Blood Born

La cena

Drake POV

Al llegar a casa, mi padre tenía una cena preparada en honor a Ariel. Mis amigos llegaron poco después de nosotros haber llegado. Ariel tomó asiento a mi lado derecho, frente a Ariel estaba Kiaraliz y a su lado izquierdo estaba Daniel. A mi lado izquierdo estaba Caleb y en la esquina izquierda estaba Reidaz. Mi padre estaba sentado en la esquina opuesta con su silla parecida a un trono.

— Ariel, prueba este jugo, te encantará. –le dijo mi padre a Ariel mientras levitaba una copa de un jugo color vino. Agarré el vaso antes de que llegara Ariel y me deshice de lo que contenía.

— ¡¿Por qué hiciste eso idiota?! ¡Tu padre me ofreció eso a mí, no era para que lo botaras!

— Ese jugo era para que perdieras conciencia y el pudiera tomar de tu sangre. Tenía Olvan, Serium y Oclus, plantas típicas de mi mundo que pueden debilitar a los humanos, aparte de eso tenía un poco de su sangre. Perderías conciencia por al menos ocho horas.

— Oh... –dijo Ariel separándose un poco de la mesa, mientras mis amigos se reían.

—Oye, comete esto, no has comido nada con azúcar en todo el día Ariel. –le dije a Ariel susurrando mientras ella me lo agradecía pero a la misma vez no confiaba en mi tampoco. Observó bien mis ojos y se comió el bombón que le di.

— ¿Un bombón para un bombón? Qué lindo Drake. –Ariel dijo de manera coqueta pero disimulando, mientras que Kiaraliz me miraba bastante amenazante. Continuamos comiendo hasta que mi padre fue a la cocina y me fui detrás de él.

— ¿Qué estas pretendiendo hacer ahora papá?

— Nada, solo pienso probar un poco de su sangre a la fuerza. –dijo mi padre mientras se acercaba a Ariel rápidamente.

— Papá detente, ¿qué es ese olor que proviene de Ariel? –dije mientras mi papa gruñía silenciosamente– Es azúcar y lamentablemente, eres diabético. –mi papá gruñó y tomó asiento de nuevo.

Continuamos cenando y mis amigos comenzaron a hacer juegos, contar cuentos y anécdotas antiguas. Hasta que mi papa le pasó un plato de comida a Ariel y yo lo lance por la ventana antes que llegara a sus manos.

— ¿De nuevo Drake? Eso era un plato de comida normal, lo vimos sirviendo frente a nosotros.

— Ariel, mi papá es diabético y hace unos minutos intentó morderte pero el dulce que te di evitó que lo hiciera. El plato que te pasó, contenía carne, vinagre, vegetales verdes, legumbres y un poco de canela que le hecho alrededor del plato para el olor del vinagre. Todo esto haría que tu nivel de azúcar baje drásticamente. Come esto mejor.  –le di un plato a Ariel con alimentos de mi mundo los cuales contenían un reemplazo para la azúcar lo suficiente para alejar a mi padre y que no le cause nada a Ariel en el proceso. Mi padre luego de unos minutos, le dijo a Ariel que lo mirara a los ojos.

— ¡Mírame a los ojos y contempla mi poder, observa la oscuridad en ellos y déjame tomar de tu sangre!

— Em... Ok pero no, prefiero que ningún vampiro me toque, gracias. –dijo Ariel seriamente y con una mirada peor que la de Kiaraliz.

Mi papá quedó sorprendido y en un segundo corrió a la cocina. Fui detrás de él para ver qué haría ahora. Pero cuando llegué lo vi como un niño chiquito en una silla de madera molesto.

— ¿No eres un poco viejo para estar refunfuñando y hablando entre dientes?

— Mis poderes no funcionaron... Ya me estoy volviendo viejo, pronto tendrás el manto de Drácula y serás gobernador, mi tiempo se está acabando...

— Papá, primero, eres inmortal, no envejeces y no morirás, tú eres quien decide quedarse en esa forma de anciano, es parte de tu poder. Segundo, deberías regresar a tu forma normal, cuando eres anciano actuas muy distinto y sinceramente pareces algo idiota. Tercero, Ariel tiene lentes de contacto puestos, se los di ya que sabía que intentarías algo.

— ¡Pequeño hijo de-!

De pronto, interrumpiendo a mi padre, de las hermosas palabras que iba a decir. La puerta principal de la casa abrió bruscamente haciendo un alboroto. Ya era de noche, no podíamos ver quien estaba en la puerta ya que una tormenta había azotado el pueblo de repente. Una sombrilla roja estaba frente a nosotros y la persona que la tenía estaba pasando trabajo para cerrarla, nos reímos hasta que logró cerrar la sombrilla, todos se emocionaron, lo abrazaron y lo dejaron pasar. Lo trataron como un rey ofreciéndole de todo, especialmente Kiaraliz y Daniel que estaban escuchando las historias de sus aventuras.

— Drake, ¿quién es él y por qué todos están emocionados menos tú?

— La única razón por la que no me emociono de verlo es porque lo odio, no debió de volver a esta casa, debe de estar aquí por algo, siempre tiene algún motivo. Espero que no intente luchar de nuevo, no tengo tiempo para él.

— ¿Pero quién es?

— Se llama Blake, un vampiro malvado lleno de oscuridad, se dice que ha asesinado a otros vampiros, que se alimenta de ellos. Nunca aparece por aquí a menos que tenga un propósito. Nunca se ha confirmado nada y no han podido conseguir evidencia de sus actos pero bastantes cosas que ha hecho. Lamentará el día que se le ocurrió volver.

— ¿Y cómo rayos lo dejaron entrar aquí y por qué lo abrazan?

— Bueno, también es mi hermano.

— Oh... Entiendo... Celoso...

— ¡Por supuesto que no!

— Si claro, como digas. –Ariel miró hacia la puerta, la cual dejamos abierta– Drake... No puedo ver muy bien, pero si ese es tu hermano, ¿quién es el que está parado frente la puerta?