Capítulo 11

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Capitulo 11

Pasadas unas horas Severus se encaminó al despacho del profesor Mavro. Estaba preocupado, ya que Harry no había ido a buscarlo a la biblioteca.
-Tal vez se olvidó que tenía que venir a buscarme -pensaba Severus-. Aunque eso es muy raro en Harry. Será mejor que le pregunte al profesor Mavro.
Al llegar cerca del despacho del profesor de DCAO, vio que la puerta se abría. De allí salieron Harry y el profesor Mavro.
Severus iba a llamar la atención de Harry, pero las palabras no le salieron al ver que el profesor Mavro abrazaba a Harry.
Ante esa escena Severus perdió los estribos y corrió a separar a esos dos.
-Se puede saber que hace, profesor? -preguntó un iracundo Severus.
-Tranquilícese señor Snape.
-Pues usted no debería agarrar a sus alumnos de esa manera.
-Severus -lo llamó Harry al tiempo que lo cogía del brazo-. Severus, no es lo que piensas.
-A no? Y porque te estaba abrazando? -preguntó enfadado al tiempo que seguía mirando mal al profesor.
-El profesor Mavro es mi padrino -le confesó.
-Qué? -esas palabras lograron que Severus lo miraba.
-Orión es mi padrino.
-Tu padrino -repitió sin creérselo.
-Eso es correcto, señor Snape.
-Yo... lo siento profesor.
-No se preocupe Snape. Me alegra ver que mi ahijado tiene un buen amigo como usted, dispuesto a defenderlo.
-Lo siento -se volvió a disculpar-. Pero Harry tardaba tanto que había empezado a preocuparme.
-Ya le dije que no se preocupara -intentó tranquilizarlo Sirius-. Ahora es mejor que vayan a disfrutar del resto de la tarde. Otro día volveremos a hablar sobre eso Harry.
-Claro padrino -dijo dándole un abrazo. Después cogió a Severus de la mano y le dio un ligero tirón-. Vamos Severus.
-Adiós profesor-se despidió Severus, antes de seguir a Harry-. Harry espera, no vayas tan rápido, que no hay prisa.
-Oh! Lo siento Severus -dijo Harry soltándole la mano.
-No pasa nada. Crees que podamos ir a hablar algún sitio?
-Claro, quieres que vayamos a nuestra habitación?
-Esta bien, vamos.
Los dos se encaminaron a su habitación. Una vez ahí los dos se sentaron en la cama de Harry.
-Bien, ahora dime, porque no me habías dicho que el profesor Mavro era tu padrino?
-Por favor Severus no te enfades conmigo -le pidió Harry con lágrimas en los ojos. Después del anuncio que le había dado Sirius, estaba muy sensible. Sobre todo no quería que Severus se enfadara con él, no ahora que nunca podría volver con su amado-. No quería ocultarte cosas. Pero mi padrino y yo pensamos que sería mejor que nadie en la escuela lo supiera, a parte de los profesores, para que los demás alumnos no pensaran que podría haber favoritismos o algo así.
-Tranquilo Harry. -Severus le puso una mano en la mejilla preocupado por la reacción de Harry. -No estoy enfadado contigo. Entiendo que quisieras mantenerlo en secreto. Bueno así que no estabas completamente solo en la escuela.
-Pero tu eres mejor compañía que mi padrino -le aseguró.
-Me alegro de saberlo.
-Tu eres el mejor. Aun me queda pastel de calabaza, quieres?
-Evans eres un pozo sin fondo -le reprochó divertido.
-No lo soy -contestó con indignación al tiempo que cogía el recipiente con el pastel y lo abría-. Es solo que esta tan bueno. -Riéndose Severus cogió un trozo. -Lo ves? Tu también piensas lo mismo.

El domingo por la mañana Severus se despertó y no vio a Harry. Miro en su cama y se sorprendió al ver que Harry seguía en cama bajo las mantas.
Se levantó y mientras se vestía comprobó que ya era tarde; si no se daban prisa se perderían el desayuno.
Se acercó a la cama de Harry y lo movió por un hombro.
-Harry. Harry, si no nos damos prisa, nos perderemos el desayuno.
-No tengo hambre. Ve tu, yo solo quiero dormir.
-Esta bien, te dejaré dormir -cedió no muy convencido-. Te vendré a buscar mas tarde.
-Vale.
Harry esperó a que Severus hubiera salido de la habitación y se puso a llorar.
No había podido dormir en toda la noche, las palabras de Sirius no dejaban de repetirse en su mente.
-Severus, mi Severus lo siento -lloraba abrazado a su almohada-. Lo siento amor mío. No puedo volver a tu lado, es imposible. Te amo, te amo mucho; perdóname por no estar contigo. Severus.

Severus volvió mas tarde, ya que después del desayuno había pasado por la biblioteca a buscar un libro, pero Harry seguía bajo las mantas y se negaba a salir. Severus preocupado se quedó en la habitación vigilandolo.
A la hora de la comida Harry seguía sin moverse y no respondía a los llamados de Severus.
-Severus, solo estoy cansado. Vete tu.
-Pero Harry, no has comido nada desde ayer.
-De verdad que no tengo hambre. Por favor, te lo suplico, déjame el día de hoy. Para mañana ya estaré bien. Te lo juro. Por favor, dame el día de hoy -le rogó.
-Como quieras, pero después de comer, voy a volver y me quedaré contigo por si necesitas algo.
-Gracias.
Severus se fue al Gran Salón y comió tan rápido como pudo sin levantar sospechas en los demás. Estaba muy preocupado por Harry y no quería dejarlo solo.
Antes de levantarse de la mesa cogió algunas cosas para poder intentar que Harry comiera.
Nada mas salir del Gran Salón alguien lo llamó. Molesto por la interrupción Severus se giró.
-Profesor Mavro.
-Donde está Evans? -preguntó con preocupación.
-Se ha quedado en la habitación, parece que no se siente muy bien. Yo le llevaba algo para que comiera. Ese tonto me dijo que no quería salir ni para comer -dijo exasperado.
-Gracias por preocuparte por él. Por favor vigílalo, si?
-No hay problema, ya le he dicho que pensaba quedarme en la habitación.
-Haré que los elfos os manden la cena a la habitación.
-Voy a volver con él.
-Gracias Severus -le agradeció con una sonrisa.
Desconcertado, Severus solo pudo asentir con la cabeza antes de darse la vuelta y volver a las mazmorras.
-Harry te he traído algo de comer -le dijo mientras se sentaba en la cama de Harry.
-No tengo hambre Severus.
-He traído pastel de calabaza, no quieres compartirlo conmigo? -preguntó mientras apartaba las sabanas.
-Yo...
-Venga solo un poco. -Severus cogió un trozo de pastel y se lo acercó a la boca-. Abre la boca.
Sin poder negarle nada a Severus, Harry abrió la boca y comió el trozo que le ofrecían. Y de esa forma Severus lo alimentó con un trozo de pastel.
Después de eso, Severus se quedó vigilando a Harry, hasta que lo vio temblar.
-Harry -lo llamó con preocupación. Al no recibir respuesta, apartó las sabanas y vio a Harry encogido y llorando. -Harry, estas bien? Quieres que llame al profesor Mavro?
Harry negó con la cabeza. Ante la negativa de Harry, Severus ya no sabía que hacer. Sin mas ideas, se metió en la cama con Harry y lo abrazó.
Desesperado Harry se abrazó a Severus y lloró.
-Tranquilo Harry. Todo estará bien -dijo acariciándole el cabello.

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Lo prometido es deuda. Acabo de despertarme y lo primero que he hecho ha sido pensar en mis queridos seguidores y seguidoras y subir el siguiente capítulo.
Estoy feliz de que a tanta gente empiece a gustarle mi historia.
Gracias por vuestros votos y comentarios.

Un futuro que cambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora