Blood Born

El Misterio De El Ultimo Miembro

Reidaz POV

Pude sentir algo raro en la escuela así que me dirigí allá, ¿pero saben qué? No tengo super velocidad o como quieran llamarlo así que, si alguien muere, no es mi culpa. En el camino me tope a Ariel en el suelo, ¿qué casualidad no? Como si fuera destino...

— Sé que eres la chica de Drake, ¿pero esto es destino no crees? Lamentablemente no puedo aceptar tu propuesta, eres chica de alguien que considero mi hermano y-

— ¡Idiota! Tus amigos están ahí adentro a punto de asesinarse entre ellos, ¿y tú me estas tirando piropos?

— Vi su rostro y vi como las lágrimas caían en sus mejillas.

Me asomé en la puerta del sótano y pude ver todo lo que estaba sucediendo... ¡Alguien organizo una fiesta de disfraces sin invitarme!

— Una vez más me dejan con el trabajo sucio... Bueno, al menos esta vez no tengo que recorrer todo Nylreg para encontrar una planta. Entonces, ¿qué hacemos aquí? Drake está luchando con Kiaraliz, Kiaraliz ataca a Daniel y Daniel ataca a ambos. Caleb se ha transformado en un lagarto gigantesco que está intentando agarrarme con su lengua... Sé que es el chico invisible, pero... ¿En serio tenía que transformarse en un camaleón? Al menos se ve mejor que cuando enseña su rostro, que horror de cara.

Tomé mi celular en la mano mientras evadía la lengua del camaleón. Enchufé mis audífonos en mi celular y puse música. Agarré la lengua del lagarto y la apreté, lo acerqué a mí y lo utilicé como pandereta dándole puños en la cara entre medio de los ojos. Luego de eso amarré su lengua con sus brazos y piernas y le di un golpe detrás del cuello con una patada. Luego de dejarlo inconsciente, lo agarré y lo lancé fuera del sótano, donde volvió a la normalidad y en realidad no está invisible ya. Kiaraliz y Daniel me agarraron los brazos y trataron de dividirme en dos partes. Los halé hacia mí y los hice chocar uno con el otro. Daniel se levantó y me mordió el pie, lo patee y quedó al otro extremo del sótano. Luego Kiaraliz se levantó y me raspó la espalda, tomé su mano y se la viré hasta partirla. Luego le partí la rodilla y el cuello y la lance fuera del sótano. Es vampira, creo que vivirá... creo...

Quedaba Drake y Daniel, ambos fueron corriendo hacia mi ferozmente y al acercarse, les acerté un golpe a ambos en la frente. Al ambos caer, agarré a Drake y le partí el cuello, no funcionó así que lo agarré una vez más y le arranqué el corazón con mis manos, quizás lo haya matado, pero luego lo lancé fuera del sótano. Daniel era el único que faltaba, no lo detuve a tiempo, su transformación terminó por completo y era aún más fuerte. Me lancé rápidamente hacia él y al estar bastante cerca, pasé por debajo de sus piernas y le rompí las costillas con un puño. El lobo quedó en el suelo gimiendo de dolor. Lo agarré por la cola y lo lancé hacia una de las paredes y le partí varios huesos.

— La música se acabó... Bueno... Al menos ya terminé... –dije mientras subía las escaleras y me comía una paleta que tenia guardada en el bolsillo.

— Mas vale que no los hayas matado. –me dijo una voz en mi cabeza.

Al subir, Ariel se lanzó hacia mi lanzándome puños y llorando con sus amigos alrededor de ella lo que parecía que estaban muertos.

— ¡¿Por qué hiciste eso?! ¡Pudimos buscar a Frankenstein, a Drácula, a las brujas! ¡¿Por qué los asesinaste?! –gritaba Ariel mientras me daba puños en el pecho y yo la dejaba hacerlo.

Ariel luego de llorar, golpearme y tirarse de rodillas en el suelo, miró hacia atrás y miró a los demás que estaban en su forma humana y dormidos.

— ¿Cómo...? –preguntó Ariel, confundida, con el poco de aire que le quedaba.

— Llorona. –dije entre dientes.

— No somos mortales. Si nos rompen el cuello vamos a revivir. –dijo Kiaraliz

— Pero Drake, le arrancaste el corazón...

— Drake es distinto, tiene mucho que explicarles a ustedes. –dije mientras tomaba asiento en el suelo.

— Drake... ¿Qué eres? –pregunto Ariel sintiéndose traicionada.

— Ariel... Deberás de hablar con Drake luego, ¿vale? –dijo Daniel.

— ¿Tú sabías de esto? –preguntó Ariel

— Drake y Kiaraliz son iguales, aunque ambos son iguales de una manera distinta.

— Tienen mucho que contestar y una vez me contesten esta última pregunta, me iré. Entonces... ¿Cómo es que todos están normales?

— Al parecer mi teoría era cierta, a la vez que los saquen del sótano, la presencia del sótano no les afectaría más.

— ¿Y si la teoría no daba resultado?

— Tendríamos los monstruos más fuertes, libres, descontrolados por todo Lainat.

— En otras palabras, pusiste el mundo en riesgo.

— Algo así, sí, ¡pero fue divertido!

— ¿Y cómo es que tú no te transformaste? ¿Cómo te encargaste de todos en tu forma humana? ¿Qué eres?

— Bueno... Soy su amigo. –dijo Reidaz acostándose a dormir en el suelo.