando pequeños datos innecesarios y que aún sin haber visto los capítulos anteriores eran más que obvios. No entendía como él podía estar tan expectante de lo que pasaría cuando todo estaba clarísimo desde que empezó el capítulo. Suspiré y me recosté aún más en él, comiendo ahora un trozo de pizza con desgana. Con cada mordisco yo iba alejándome más de lo que sucedía en la pantalla del ordenador y relajándome por el simple hecho de tener a Namjoon rodeándome.

A pesar de todo, seguía siendo mi mejor calmante.

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Pretendía subir muchos más hoy, pero solo habrán estos dos. Mañana intentaré escribir algunos más ;-;

Es que realmente no me sentía con ganas. Vuestra satánica está deprezivilla. Supongo que son cosas de la edad y eso, pero hay veces en las que te sientes muy sola y solo quieres a alguien que esté abrazándote. Y no sé. Es triste sentirse sola.

¡ODIO LOS MOMENTOS CURSIS DE TODO! ¡MALDITO EL DÍA EN EL QUE NACÍ HUMANO Y NO PLANTA!

Taste it [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora