Capítulo 28: Tortura

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Finnick no ha dado el primer golpe para clavarla al árbol cuando un grito lleno de miedo y dolor irrumpe en el aire. El grito se me hace muy familiar por lo que me olvido de todo y comienzo a correr y correr adentrándome en la selva en dirección a donde proviene el grito. Del mismo lugar, comienzan a surgir nuevos gritos que me ponen enferma.

(TN): -¡¡Cinna!! ¡¡Haymitch!! -Me abro paso entre la pared de vegetación y llego a un pequeño claro.

El sonido proviene de arriba y ya no es una única voz, son muchas. Miro y miro a mi alrededor en todas partes, pero no veo a las personas que gritan por ninguna parte. En la rama de un árbol cercana, veo un pájaro negro con cresta. Lo reconozco al instante, es un charlajo. Lo silencio con una flecha en la garganta. No es real, me digo a mí misma. Es un truco sádico de los Vigilantes. Finnick llega a mi lado.

Finnick: - ¿(TN)? -me mira entre preocupado y asustado.

(TN): -Estoy bien, creí haber oído... da igual, no importa. -El grito de una mujer desconocida para mí, pero no para Finnick, se escucha por el aire. Se pone blanco y en sus ojos percibo terror. -¡¡Finnick, no!! ¡¡Espera!!- Digo extendiendo mi mano para paralo, pero se escapa de mi agarre y desaparece rápidamente de mi vista corriendo. - ¡Finnick! -Lo llamo, pero soy consciente de que no se va a esperar a que le dé una explicación. Le sigo corriendo.

No tardo mucho en encontrarlo gracias a sus huellas. Llego hasta él y veo que está mirando hacia un árbol. Los gritos salen de entre las hojas del árbol.

Finnick: - ¡Annie! ¡Annie! – Veo que está entrando en pánico por lo que escalo el árbol y cuando lo veo, le disparo una flecha. El charlajo cae a los pies de Finnick, lo coge y veo cómo va atando cavos.

(TN): - Está bien Finnick, sólo es un charlajo. Están torturándonos, no es real. No es tu Annie. 

Finnick: - No, no es Annie, pero la voz es suya, los charlajos imitan lo que oyen, ¿De dónde han sacado los gritos (TN)?

(TN): - Oh Finnick... No creerás que...

Finnick: - Sí, lo creo. Eso es exactamente lo que creo. – Me llevo las manos a la boca del horror. En mi mente, me imagino a Haymitch, a mi padre, en una habitación blanca, atado a una mesa torturándolo. Mis rodillas flaquean y caigo al suelo.

Finnick se agacha para sostenerme y sé que me está diciendo algo, pero no consigo centrarme para escuchar el que. Vuelven los gritos de Jack, de Rue, de mi padre, de Cinna e incluso de Peeta, aunque soy consciente de que está a solo unos metros de nosotros, su grito me afecta. Los gritos de dolor, de terror, de súplica se quedan en mi mente.

Finnick: - No, no, (TN) no son ellos. Jack y Rue están muertos no les pueden hacer daño y Peeta está en la playa. - Soy perfectamente consciente de que están muertos al menos sé que Rue lo está, pero aún y así me duelen los gritos. – Venga vamos, salgamos de aquí.

Finnick comienza a arrastrarme hasta la playa. Veo de reojo a Peeta y Johanna de pie entre una línea de árboles. Alivio y furia me invaden porque no han venido a ayudarme. Es más, porque no han venido tras nosotros, no estábamos tan alejados como para que no escucharan nuestros gritos y los de los charlajos. Incluso ahora se mantienen parados. Veo que mantienen las palmas levantadas y mueven los labios, pero a nosotros no nos llega ningún sonido. Veo desesperación en la cara de Peeta y comienza a golpear al aire. No, no es el aire, es una pared transparente. Es tan transparente que hasta que no nos chocamos con ella no nos percatamos.

Ahora comprendo porque no han venido

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Ahora comprendo porque no han venido. La barrera no nos permite salir ni a ellos entrar, vamos a tener que pasar una horrible hora aquí dentro. Peeta aprieta su palma contra la barrea y yo levanto la mía imaginando que puedo sentirlo.

Veo como sus labios se mueven, pero sigo sin escuchar nada, solo escucho los gritos que me atraviesan el corazón y que me invaden el cerebro. Intento leer sus labios, pero no tengo manera de concentrarme. Empiezan a llegar charlajos y nos rodean empezando un concierto horrible de voces de personas a las que queremos.

Finnick se da por vendido y se acurruca en el suelo apretando lo más que puede sus manos contra sus oídos, yo trato de mantenerme fuerte y pensar que es un truco, pero el conjunto de voces de mis seres queridos y encima el dolor que transmiten ell...

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Finnick se da por vendido y se acurruca en el suelo apretando lo más que puede sus manos contra sus oídos, yo trato de mantenerme fuerte y pensar que es un truco, pero el conjunto de voces de mis seres queridos y encima el dolor que transmiten ellas, hacen que finalmente me dé por vencida y me acurruque como Finnick. Me abrazo y me tapo los oídos tratando de bloquear los gritos de dolor de mi padre, de Rue, de Cinna, de Jack y a ellas se le añaden los de Gale, Katniss y Prim.

No me doy cuenta de que la tortura ha terminado hasta que

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No me doy cuenta de que la tortura ha terminado hasta que... 

En llamas (Peeta Mellark y Tu )Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ