Capítulo 5

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Narra Murdoc

Estaba en medio de una orgía. Claro, en mis sueños, en Plastic Beach sólo estaba Cyborg y el Face Ache ¡QUÉ ASCO! Bueno.... ¿Dónde estaba? Ahh sí, ese paraíso lujurioso acabó con un gran estruendo. Habían lanzado una bomba a la casa, pero como los imbéciles no tienen puntería la bomba cayó al lado, gracias a Satán.

- ¡CYBORG!

- Sí, amo.

- Tú sabes qué hacer.

- ¡Sí, Señor! – dijo con sus ojos rojos, una enorme sonrisa y preparando su ametralladora.

- Así da gusto ver trabajar a los sirvientes.... ¡Con entusiasmo! – Sonreí, pero recordé al cara de simio y sus canciones nuevas - ¡FACE ACHE! – grité mientras me dirigía a su habitación.

- ¡MURDOC! – dijo gritando desafinadamente.

- ¡FACE ACHE! – dije abriendo la puerta – Quédate aquí, enciérrate si es necesario. ¡CUIDA LAS CANCIONES NUEVAS MÁS QUE A TU MISERABLE VIDA!

- P...pe-ero Murdoc, ¿cómo sabes...

- ¡BASTA DE PREGUNTAS, IMBÉCIL! Sólo lo sé y ya, recuerda que no soy idiota como tú. Soy la inteligencia de la banda. Por lo mismo tengo que venirte a decir qué hacer: ¡NO TE MUEVAS DE AQUÍ POR NADA EN EL MUNDO! –dijo mirándome desafiante a los ojos.

-Ss..ssí, M..murdoc.

-¡Excelente! – dije y cerré la puerta de golpe. Tenía que buscar un arma y un punto estratégico para atacar desde el techo de la casa. Desafortunadamente el estúpido Boogieman estaba ahí cuando llegué...


Narra Noodle

Russel me había sacado de su boca. Al parecer el peligro había pasado. Dormí en el bote cubierto por las grandes manos de Russel. Pero a la mañana siguiente me despertó.

- ¡Pequeña, despierta! – dijo entusiasmado.

- ¿Mmm?¿Ya llegamos? – pregunté aún adormilada.

- No, pero casí. ¡Mira, es la isla! – dijo elevándome.

Estaba ahí, era la Isla. Estaba bastante cerca. Al parecer Russel no se detuvo en toda la noche. De pronto oímos los mismos sonidos de aviones. Esta vez eran más, y uno estaba listo para soltar una bomba. Mi corazón se apretó, y comenzó a latir desesperadamente. Russel inmediatamente me escondió en su boca y comenzó a nadar bajo el agua.

Pasaban los minutos y él seguía nadando. Al parecer el objetivo no éramos nosotros, pero ellos iban hacia la isla. No podía creerlo. Ahora que estábamos de volver a vernos después de tantos años, ¿Eran 2D y Murdoc los que estaban en peligro?

- ¡NOOOO! – grité y lágrimas se acumularon en mis ojos. – Too-chi, Muds... allá vamos. Aguanten. – pensé.

Más pronto de lo que imaginé, sentí que Russel ya no estaba nadando. En ese momento, abre su boca. Era momento de salir, y lo hice.


Narra Cyborg

Afortunadamente para el amo Murdoc, fui tras él tan rápido como pude cuando me di cuenta que el Boogieman estaba en el techo. Pude darle un par de disparos para espantarlo, salvando al amo Murdoc. Desde el techo comencé a derribar uno por uno a todos los aviones.

-¡Soy una verdadera máquina, literalmente! – dije en voz alta y con orgullo. Después de todo estaba haciendo excelente mi trabajo.

Sólo quedaba un avión volando sobre la isla, pero no podía dispararle. De pronto un enorme brazo sale del mar, y le lanza una ballena a aquel avión, derribándolo inmediatamente. El amo Murdoc y yo quedamos desconcertados.

Desde El MañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora