Un futuro que cambiar

Capítulo 40

Capitulo 40

El viernes por la tarde todos estaban reunidos en la sala de los Menesteres.

Todos quería saber cual sería el próximo paso a dar para matar a Voldemort.

-Todo esta listo -dijo Harry-. Severus ya terminó la poción que necesito y los objetos que necesitaba destruir ya los encontré y destruí. Solo queda enfrentarme a Voldemort.

-Pues solo nos queda saber cuando se aparecerá Voldemort -dijo James obvio.

-Tal vez si le preguntamos a Colagusano -sugirió Remus.

-Cuando le lancé el imperius a Colagusano, le ordené que viniera a mi con cada información que tuviera.

-Entonces solo nos queda esperar a que Colagusano nos diga algo -dijo Orión con frustración. No soportaba no saber lo que sería de su ahijado y de su sobrino.

-Tal vez mañana sea mejor que traigamos a Colagusano y le preguntemos igualmente -se sumó Sirius.

-Bien, mañana después del desayuno, buscamos a Colagusano y lo traeremos -dijo Lily decidida.

-Esta bien. Mañana veremos que se puede hacer -dijo Harry mientras acariciaba su anillo de compromiso.

En la noche Harry y Severus estaban abrazados sobre la cama.

-Estas bien Harry? Te he visto muy distraído el día de hoy.

-Si, es solo que el final parece muy cerca.

-No te preocupes. Todos estaremos a tu lado; y yo me aseguraré de que tú y nuestro hijo vivan.

-No te arriesgues, por favor -le suplicó.

-Haré lo que sea necesario por ti. Es lo normal cuando se ama a alguien; velar por esa persona y querer lo mejor para él.

-Si -dijo Harry después de pensarlo-. Tienes razón, yo haría lo que fuera por ti. Te necesito Severus, por favor -le suplicó al tiempo que se sentaba sobre las caderas de Severus.

Acariciando primero el vientre abultado de Harry, llevó sus manos hasta las caderas de Harry y le dio la vuelta quedando Severus sobre él.

Severus besó a Harry, al tiempo que los desvestía a los dos. Le encantaba sentir como Harry temblaba con el contacto de sus manos y mucho más desde que estaba embarazado, ya que su piel se había vuelto muy sensible.

-Severus -susurró Harry con deseo. Cerró los ojos y se dedicó a sentir las sensaciones que el cuerpo de Severus provocaba en él. Siempre que estaba con Severus, le encantaba proporcionarle las mismas caricias que él le daba, pero esta vez se concentró tanto n las sensaciones que terminó por perder los sentido. Tan solo podía sentir y no fue consciente de nada más hasta que Severus empezó a invadir su cuerpo.

Entre gemidos y suplicas Harry se aferró a Severus con todas sus fuerzas. No quería dejarlo, pero sabía que tal vez mañana no lo volvería a ver.

El sábado en la mañana Harry se despertó temprano y contemplo a Severus. Odiaba tener que ocultarle cosas, pero por tenerlo a salvo haría lo que fuera.

-Te juro que nuestro hijo volverá a ti -le dió un último beso.

Sin que Severus lo notara Harry se levantó de la cama y se vistió. Comprobó que tuviera la poción consigo y sin hacer ruido salió de la habitación.

Ya habían varios alumnos que se habían levantado para irse a Hogsmeade. Vigilando que su familia no estuviera por los alrededores, se escabulló hasta la entrada de del castillo donde según sus instrucciones lo esperaba Colagusano.

Ya reunidos, se subieron a un carruaje para irse a Hogsmeade. De camino Harry abrió el frasco que contenía la poción y se la bebió.

Quince minutos después, Severus se despertaba solo en la cama. Confundido por no ver a Harry a su lado, lo buscó con la mirada.

-Harry? -lo llamó-. Harry.

Al no recibir respuesta se levantó de la cama y buscó a Harry en el baño, pero no lo encontró.

Preocupado se vistió rápidamente y salió de la habitación.

Nada en la sala común.

Corrió hasta la Cámara de Slytherin, pero tampoco lo encontró ahí.

De repente se le ocurrió el Gran Salón. Tal vez le había dado hambre.

Entró corriendo al salón; eso era tan atípico en él, que todos lo miraron sorprendidos. Incluido los Merodeadores, Lily y Orión.

Al no verlo ahí su alma cayó a sus pies. Harry no estaba por ninguna parte. Agitado salió del Gran Salón corriendo; ante esa acción, los demás lo siguieron.

-Severus -lo llamó Lily cuando llegaron cerca del lago, haciendo que se parara-. Que pasa?

-Harry -dijo agitado-. No encuentro a Harry.

-Como que no lo encuentras? -preguntó Orión.

-Me desperté y no estaba en la habitación.

-Lo buscaste? -preguntó James.

-En el baño, la Cámara de Slytherin, el Gran Salón y este es el último lugar que se me ocurre -dijo temblando.

Lily se acercó a él y lo abrazó.

-Todo ira bien, lo encontraremos.

-Pero donde podrá estar Harry? -preguntó Orión con frustración.

-Están buscando al señor Evans? -preguntó McGonagall-. Esta mañana lo vi subir a uno de los carruajes para Hogsmeade. Iba junto al señor Pettergrew.

-Oh por Merlín -gimió Lily.

En eso se oyó un estruendo que venía de la dirección donde se encontraba Hogsmeade.

-Harry -susurró Severus con miedo.

Todos corrieron hacía los carruajes y se fueron dirección a Hogsmeade.

Al llegar, vieron con horror como los Mortifagós incendiaban las casas y las tiendas. Aunque habían llegado varios Aurores, el lugar era un caos.

Todos se quedaron juntos, e intentaron avanzar entre el caos para encontrar a Harry.

Severus, tan desesperado por encontrar a Harry como estaba, no le importaba usar hechizos de magia negra. Orión tampoco se quedaba atrás y lo imitaba.

A lo lejos por fin lograron divisar a Harry, quien también se abría paso con hechizos.

Sin poder llegar a él, vieron como Harry se encontró frente a frente con Voldemort.

Los vieron discutir y vieron como se batieron en un duelo.

Asustados, avanzaron lo más rápido que pudieron; pero cuando pudieron llegar cerca de ellos, solo pudieron ver como Harry era golpeado por un Avada Kedavra de Voldemort.

-Harry -gritaron todos asustados.

Severus viendo eso se sintió morir, a pesar de que recordaba que la poción que él mismo había hecho, salvaría a Harry. Así que tenía que darle tiempo a recuperarse.

Sin pensarlo pasó a todos los demás y se posicionó delante de Harry, desviando otro hechizo de Voldemort. Fue entonces que tomó el puesto de Harry frente a Voldemort y se batió en duelo con él.

Los demás intentaron ayudarlo, pero a causa de los Mortífagos, no se podían acercar.

Justo en ese momento oyeron ese fatal hechizo hecho por Voldemort nuevamente.

-Avada Kedavra.

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Y empezó la lucha.
Os confieso que las escenas de lucha no se me dan bien; así que si no me ha salido bien, no me lo tengáis en cuenta, que la calidad de la historia no bajará.
Gracias por vuestra comprensión.