Capítulo 30

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Capitulo 30

Más días pasaron en los que Harry ayudaba a Severus con su investigación; bueno, más bien era que Severus investigaba y le ordenaba a Harry que ingredientes preparar para la elaboración de la poción.

-Evans más vale que cortes bien esas raíces -le amenazó Severus.

-No te preocupes Severus, se muy bien como prepararla -le aseguró dejando los ingredientes-. Y no te preocupes, que vas por muy buen camino -le animó antes de besarlo.

-Te agradezco que me dejes hacer esto.

-Severus, tu la inventaste y yo no soy quien para quedarme con tu reconocimiento -le apartó unos mechones de pelo del rostro-. Eres un genio; y la prueba de eso es que estas muy cerca de acabar.

-Gracias Harry. Ahora Evans vuelve a la preparación de esos ingredientes.

Harry se rio, pero le hizo caso y se puso de pie para volver a la mesa. No llegó muy lejos, cuando le dio un mareo y estuvo apunto de caerse.

-Harry! -Severus preocupado se acercó a él y le sostuvo por los brazos-. Estas bien?

-Si, solo ha sido un mareo.

-Que raro, no estas enfermo -aseguró-. Yo mismo te vigilo; aunque hace un par de semanas que no tienes muchas ganas de desayunar.

Harry rio.

-Me encanta sentir tu negra mirada en mi.

-Harry dime, estos mareos te han pasado antes?

-Si, al principió fueron como dolores de cabeza; luego se me desenfocó un poco la vista y al final llegaron los mareos.

-Porque no me habías dicho? -le reprochó-. Venga siéntate, antes de ir a la enfermería, veremos si descubrimos que te pasa.

Severus rebuscó una poción sencilla de diagnostico y se la dio a beber a Harry, que lo hizo sin rechistar. Se supone que la poción iluminaría la parte del cuerpo de Harry que estuviera afectada por alguna enfermedad.

Esperaron unos segundos a que la poción hiciera efecto y pasado el tiempo estipulado, el estomago de Harry se iluminó con una cálida luz y esta latió tres veces.

Severus y Harry se quedaron sin palabras. Los dos conocían cada ingrediente de esa poción, su preparación, los efectos y como interpretar las señales.

-Severus -susurró con lágrimas en los ojos al tiempo que se cubría el estomago con una mano temblorosa.

-No es posible -susurró Severus aun sin dar crédito a lo que sus ojos vieron.

-Si que lo es -dijo Harry con una sonrisa, al tiempo que le cogía una de las manos y se la ponía sobre el estomago-. Vamos a ser padres. En seis meses tendremos un hijo. Te amo amor mío. Me has hecho muy feliz.

-Aun no estamos casados.

-Como si nunca nos casamos -le aseguró Harry-. Tenerte a ti y a nuestro hijo es lo único que necesito para ser feliz. Pero eso si, una boda no voy a despreciarla.

Severus sonrió y besó a Harry.

-La tendrás. Lo único que me preocupa es que si vamos a meternos de lleno en la guerra os pase algo a ti o a nuestro hijo.

-A mi también me preocupa eso, pero estoy seguro que todo saldrá bien. Aun si tengo suspender mis planes, nuestro hijo vendrá a este mundo.

-Te quiero Harry.

-Y yo a ti.

Desde ese día Severus se preocupaba mucho más por Harry y lo vigilaba aun más; incluso le preparaba las pociones necesarias para los embarazos.

Nadie más aparte de ellos dos, sabían que Harry estaba embarazado.

Una tarde en sus habitaciones, Harry descansaba tirado en la cama, por ordenes de Severus; mientras que él, se dedicaba a investigar sobre la poción que Harry le había pedido.

-Lo tengo -exclamó Severus-. No se como no lo pensé antes; es sangre de unicornio, verdad? Si la poción te incapacita mentalmente y puede llegar a provocar la muerte, la sangre de unicornio es lo mejor para curar.

-Así es -dijo Harry sonriente-, sabía que lo descubrirías.

-Pero el problemas, es que no tenemos acceso a ese ingrediente. Ni Slughorn lo tiene.

-No te preocupes -dijo Harry-. Yo si que lo tengo -dijo al tiempo que lo sacaba de su bolsito-. Puedes ir a prepararla? Si sale bien, mañana iremos a buscar el Horrocrux.

-No hay problema, pero tu quédate descansando.

Severus cogió la sangre de unicornio y se fue al laboratorio.

La tarde pasó y Harry se fue a cenar sin Severus; pero al final de la cena Harry cogió algunas cosas para que Severus comiera en la habitación.

Al salir del Gran Salón, el profesor Mavro su acercó a Harry y se puso a caminar a su lado.

-Todo bien?

-Si profesor. Mañana Severus y yo tendremos listo el trabajo que nos encargó -le informó Harry en clave.

-Bien, entonces los veré mañana en mi despacho.

Después de su charla con Sirius, Harry volvió a su habitación y se dedicó a esperar a Severus.

Cuando este llegó miró a Harry de arriba a bajo. Siempre que perdía a Harry de vista se preocupaba y no podía dejar de revisarlo; a él y a su hijo.

-Estas bien? Ya has ido a cenar.

-Si y si -sonrió ante su preocupación. Se puso una mano sobre su vientre y dijo- Los dos estamos bien.

Severus le beso al tiempo que le acariciaba el vientre.

-Lo siento, no puedo dejar de preocuparme.

-Me encanta que te preocupes por nosotros.

-No me gusta dejaros. Es una suerte que la poción este terminada -dijo al tiempo que le daba el frasco con la poción de un color plateado.

-Textura y color correcto -afirmó después de revisar la poción. -Como siempre, te has vuelto a superar.

-Ahora que sigue?

-Mañana tenemos que ir al despacho de Orión y de ahí, me imagino que nos iremos a buscar el Horrocrux.

-Habrá mucho peligro?

-Es posible que nos encontremos con Inferis; pero no te preocupes, saldremos de esa.

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Gracias por el creciente número de votos y comentarios.
El ver como muchos de vosotros añadis mi historia a vuestra lista de lecturas, me dice que en verdad os gusta.
Muchísimas gracias a todos.
Próximo capitulo el domingo.

Un futuro que cambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora