Capítulo 21

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Capitulo 21

-Severus, mañana empiezan las vacaciones de Navidad, que vamos a hacer? -preguntó Harry mientras terminaban unos deberes de Runas.

-Por lo pronto acabar los deberes -dijo indiferente.

-Bueno, me preguntaba si podríamos ir a Hogsmeade -tanteó Harry-. Ya que han extendido los días de visita, me gustaría ir.

-Y porque?

-Bueno, tengo unas cosas que comprar.

Después de pensarlo unos segundos Severus asintió.

-No es mala idea. Necesito unos ingredientes para unas pociones.

-Gracias Severus -dijo con una sonrisa.

A la mañana siguiente después de que los alumnos que volvían a casa para las navidades se fueran, muchos de los alumnos que se quedaban decidieron ir a Hogsmeade.

Severus y Harry como siempre que habían ido, se subieron solos a un carruaje.

-Vamos primero a la tienda de pociones? -preguntó Harry.

-Siempre hay mucha gente en estos días, seguramente tardaré en comprarlo todo -dijo Severus-. Porque no vas a hacer tus compras, mientras estoy en la tienda.

-Estas seguro? A mi no me importa acompañarte, la verdad que podría conseguir un poco de sangre de dragón.

-No te preocupes, yo te la conseguiré. Tu has tus compras.

-Esta bien Severus, pero donde nos vamos a ver?

-En las Tres Escobas, en una hora? Hace bastante frio y podríamos tomar algo antes de ir a pasear.

-Me encantaría Severus.

Antes de bajarse del carruaje Harry besó a Severus y después se separaron para ir a hacer sus compras.

Harry no sabía bien por donde empezar, tenía que comprar varios regalos, el de Severus, el de su padrino y pensaba comprarle uno a su madre para mandárselo con una lechuza.

Empezó a caminar entre las tiendas, cuando al pasar por un escaparate vio expuestos varios cuadernos y lo que más le llamó la atención fue que reconoció uno. El mismo lo tenía y este había pertenecido a su madre. Sin pensarlo, entró en la tienda y compró tres cuadernos diferentes.

Una vez envueltos, los encogió y los guardó. Luego siguió buscando cosas para Sirius y Severus.

Con Sirius no tardó mucho más, encontró un equipo para el mantenimiento de varitas con los colores de Gryffindor.

-Que le puedo comprar a Severus? -se preguntó Harry-. No encuentro nada que le pueda gustar. Y hay cosas para pociones que aun no se han inventado, así que quedan descartadas.

Siguió caminando un poco más hasta que algo en un escaparate le llamó la atención. Era una cadena de plata con un colgante formado por dos serpientes enroscadas entre las dos. Pero lo mejor era que uno tenia los ojos verdes y la otra tenia los ojos negros.

Sin pensarlo, entró a la tienda y se acercó al colgante y lo toco.

-Sois hermosos -dijo al tocarlos

-Gracias -susurraron las serpientes. Sin darse cuenta Harry había hablado en Parsel.

-Estáis vivas?

-Si -respondió la de ojos verdes.

-Fuimos creadas hace mucho, para proteger a la pareja de nuestro creador -informó la de ojos negros.

-Me gustaría compraros para mi pareja, para que lo cuidéis.

-Sera un placer, amo. Hace mucho que nadie nos hablaba.

-Mi pareja no habla Parsel y no sabe que lo hablo; pero encontraré la forma de que hablemos.

Harry cogió collar y lo compró.

Feliz por haber conseguido todo lo que necesitaba fue a comprar caramelos, ya que le sobraba tiempo.

Después de abastecerse bien, fue a las Tres Escobas a esperar a Severus; aunque este no se hizo esperar. Poco después entró en el establecimiento y pidió cerveza de mantequilla para los dos.

-Conseguiste todo -le preguntó Harry.

-Si y tu?

-Si, cuando quieras podemos irnos.

-Si tu quieres, podemos ir a dar una vuelta antes de volver -dijo indiferente.

-Me encantaría.

Una vez que terminaron sus bebidas, salieron y comenzaron a pasear por las calles de Hogsmeade. Harry estaba muy feliz, ya que sabía que Severus le había propuesto dar una vuelta solo por él.

Los dos pasearon tranquilos hasta que a lo lejos vio a Sirius Black y Remus Lupin. Harry sintió como Severus se tensaba. Al ver eso Harry le pidió que volvieran al castillo.

De camino, en el carruaje Harry se apoyó en el hombro de Severus y cerró los ojos; poco después sintió que Severus le acariciaba el cabello.

Una vez en el castillo los dos fueron a sus habitaciones y guardaron lo que habían comprado. Después cansados por el paseo, los dos se recostaron en el sofá de su habitación que estaba en frente de la chimenea.

-Que bien se esta aquí.

-Como no vas a estar bien, si prácticamente estas encima mío -dijo sarcástico.

-Por eso -suspiró Harry con placer-. Estar contigo es lo mejor del mundo.

-En momentos así, es cuando mas te pareces a un perrito.

-Y me vas a mimar como tal?

-Que quieres -preguntó desconfiado.

-Que me rasques las tripa -dijo juguetón.

Poniendo los ojos en blanco, Severus terminó por ceder. Lentamente bajó la mano por el pecho de Harry hasta llegar a la tripa de Harry; ahí comenzó a acariciársela en movimientos circulares.

-Eso da mucho gusto -gimió.

-No será que me has pedido esto para aprovecharte de mi.

-Aprovecharme, yo? -preguntó Harry con inocencia.

-Pequeño embaucador -dijo entre risas. Al final se puso de pie y cogiéndolo en brazos lo llevó hasta la cama.

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Se lo que estais pensando; y antes de que digais nada, que sepais que no me he olvidado de vosotros.
Juro por lo más sagrado, que ayer os tenía muy presentes y que iba a publicar un nuevo capítulo.
¿Qué pasó? Pues que me quedé leyendo hasta las 23:30 y luego tenía tanto sueño, que me quedé dormida mientras leia.
Así que, acabo de despertas y lo primero que estoy haciendo es subir el nuevo capítulo.
Espero que os guste.

Un futuro que cambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora