Vigesimosegundo plato

30.5K 4.6K 2K
                                    


[Jin]


Eliminado.

Efectivamente, me habían eliminado. Estaba fuera, descalificado, suprimido de la lista de concursantes. Y todo esto a un paso de la final, a un maldito paso de la emisión que podría llevarme a la victoria.

- Te juro que te voté de forma justa, realmente pensaba que tu plato era el mejor.

- ...

- ¿Jinnie?

Llevaba intentando animarme desde que nombraron mi nombre como la persona que tendría que abandonar el programa, como el protagonista de la derrota en esa emisión. Inmediatamente tuvieron que pasar a anuncios debido a que el rubio se puso en pie y corrió a abrazarme, reconfortándome tanto que las lágrimas no tardaron en salir.

No lloraba por haber perdido, sino por la frustración de haber podido hacerlo mejor, porque sabía de sobra que era capaz de ganar el concurso, simplemente lo era y punto. Pero no lo demostré, y en finales, un pequeño fallo podía hacer caerte, y yo caí aunque Namjoon intentara sostenerme con su voto.

- No es la primera vez que pierdo, puedo manejarlo, tranquilo... –forcé una amarga sonrisa, recordando mi primera eliminación y el desastre que cometí en ese programa. Pensando en positivo, al menos pude mejorar mi imagen.

- No digas eso –quitó las manos del volante y me abrazó. Obviamente no estábamos conduciendo, de hecho ni siquiera había arrancado, seguíamos en el parking del edificio de emisión, parados como idiotas, yo intentando reprimir las lágrimas con todas mis fuerzas y él empujándome de forma involuntaria a soltarlas. Como en ese momento. Fue sentir como me rodeaba de nuevo con sus brazos y echar a llorar, debatiéndome entre ser fuente o persona. Era tan agradable sentirle cubriéndome, tan reconfortante. –Oh, bebé...

- N-no digas eso –reí torpemente, sorbiendo los mocos y limpiándome, o intentándome limpiar la cara con las mangas de la sudadera que me había prestado. Era negra y me quedaba algunas tallas más grandes y olía a él, es decir, que me encantaba. –t-tú eres m-mi bebé, no yo...

- Tú también eres mi bebé –respondió con una sonrisa, besándome la frente y limpiando mis mejillas con su mano por mí. –Y hoy te voy a mimar como tal, ¿sí?

- N-no hace falta –se me escapó una risa al ver su cara emocionada, como si se le hubiera encargado el trabajo más importante del mundo.

- Que sí, hazme caso. Hoy prepararé yo la ce-

- ...

- Bueno, hoy pediré una pizza tan rica que llorarás de lo buena que estará. Y luego helado. Y luego otra vez pizza.

- Eso me gusta –me apoyé en su hombro, contemplando la idea de pasar una noche así con él.

- ¡Hasta te haré un masaje!

- Luego no vale negarse, eh.

- Nonono, te lo juro. Te haré el mejor masaje del mundo. Y si quieres te cantaré una canción para que te duermas. Y también limpiaré todo tu piso para que mañana no tengas que hacerlo, y te daré besitos curativos como los que das tú, y...

- Namjoon, para –le interrumpí entre risas, cubriendo su boca con mis manos y mirándole con diversión. Ya casi ni recordaba el concurso de cocina. Él me miró con desconcierto y emitió un sonido con su garganta para hacerme entender que me escuchaba. – Solo quiero que te quedes a dormir, no hace falta nada más.

- Igual pediré pizza –terminó declarando con una sonrisa a tiempo que ponía finalmente el coche en marcha. – Y helado.

- Y en verdad, el masaje no era tan mala idea.

- Pues no se diga más.

Volví a reír, abrochándome el cinturón y dejándole un beso en la mejilla, justo sobre su hoyuelo, cuando me incliné para enganchar la hebilla. Ni siquiera estábamos saliendo del garaje cuando añadí en voz baja.

- Y si podemos pasar a comprar condones, mejor.

Él me miró atónito. Tragó saliva, subiendo y bajando su nuez sin apartar la vista ni un segundo. Y tan solo tosió, normalizando su reacción, o al menos intentándolo, y asintió como si nada. Como si no acabara de sufrir casi un infarto con mis palabras.

Definitivamente me daba igual haber perdido el concurso, pues me había llevado el mejor premio del mundo. 

Taste it [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora