En llamas (Peeta Mellark y Tu )

Capítulo 8: Rumbo al distrito 11

Lo dejo encima de la mesita y me subo a la cama con cuidado. Me acerco a Peeta y le doy un beso en la mejilla.

(TN): - Peeta... Ya es de día... Despierta... Tenemos que estar dentro de unas horas en la estación...-Digo con voz suave. Peeta sofríe aun sin abrir los ojos y comienza a desperezarse.

Peeta: - Buenos días...- Me inclino un poco para coger la bandeja y me siento a su lado poniendo la bandeja encima de mis piernas. – Vaya... Me gustaría despertar todos los días de esta forma... Quizás me replantee esto de venir a vivir aquí... -Dice en broma.

(TN): - Venga a desayunar...- Digo riéndome.

Cuando terminamos el desayuno, él se retira a su casa a cambiarse. Como aún tengo tiempo, aprovecho para ir al bosque a cazar. Allí me encuentro con Katniss, pero ella ya ha terminado. Me quedo vagando por el bosque, veo la oportunidad de cazar algunas presas, pero decido no hacerlo ya que hoy no voy a poder comérmelas por lo que me dedico a pasear y pensar.

A media mañana, sobre las 11:00 me retiro hacia casa. Al entrar percibo un olor a rosas inconfundible. Un agente de la paz aparece por la puerta del comedor y me indica que le siga. Me siento un tanto intimidada de que estén merodeando por mi casa aún que, para ser sinceros, realmente, la casa es de Snow. Me lleva a la oficina que hay al final del pasillo y como sospechaba, el presidente Snow se encuentra sentado detrás del escritorio.

El agente de la paz se retira cerrando la puerta y nos deja al presidente y a mí a solas.

Snow: - Bienvenida señorita Smith. Siéntese.

(TN): - Gracias presidente Snow, lamento no haber estado aquí para recibirlo. Si hubiera tenido conocimiento sobre su visita hubiera preparado algo para su llegada. - Le miro fijamente, no dejándome intimidar por su penetrante mirada.

Snow: - Ya lo creo, no tengo la menor duda. – Me mira desafiante.

(TN): - ¿Que se le ofrece? Dudo que sea una visita de cortesía, ¿me equivoco?

Snow: - No, no se equivoca. He venido a hablarle sobre los sucesos ocurridos en los juegos.

(TN): - ¿A qué se refiere presidente?

Snow: - Usted sabe muy bien a que me refiero señorita, pero no me importa recordárselo. A pesar de que quien promovió idea fue la señorita Everdeen, fue usted quien sacó las bayas y desafió al Capitolio.

(TN): - ¿Me está tratando de decir que no debería de haberlas sacado? ¿Que se supone que debería haber hecho según usted presidente?

Snow: - Haber seguido las normas de los juegos y si usted quería ser vendedora, haber acabado con sus otros dos compañeros.

(TN): - Pues lo lamento presidente, pero mi intención en ningún momento fue desafiarle, puede estar seguro de ello.

Snow: - Hay muchos distritos, los más desfavorecidos, que ese acto, el de sacar las bayas, no lo han visto como un acto de amor, amistad o como quiera usted llamarlo, sino que lo han visto como un desafío, como un acto de revolución.

(TN): - De nuevo presidente, le digo que nunca ha sido esa mi intención, además, en realidad, no es mi culpa. Mi única intención era que Peeta y Katniss se salvaran, quería mantenerlos a salvo, ciertamente a mí no me importaba morir si ellos Vivian.

Snow: - Con o sin intención, su acto ha causado que haya levantamientos en esos distritos. – Me dice seriamente y amenazante. - ¿Sabe por qué? Porque pensaron que sí una simple colegiala del distrito 12 ha podido desafiar al Capitolio y ha salido impune, que va a impedirles a ellos hacer lo mismo.