Capítulo 29: Revelaciones

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No me doy cuenta de que la tortura ha terminado hasta que siento los fuertes brazos de Peeta rodearme cogerme en brazos y acunarme. Tengo los ojos muy apretados y no me atrevo a abrirlos aún y las manos las tengo todavía apretando mis orejas.

Se sienta en la arena conmigo posicionada en su regado, me abraza y me acuna mientras me susurra palabras tranquilizadoras y yo empiezo a temblar.

Peeta: - Tranquila, Shhh. Cariño ya estoy aquí...

(TN): - Tú no lo has oído. -Le digo en un susurro entre sollozos.

Peeta: - He escuchado a Haymitch al principio, pero no era él, era un charlajo.

(TN): - Si... sí que era él, en algún sitio de aquí, el charlajo lo único que hacía era repetir el sonido.

Peeta: - No cielo, eso es lo que ellos quieren que pienses, esa no era su voz y si lo era, la han sacado de alguna entrevista o algo y la han distorsionado haciéndole decir lo que fuera que dijera. Con el resto ha ocurrido igual.

(TN): - No, estaban torturándolo Peeta. Probablemente este muerto ahora.

Peeta: - Cariño, no pueden matarlo, es nuestro mentor y tiene que estar presente

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Peeta: - Cariño, no pueden matarlo, es nuestro mentor y tiene que estar presente. A demás, ¿qué es lo que pasa cuando llegas a los ocho tributos finales? – Me dice con voz tierna y comprensiva, como si estuviera explicándole a un niño de 4 años porque no puede comer tantos dulces.

(TN): - Que entrevistan a tu familia y amigos en casa. Pero yo no tengo...- Le digo para mentirle a las cámaras. Tengo que contárselo, pero tengo que encontrar el momento indicado.

Peeta: - Eso es, y como no tienes a familia que entrevisten, entrevistan a tus amigos y a Haymitch. Y, ¿todo eso pueden hacerlo si ellos están muertos? - Yo niego con la cabeza. - Bien, pues eso nos indica que están vivos. Todo era un truco cariño, un truco horrible, pero piensa que nosotros somos los únicos a los que les pueden hacer daño.

(TN): - ¿Estás seguro de eso? – Le digo en un susurro.

Peeta: - Absolutamente. – Me da una muy tierna sonrisa que consigue reconformarme un poco.

Johanna: - No pueden matar ni a Haymitch ni a los demás, todo Panem con el Capitolio incluido les ha cogido cariño. A menos que quieran que todos alcen sus manos y hagan una rebelión, deberán aguantarse. – Dice tras la espalda de Peeta interrumpiéndonos. – Voy a por agua.

Veo que se dirige hacia el bosque de los charlajos por lo que me altero y le grito.

(TN): - ¡No! No vayasallí. Los charlajos...

Johanna: - No pueden hacerme daño, a comparación de vosotros, yo no tengo a nadie con quien puedan herirme.

Se va y al rato vuelve con conchas llenas de agua. Se acerca a nosotros que aún estamos en la misma posición y me da una. Finnick se ha ido al agua y Beetee está concentrado mirando su cable.

En llamas (Peeta Mellark y Tu )Where stories live. Discover now