Capítulo 35

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Capitulo 35

A la mañana siguiente Severus despertó primero y se dedicó a observar a Harry. Harry estaba rodeado por los brazos de Severus y con una de sus manos sobre su vientre, en actitud protectora con su hijo.

Enternecido Severus también puso una mano sobre el lugar donde su hijo crecía. Desde que se habían enterado del embarazo de Harry, Severus le prohibió volver a usar una camisa para dormir; quería estar lo mas cerca posible de su hijo.

No podía dejar de sorprenderse ante la posibilidad de ser padre. Estaba empezando su propia familia con Harry.

-Mi Harry, mi amor -lo llamó para despertarlo-. Amor mío ya esta empezando a amanecer.

Harry suspiró el nombre de Severus. Divertido, Severus besó a Harry hasta que este empezó a devolverle los besos.

-Severus.

-Hay que levantarse, tienes que comer antes de irte a Hogsmeade.

-Tengo sueño.

-Lo se Harry, pero sabes que tienes que comer. No quiero ni imaginar lo que podría haber pasado si los Merodeadores y tu padrino no me hubieran obligado a escucharte. Sabía que no comías bien y no hice nada para evitarlo. Si algo le hubiese pasado a nuestro hijo no me lo habría perdonado.

-No te preocupes, estamos bien. Y tu hijo crece bien.

-Por eso mismo debemos ir a comer.

-Esta bien, ya voy -dijo mientras se arrastraba fuera de la cama.

Una vez aseados y vestidos fueron a desayunar con tranquilidad, como si no pasara nada y luego se dirigieron a Hogsmeade.

Pasearon un rato, disimulando hasta que llegó la hora acordada y se dirigieron a la Casa de los Gritos.

Allí vieron a James y a su padre.

-Snape -dijo James dijo mirándolo con ojos entrecerrados.

-Potter. Nos vemos a la vuelta Harry.

-No te preocupes, estaré bien.

Harry se acercó a James y a su abuelo y este último los apareció en el callejón Diagón, delante de Gringotts.

Entraron en el edificio y se acercaron a uno de los duendes.

-Me gustaría acceder a la bóveda de los Potter -dijo Flaemont.

Sin una palabra el duende los guio hasta por las diferentes bóvedas hasta llegar su bóveda.

Una vez que abrieron la puerta y se quedaron solos Flaemont habló.

-Bien Harry busca lo que necesites.

Harry siguió la indicaciones que su esposo le había dado y llegó al fondo de la bóveda. Allí había un baúl de tamaño medio con el escudo de gryffindor. Lo abrió y vio diferentes frascos con ingredientes. Cerró el baúl y lo encogió para luego ponerlo en su bolsito.

-Ya lo tengo todo. Muchas gracias por dejarme coger estas cosas, abuelo.

-De nada, si sirve para ayudarte entonces cumplirán su cometido. Ahora vamos a arreglar las cosas relacionadas con la familia.

Cerraron la bóveda y fueron al despacho del administrador de los bienes de los Potter.

Una vez ahí Flaemont le explicó todo al duende, quien estaba bajo un juramento inquebrantable con la cabeza de la familia Potter y no divulgaría ninguna información.

Flaemont especificó que quería reconocer a Harry como hijo de James y Lily Evans y como su nieto. Y que por lo tanto tenía acceso a la fortuna y las propiedades de los Potter. Incluso inició una bóveda con varios miles de Galeones.

Una vez que todos los documentos estuvieran en regla y que varias copias estuvieran guardadas en las bóvedas de los Potter, salieron del banco para volver a aparecerse ante la Casa de los Gritos.

Severus que los estaba esperando leyendo, se puso de pie y se acercó a Harry.

-Todo ha ido bien?

-Si, no hemos tenido ningún problema.

-Harry -lo llamó Flaemont-. No me presentas a tu amigo?

-Perdona abuelo. Te presento a Severus Tobías Snape Prince. Él no solo es mi amigo -dijo Harry cogiendo a Severus de la mano-, sino que también es mi pareja.

-Tu pareja? Así que un Prince -dijo mirando a Severus.

-Es un placer señor Potter -respondió Severus muy formal.

-Abuelo se amable, por favor.

-No te preocupes, pero deberías contárselo a tu abuela -dijo con una sonrisa-. Seguro que se pondrá muy contenta; ella y Eileen Prince son primas lejanas y fueron muy buenas amigas.

-En cuanto pueda lo haré.

-Chicos escribidnos lo más seguido que podáis -dijo abrazando a James y a Harry. Poco después se fue.

-James mañana nos encontraremos todos en el baño de Myrtel la llorona una hora después del desayuno. Traed algo de comer, que me imagino que nos saltaremos la hora de la comida.

-Bien como digas. Ahora me voy a buscar a los demás, pero antes... -James abrazó a Harry-. Felicidades Harry por haber recuperado el apellido Potter -y sin más se fue.

-Severus? -preguntó Harry con cautela.

-A que se refería ese Potter? -dijo furioso, mirando en la dirección donde James se fue.

-El abuelo insistió en reconocerme como su nieto y dejó registros en Gringotts sobre el reconocimiento y pertenencia a la familia Potter.

-Así que volverás a usar el apellido de Potter.

-La idea es usar Evans hasta que todo termine y después de eso y con un poco de participación de tu parte, me gustaría usar el de Snape.

Ante esas palabras, Severus lo acercó a él y lo besó.

-Colaboraré con mucho gusto. Ahora volvamos al castillo a comer, que luego quiero ver esos ingredientes.

Harry se rio, Severus nunca cambiaria.

Lentamente volvieron a Hogwarts y fueron a comer. Antes de volver a sus habitaciones, Harry se robó varios trozos de pastel de calabaza.

Volvieron a sus habitaciones y se sentaron frente a la Chimenea. Estaban a mediados de marzo y aun hacía bastante frio.

-Bien, ahora muéstrame esos ingredientes.

Riendo Harry sacó el baúl de Gryffindor y lo agrandó.

Severus abrió el baúl y se quedó impresionado.

-A mi también me pasó lo mismo al verlos.

-Es increíble. -Acarició los potes con reverencia-. Uñas, escamas y dientes de dragón negro que es un espécimen extinto. Piel y veneno de Basilisco. Sangre y lágrimas de fénix. Y muchos más.

-Severus, debemos hacer la poción y luego devolver los ingredientes; después de todo son reliquias familiares. -Harry vio como Severus se desilusionaba. -Pero imagino que si cogemos una pequeña muestra de cada ingrediente para uso personal, no pasará nada. -Feliz Severus besó a Harry en agradecimiento-. Ahora que te parece si me cambias esos ingredientes por algunos trozos de pastel de calabaza.

-Harry te robaste el pastel entero? -preguntó Severus al ver lo lleno que estaba el recipiente. Cuando Severus miró a Harry se impresionó. Harry tenía casi un trozo entero en la boca. -Harry.

Harry masticó con gusto y tragó.

-No es mi culpa. Me gusta el pastel de calabaza, pero nunca había comido tanto pastel como en este último mes. Que sepas, que estas grandes cantidades me las pide tu hijo.

-No culpes al niño.

-Pero es la verdad, esta claro a quien se va a parecer.

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Aquí os traigo el capítulo del domingo.
Gracias por vuestros votos y vuestros comentarios.
Y muchas gracias a los nuevos lectores que han empezado a seguirme.



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