Capítulo 9

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Narra Noodle

2D y yo salimos de la cocina. Fue tan incómodo el desayuno. Yo quería preguntar muchas cosas, pero tampoco era el momento. Pretendía ir a ver a Russel y luego hablar con Murdoc. En eso nos subimos al ascensor. No me había detenido a dimensionar el espacio de la casa. Sólo sabía que la cocina estaba arriba y el cuarto de Too-chi abajo. Me sentía perdida, así que sólo seguí a 2D. Cuando llegamos, él enciende la luz. ¿Por qué no abre las cortinas?, pensé.

-Too-chi, es un lindo día, deberías dejar entrar algo de luz natural – dije abriendo las cortinas.

-¡NOOOO, NOODLE! ¡NOOO! – gritó asustadísimo corriendo hacia a mí tapándose los ojos. Él toma mi brazo y en eso vi por la ventana. Era maravilloso. 2D tenía una pieza en el fondo del mar, con vista a muchos peces de hermosos colores. Pero él no parecía muy feliz, más bien parecía alterado.

-Too-chi... – dije con una expresión de asombro y alegría – ¡esto es realmente hermoso! – él estaba temblando y apretaba con mi brazo con mucha fuerza mientras con su otra mano cubría sus ojos. – Too-chi, ¿qué pasa? – pregunté preocupada.

-Aaaahmm... no pasa nada, Noods... yo sólo.... – dijo muy nervioso y lo interrumpí posando mi mano sobre la de él que cubría sus ojos.

-Tienes miedo, ¿cierto Too-chi? –dije, él cerró sus ojos y comenzó a bajar su mano.

-Sí, Noodle... - suspiró – Le tengo miedo a las ballenas que se asoman por mi ventana – dijo sentándose en el piso, sin apartar la mano que le había tomado.

Tenía mucho sentido, a él le aterran las ballenas. Por eso estaba tan alterado. Yo me senté con él.

-Entonces, ¿por qué duermes aquí, Stu? – él abrió sus ojos lentamente dirigiéndome una mirada de cansancio.

-Noods, si supieras todas las cosas que han pasado estos años... - dijo con tristeza.

–Stu... yo quiero saber. De verdad, necesito saber todo lo que ha pasado... Tú tampoco estás bien, mírate – él se entristeció un poco más - ... te prometo que todo esto pasará...

Hubo un pequeño silencio. Luego él dio un enorme suspiro y me dijo:

- Me hacías tanta falta – dijo con una leve sonrisa y yo lo abracé. – Hey, Noods. Russel debe sentirse solo... y tenemos que traer tu ropa para lavarla...

-¡Cierto, Too-chi! ¡Vamos!


Narra Russel

Al fin ya no estaba en el agua. Encontré un lugar donde podía establecerme. Pasé una noche increíble. Mi ropa se había secado y pude dormir plácidamente tendido en la arena de la playa. Durante la mañana salí a pescar unos peces grandes e hice una fogata para asarlos. Todo se sentía en calma, pero aún quedaban muchas cosas que aclarar. Sobre todo para mi pequeña Noodle, no podía dejar de pensar en lo que pasó ayer, y lo confundida que debe estar ella con todo esto.

Luego del desayuno estiré un poco las piernas y salí a recorrer la playa de la isla, en eso estaba cuando veo que D y Noodle venían bajando a la playa y fui a recibirlos. Me puse muy contento.

-¡Al fin, Dents! ¡Ven acá, bro! – dije tomándolo de su ropa y poniéndolo en mi mano.

-¡Russ! ¡Qué bueno verte de nuevo! – dijo D contento.

-¡Hey, Russel, ¿y a mí ya no me quieres?! – gritó Noodle desde abajo.

-Por supueso que sí, preciosa, ven acá - dije subiéndola a mi mano también – Es sólo que no había podido saludar bien a D. ¿Cómo están? – pregunté entusiasta.

Desde El MañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora