En llamas (Peeta Mellark y Tu )

Capítulo 21: Realidades desveladas

Cinna: - Has de saber, que Jack está vivo.

(TN): - Q.que? -Digo en shock. - ¿Como es posible?

Cinna: - Esta vivo y está bien, a salvo y recuperado. Está en buenas manos. Eso es todo lo que puedo decirte por ahora.

(TN): - P.pero si estaba herido y... las imágenes en el cielo...

Cinna: - No puedo responderte a eso porque yo tampoco se los detalles.

Nos quedamos en silencio hasta que la voz robótica me dice que he de prepararme para el lanzamiento. Me acompaña hasta la plataforma metálica circular. Temblorosa y aún en shock, subo a la plataforma.

Cinna: - (TN), hay algo más que debes saber... recuerdas la carta con el collar que te encontraste junto al collar de tu madre, que recibiste el año pasado?

(TN): - Si, claro que lo recuerdo, pero ¿cómo sabes tu eso?

Cinna: - Porque yo sé quién es tu padre.

(TN): - Que?! -Es cierto en los últimos meses apenas he pensado en el asunto de mi misterioso padre, con todos los problemas que he tenido...

Cinna: -(TN), tu padre es Haymitch. -Me quedo aún más en shock si eso es posible.

(TN): - No, eso no es cierto... no es posible... él...

Cinna: - Escúchame! Loes, tendrás explicaciones, pero no ahora, no en este momento. – La cuenta atráscomienza a sonar. ¿Tendré explicaciones? Cuando si voy directa a morir... Losúltimos minutos de conversación se repiten en mi mente. -Recuerda, chica delhielo, siempre apuesto, he apostado y apostaré por ti. -Me da un beso en lafrente y se aparta. En ese momento el cilindro de cristal se cierra. 

(TN): - Gracias. -Digo en un susurro, aunque sé que no me ha oído, ha leído mis labios.

Alzo la barbilla y mantengo la cabeza bien alta como siempre me dice y espero a que la plataforma se eleve. Espero y espero, pero no lo hace. Mito a Cinna buscando una explicación, pero él solo sacude la cabeza igual de perplejo y confundido como yo. Un mal presentimiento se instala en mi pecho. De repente, la puerta se abre detrás de él y tres agentes de la paz entran en la sala. Dos de ellos sujetan los brazos de Cinna detrás de su espalda y lo esposan e inmovilizan mientras que el tercero le golpea en la sien con tanta fuerza que cae al suelo de rodillas. No sé qué está pasando, pero ignoran mis gritos suplicando que paren. Lo siguen pegando con guantes chapados de metal, haciéndole profundos cortes en la cara y cuerpo. Continúo gritando a todo pulmón y golpeo el cristal con todas mis fuerzas tratando de llegar a él, pero es inútil. Los agentes de la paz me ignoran todo el tiempo. Cuando Cinna ya no emite ningún movimiento, comienzan a arrastrarlo fuera de la habitación dejando manchas grandes de sangre en el suelo y es entonces cuando la plataforma comienza a elevarse.

Me arrodillo en la plataforma enferma, aterrorizada y horrorizada, asciendo hasta sentir la brisa darme de lleno y me obligo a levantarme. Bajo mi vista a los pies por la molestia en los ojos por el brillante sol. Veo que mi plataforma está rodeada de agua que moja mis pies. Lentamente alzo la vista y me obligo a centrarme en lo que ahora importa. Veo que el agua se extiende en todas las direcciones.

La voz de Claudius Templesmith, el presentador de los Juegos, resuena por todo el espacio.

Claudius Templesmith: - Damas y caballeros, ¡¡Qué empiecen los Septuagésimo Quintos Juego del Hambre!!

Ahora tengo menos de un minuto para recomponerme y centrarme. Después del minuto sonará el gong y los tributos seremos libres de salir de la plataforma. Pero no consigo ver a donde más allá de agua.

La imagen de Cinna, ensangrentado y destrozado no se borra de mi mente y eso me está matando. Las preguntas de que estarán haciéndole ahora, de si está vivo o muerto, de si le están torturándolo me consumen por dentro.

Estoy completamente segura de que esto ha sido obra del presidente Snow, por lo que hizo en la entrevista, por convertirme en un sinsajo y seguro que también lo ha hecho para que llegue a los juegos trastornada, tocada y sin energías.

Y lo ha conseguido, lo único que quiero es derrumbarme en la plataforma metálica y encogerme en posición fetal para llorar y llorar, pero una vez más, me obligo a ser fuerte, por Cinna, por Peeta y por mi bebé. Se lo debo a Cinna por arriesgarlo todo atacando al presidente Snow y se lo debo también a los rebeldes, que embravecidos por el acto de Cinna, confío en que están luchando para echar abajo al Capitolio.

Algo tengo claro ahora, si antes me resistía a jugar los juegos con las normas del Capitolio, ahora me niego rotundamente aunque sea mi último acto de rebeldía. Aprieto los puños fuertemente y me esfuerzo en entender mi entorno. Lo observo todo meticulosamente hasta que, por fin, doy con la cornucopia a unos cuarenta metros aproximadamente de mi posición. Detecto unas líneas delgadas de tierra que emergen de la Cornucopia y todo junto simulan los radios de una rueda. Cuento unas doce extensiones que salen del centro, donde se encuentra la Cornucopia, y entre extensión de tierra y extensión, hay dos tributos en las plataformas.

El tributo del 8 que si no recuerdo mal se llamaba Woof, se encuentra a mi izquierda igual de lejos que la extensión de tierra más cercana.

Consigo detectar, más allá de la Cornucopia, una pequeña playa y vegetación densa.

Me agacho para tocar el agua y la huelo, el ambiente y el agua tienen el mismo olor que el distrito 4. Me llevo uno de los dedos mojados a la boca y chupo el agua para confirmar mis sospechas, agua salada.

Busco a Peeta entre los tributos, pero no lo veo por ningún lado.

Solo hay una forma de llegar a la Cornucopia, y es nadando.

En cuanto suena el gong de salida, no vacilo y me lanzo a mi izquierda hacia el agua. No soy muy buna nadadora, pero se defenderme gracias al lago que hay en casa. Mi cuerpo extrañamente, parece más ligero y atravieso el agua sin mucho esfuerzo.

Llego a la banda de tierra y salgo del agua. Veo a un tributo llegar a la vez que yo y corro lo más rápido que da mi cuerpo hasta la Cornucopia para coger el arco que anteriormente ya había divisado.

En cuanto mis dedos tocan el frío metal del arco, del carcaj saco una flecha y me giro para dispararle al tributo. Le doy en la pierna y cae al agua. Detecto una presencia detrás de mí por lo que rápidamente saco una flecha del carcaj y la coloco en el arco. Me giro dispuesta a atacar y veo que es...