El Maestro Del Tiempo. ¿Y si?...

Un vistazo al futuro.

Su cara estaba rojiza. Quizás por las seis copas de alcohol que ya tenía encima.

- ¿Hablas en serio Kym, estás segura que no es por el alcohol? - Pregunte incrédulo.

- Totalmente segura mí amor. - Respondió ella.

- Bu, buue... Bueno, o sea, no es que no quiera, pero...

Me di cuenta que su cara tranquila y alegre comenzaba a ponerse tensa y dura. No quería cagarla más, no por lo menos esa noche. Lo bueno es que supe remediar el error de inmediato.

- Tal vez debería ser yo quien te lo pidiera. - Dije sin pensar.

Inmediatamente me levante de mí silla, camine tres pasos hasta quedar frente a ella, trague saliva, puse mí rodilla izquierda en el piso, le tome la mano y mientras todos en el restaurante nos veían algo extrañados, le dije;

- Kym, ¿Quieres ser mí novia? - De nuevo una muy extraña pero hermosa sensación de deja vú se hizo presente en mi cabeza.

Sus ya de por sí penetrantes y profundos ojos marrones brillaron aun más bajo sus gafas ñoñas de sexy nerd. Estaba muerto de nervios, un poco por la mínima posibilidad quizás de que me rechazará y otro tanto por tener la mirada de casi cincuenta comensales sobre mí espalda. Yo temblaba, pero ya era demasiado tarde para retractarse. No sé en qué momento se me ocurrió hacer esta estupidez cuando ella ya me lo había pedido. – Que idiota eres Gleen. – Pensé para mis adentros. Acto seguido Kym se levantó de su asiento y comenzó a ¿hincarse? Al estar a mí altura me miró fijamente y me dijo;

- Acabas de limar todas las asperezas, y si, si quiero ser tu novia.
Inmediatamente la gente comenzó a aplaudir y algún bendito gracioso grito. - ¡Beso, beso, beso! - Todo el restaurante le siguió el jueguito. Cincuenta personas coreando ¡beso! fue razón suficiente para hacerlo, como de que no, pero ahora como mí novia.

La noche continúo avanzando y termínanos pidiendo otra y luego otra botella más. Ya me sentía bastante mareado y una extraña sensación me acompañaba en ese momento, era como si me observaran a lo lejos, sentía como si nos estuviesen espiando o mirando a escondidas. No solo eso, además de un deja vú constante me siguió toda la noche, como si esto ya hubiese pasado. Pensándolo bien, quizás si ya paso, no sería tan extraño, ya que mí yo de un año en el futuro me había dicho que el también amaba a Kym y seguramente paso por situaciones muy similares a las nuestras. Ahora entendía un poco el por qué quería recuperarla, pienso que si a la Kym de mí línea temporal le hubiese pasado algo parecido yo hubiera hecho exactamente lo mismo.

- ¿En qué piensas Jonh? - Pregunto Kym.

- Emm, no en nada.

- Entonces ¿sigues con la fantástica idea de querer volver a ver a tu padre?

- Sí, exacto en eso, dime por favor ¿Qué opinas?

- Jonh, te seré muy sincera. Aunque yo soy de las que piensa que el pasado se debe de quedar ahí, justo en el pasado. Tú tienes el poder o habilidad o como sea que le llames para cambiar las cosas, así que tal vez, si yo poseyera ese don, ya no pensaría igual y, si, si lo haría, viajaría al pasado y también me gustaría ver a mi padre.

- Tu sabes que al igual que tu, mi padre murió en un asalto y fue muy doloroso, recuerdo muchos buenos momentos a su lado, como cuando decía - Hey princesa no saludas a tu viejo...

En ese instante unas lágrimas comenzaron a rodar por la mejilla de Kym, el vino, seguro le ayudo a ponerse así de sentimental.
También es verdad que ambos compartíamos una situación similar por lo de nuestros padres, pero, lo que hacía diferente el caso de Kym, es que su padre murió asesinado y ella estaba presente ese día, de hecho, estaba sujetada de su mano cuando ocurrió todo. Así que imagina por un momento el impacto emocional.