Un futuro que cambiar

Capítulo 4

Capitulo 4

Por primera vez en dos años, Harry pudo dormir toda la noche sin pesadillas. Pero aun así, no pudo evitar despertarse temprano. Si bien estaba feliz por volver a ver a Sirius, no podía dejar de preocuparse por sus amigos.
Harry esperaba que sus amigos hubieran salido bien del departamento de misterios; tampoco podía dejar de lamentar haberse separado de sus amigos, pero sobre todo por estar lejos de Severus. Después de tanto trabajo por estar junto a él y ahora se veía forzado a estar lejos de él.
Su Severus, su amor lejos de él y solo. Estaba muy preocupado por él y no tenia forma de volver con él. Tenía que encontrar alguna solución.
-Harry estas despierto? -le preguntó Sirius.
-Si, ahora salgo. -Harry se vistió rápidamente con un uniforme que Sirius le había dado anoche y salió de la habitación-. Buenos días.
-Buenos días, has dormido bien?
-Si, hacia tiempo que no lograba dormir toda la noche. Aunque no puedo dejar de preocuparme por los que han quedado en nuestro tiempo. Sin mi, no se como podrán hacer para cumplir la profecía contra Voldemort.
-Tranquilo Harry, ya veras como todo saldrá bien -lo consoló Sirius-. Habrá algo que podamos hacer para solucionarlo todo. Seguiré trabajando con Dumbeldore para intentar volver a nuestra época.
-Eso espero.
-Bueno, dejemos de pensar en cosas tristes. Estamos juntos y tenemos que pensar que vamos ha decir a los alumnos sobre ti si preguntan.
-Bueno, creo que cambiaré el color del pelo a castaño y tal vez pueda aclarar el color verde de mis ojos, por suerte ya no necesito las gafas. Veamos, me llamo Harry Evans y he estado estudiando en casa por cuestiones familiares, tal vez una madre sobreprotectora, que no pudo dejar ir a su hijo tras la muerte de su marido.
-Esa es una buena historia - reconoció Sirius.
-Claro que si, lo vi en una película Muggle. Creo que es mejor que no digamos que somos padrino y ahijado, por si nos descubren a uno de los dos.
-Si, tal vez eso sea lo mejor, por ahora.
-Bien. Pues me gusta el Quidditch, leer y mis asignaturas favoritas son Defensa contra las artes oscuras y pociones.
-Pociones? -se sorprendió Sirius-. Entonces al final, las cosas con Snape salieron bien? -preguntó curioso, ya que antes de caer por el Velo, Harry le había confesado que le gustaba Severus Snape.
-Si -dijo Harry con una sonrisa triste-. A finales de quinto año. Después de que caíste por el Velo, le pedí ayuda a Severus para entrenarme y así poder acabar con todo; luego no se que paso. Nos acercamos más y parece que empecé a caerle bien.
-Me alegro por ti.
-Si, pero ahora él vuelve a estar solo y me preocupo por él.
-Ya veras que volveremos a casa.
-Eso espero.

Sirius y Harry se pasaron el día hablando, poniéndose al día sobre lo que habían hecho esos dos años que estuvieron separados.
Por la noche antes de que la cena empezara, Sirius hizo pasar a Harry al gran salón por una puerta lateral y Dumbeldore llamó la atención de todos los alumnos.
-Queridos alumnos, hoy tenemos con nosotros un nuevo alumno que se incorporará a séptimo año. Como todos hicieron, él pasará ahora a ser seleccionado para una de las cuatro casas. Harry Evans, siéntese por favor.
Harry se sentó en la silla y Dumbeldore le puso el sobrero en la cabeza.
-Vaya, una mente muy curiosa la que tienes aquí -le dijo el sombrero seleccionador-. Valiente, sin duda; pero también tienes ambición y podrías conseguir todo lo que te propongas. Estarías muy bien tanto en Gryffindor como en Slytherin.
Harry miró la mesa de Gryffindor, donde sus padres y los merodeadores se encontraban; pero luego, no pudo evitar mirar la mesa de Slytherin, donde pudo ver a Severus. Su Severus lo miraba con curiosidad.
Ante eso tomó su decisión.
-Slytherin -gritó el sombrero.
Las serpientes y los profesores aplaudieron; incluso Sirius, aunque estaba bastante sorprendido.
Dumbeldore le sacó el sombrero y Harry se dirigió a la mesa de Slytherin. Allí se acercó directo hacía Severus y se sentó a su lado.
-Hola me llamo Harry Evans -se presentó Harry con una sonrisa.
-Ya el director lo dijo -respondió Severus con desconfianza.
-Es verdad, los nervios no me sientan muy bien -se rio nervioso-. Perdón -se disculpó y desvió su mirada para que Severus no viera el dolor reflejado en sus ojos, ante ese tono.
-Yo soy Severus Snape -acabó por presentarse. No sabía porque ese chico se acercó a él para hablarle, pero al ver la decepción en su rostro cuando no se presentó, no le había gustado nada.

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Siento el retraso, se que tenía que publicar ayer, pero me fue imposible.
Aquí os dejo un nuevo capítulo.
Gracias por vuestros votos y comentarios.