La nueva integrante

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Drake

—¡Boop! ¡Boop! ¡Código cuatro, código cuatro, alerta de un código cuatro! —anunciaba Frankenstein por un micrófono mientras estaba montado en una silla con ruedas corriendo por toda la universidad.

—Director, pareces un niño chiquito. —dije mientras el director daba vueltas alrededor de mí.

Salí de la universidad hacia la entrada para recibir a la humana e intentar sacarla de aquí lo antes posible. Al llegar a la entrada, ya ella había entrado y se dirigía a la oficina. Rápidamente corrí hacia ella y unos cuantos pies antes de llegar, me detuve y verifiqué si me veía bien en uno de los espejos de los pasillos de la escuela. Claro, ¿no quedó claro que estoy algo interesado en la humana? Me acerqué a ella y le hablé.

— Hey, ¿te acuerdas de mí? Perdóname, te señalé el autobús equivocado. Esto es una universidad para personas... Especiales... ¡De educación especial! —dije mientras pensaba en el resto que me iba a inventar por si preguntaba o decía otra cosa.

—Oh, ¡no se preocupe! En realidad, estoy considerando aún más este lugar, es algo especial... puedo sentir que es diferente y nada más de entrar, me siento cómoda y los estudiantes son bien sociales, aunque el chofer del autobús es un poco... destructivo. Deberían de multarlo o arrestarlo.

—Oh, sí, él tiene problemas de actitud... —dije mientras escondía la identidad del chofer.

¿Conoces a Anubis? Sí, el dios de la destrucción, Anubis, ese mismo, el que estás pensando. Bueno, ese es nuestro chofer. Es algo... Caótico y destructivo mientras conduce, pero mi padre, hace muchos años atrás, encerró cierta parte de él en algún lugar de este mundo, pero aun así sigue dentro de él ese deseo de volver a su naturaleza. Es algo inofensivo, no mataría a nadie, aún.

— Bueno, yo estaba buscando en qué lugar ingresar y me gustaría estar aquí, me siento algo cómoda en este lugar. –dijo la chica mientras acomodaba su cabello detrás de su oreja de forma tierna.

— No, no, no, esta universidad es muy mala, pésima educación y sin mencionar la pésima comida. —dije mientras cada paso de la chica me conducía más y más cerca hacia la oficina.

— Eso no importa. —la chica entra a la oficina mientras el director y la secretaria están debajo de la mesa. — Em, creo que llegué en mal momento, si quieren puedo venir luego. —dijo la chica avergonzada por las cosas que se había imaginado que ellos estaban haciendo.

— No, no, no estaba pasando nada. —dijo el director nervioso— Pase, pase, ¿en qué podemos ayudarla? —dice el director mientras se acomoda y la secretaria se levanta con vergüenza.

— Bueno, yo iba a ir a Fresh Year University a ingresarme, pero me gustaría asistir a esta universidad. Creo que es el lugar correcto, tiene algo distinto y me encantaría asistir aquí.

— Oh, por supuesto... Necesitas certificado médico, ID, acreditaciones, más de cincuenta certificados, recomendaciones y la firma de diez adultos. —dijo el director pensando en que sería algo imposible para alguien de su edad conseguir tantos documentos. El director no podía simplemente rechazarla, todo es gracias a mi padre, ya que hace muchos años atrás, quería hacer la universidad libre para todo ser. ¿Les mencioné que él es el fundador?

— Oh, por supuesto... —dijo la chica mientras buscaba una carpeta en su mochila— Míralo todo aquí. —la chica sacó una carpeta que podía contener desde los secretos de la vida, hasta la biografía de cada persona en la Tierra.

— Oye, no sabes en qué te estas metiendo. —dije a la chica alarmado con lo que estaba sucediendo.

— Joven, según tus papeles, aquí dice que debes ir a Fresh Year University... Que ya estás ingresada allá. —dice Frankenstein.

— Oh, entiendo... Bueno, gracias. —la chica dijo mientras salía de la oficina.

El director y yo nos miramos directamente y comenzamos a pensar lo mismo. ¿Por qué la chica aún estaba parada frente a la puerta del director a pesar que le acaban de decir que debe ir a Fresh Year University? Luego mi padre apareció en el cuarto de entre unas sombras.

— Buajajajejeee... —mi padre intentó hacer una risa maligna, pero se ahogó un poco con su propia saliva y comenzó a toser— No es fácil reírse así. Bueno, ha llegado a mis oídos que una humana está en la escuela, ¿me ocupo de ella? —dice mi padre mientras se muerde los labios y sus ojos tornan a un rojo brillante.

— ¡Nadie la va a tocar! —dije furioso por lo que mi padre estaba pensando.

— Tranquilo, era bromeando, ando en una dieta estricta de conejos, gallinas y personas de mi edad. –dijo mi padre mientras tomaba asiento.

La chica entró de nuevo a la oficina con mi celular en mano, colgó la llamada que tenía y guardó el celular en su bolsillo. Había olvidado por completo que aún tenía mi móvil.

— Bueno, hablé con el rector de aquí y bueno, estoy ingresada aquí ahora. —dice la chica con una enorme sonrisa– ¿Cómo él llegó aquí? No estaba aquí hace unos minutos. —dijo la chica mirando seriamente a mi padre.

— Eso no es importante. Pero, ¿cómo tienes el número del superintendente de esta escuela? —dice mi padre sospechoso de la identidad de la chica.

— Él, al parecer, es mi padre. Sabía que era superintendente de una escuela, pero no sabía exactamente dónde era. Hasta que vi su nombre afuera debajo del nombre de esta escuela, Fenón Olimpia.

Todos nos quedamos en asombro por lo que la chica dijo. Todos nos miramos y pensamos lo mismo. Debemos ahuyentar a la chica. El superintendente nunca visitaba y además de todo, la universidad fue nombrada a su nombre por razones desconocidas de mi padre, el problema es que mi padre ni se acuerda. Frankenstein a pesar de ser uno de los fundadores al igual que mi padre, tampoco recuerda, pero esta chica, parte de su mundo es el de nosotros.

—¿Cómo te llamas? —preguntó el director mientras aguantaba el portafolio de la chica en sus manos.

— Ariel Olimpia Cid, aunque si estuvieras leyendo con un poco más de atención mi portafolio, podrías ver que tiene mi nombre en la portada.

Blood BornWhere stories live. Discover now