-Si. Solo es la tensión del viaje y la posibilidad de vernos atacados en cualquier momento. Pero ahora que llegamos, me siento mucho mejor.

-Estoy muy preocupado por ti.

-Cuando acabemos con todo esto, dejaré que me revises de arriba a bajo.

-Hare que mantengas esa promesa.

Cuando Sirius volvió le entregó la espada a Harry.

-Como hacemos esto? -le preguntó a su ahijado.

-Esto debo hacerlo yo solo; así que por favor, veáis lo que veáis, os pido que no interfiráis.

Harry cogió el relicario que Severus le daba y lo puso sobre la mesa. Luego en Parsel, le ordenó que se abriera.

El relicario se abrió y de él salió un humo negro que acabó por transformarse en Severus.

Sirius y Severus no entendían que pasaba, pero veían que Harry temblaba; aun así siguieron las indicaciones de Harry y no intervinieron.

Harry agarró con fuerza la espada, pero antes de que hiciera un movimiento, la imagen de Severus comenzó a hablar.

-Eres un iluso, Evans -dijo la imagen con desprecio-. Como puedes pensar que en verdad podría llegar a quererte? Como crees que podría estar con el hijo de la persona que más odio. -Los temblores de Harry se incrementaron, desesperado se llevó la mano libre al pecho y agarró con fuerza su ropa. -Jamás aceptaré al bastardo que esperas.

Ante esas palabras Harry salió de estado de parálisis en que se encontraba y empuñando la espada atravesó la imagen de Severus y golpeó el relicario; poco a poco la imagen de Severus desvaneció y el humo negro desapareció.

Sin fuerzas, Harry soltó la espada y cayó de rodillas al suelo. Cruzó un brazo por en frente de su vientre como protección y con la otra mano cogía con fuerza su ropa por encima del pecho, al tiempo que las lágrimas caían de sus ojos.

Severus y Sirius se acercaron a Harry preocupados.

-Severus -susurró Harry desesperado.

-Tranquilo Harry, no es cierto -dijo estrechándolo entre sus brazos-. Sabes que te amo y me da igual quien sea tu padre. Te amo a ti.

Harry estaba empezando a hiperventilar y no podía detener sus lágrimas. Al verlo en semejante estado, Severus tomó su rostro entre sus manos, le tapó la nariz y lo besó.

Al verse privado de aire, Harry empezó a calmarse y cuando Severus lo soltó, pudo respirar normalmente, aunque las lágrimas continuaban brotando de sus ojos.

-Te amo -volvió a repetirle a la vez que le secaba las lágrimas con una mano-. Os quiero a ti y a nuestro hijo. Nunca os voy a dejar, recuerda que tienes una proposición que cumplirme -dijo intentando que Harry se riera, cosa que consiguió-. Siempre vamos a estar juntos.

Poco a poco Harry se calmaba, pero aun no se separaba de los brazos de Severus.

-Estas bien Harry? -preguntó Sirius. Hasta ese momento se había quedado en silencio, ya que después de lo que había pasado, se notaba que Harry necesitaba a Severus.

-Si, ya estoy mejor. Ya pasó todo. Fui un iluso al pensar que la segunda vez sería mas fácil que la primera. Solo necesito a Severus -dijo aferrándose más fuerte a él.

-Tranquilo Harry, vamos a estar bien.

-Bien, si ya te encuentras mejor, podríais explicarme todo este asunto del hijo? -preguntó Sirius en tono casual.

Harry se rio contra el pecho de Severus, pero miró a Sirius sonriente.

-Estoy embarazado de tres meses.

-Tu, pocionista del tres al cuarto -le dijo a Severus-. No podías darle una poción anticonceptiva? Como habéis sido tan inconscientes cuando estamos planeando meternos en una guerra.

-Severus no tiene la culpa; se suponía que estaba protegido, pero parece que las pociones dejan de hacer efecto cuando uno viaja en el tiempo -aclaró Harry.

-Pero nos dirigimos a una guerra.

-Sirius -suplicó Harry.

Sirius suspiró y se acercó a Harry para abrazarlo.

-Sabes que estoy de tu parte y que intercederé por Severus ante James y Sirius.

-Lo se y te lo agradezco.

-Y tu Severus, más vale que cuides a Harry y a mi sobrino y sobre todo que lo hagas un hombre decente. Que me caigas bien no impedirá que te de una lección -le advirtió Sirius.

-Pienso casarme con Harry en cuanto nos sea posible; él y ese bebe son lo que más quiero en esta vida -admitió Severus.

Todos se pusieron de pie y Harry volvió a los brazos de Severus.

-Bien una vez todo aclarado, sería mejor que Harry se fuera a descansar; imagino que tanta agitación no es bueno para él ni para el niño.

-Tu padrino tiene razón, volvamos a nuestra habitación.

-Vamos, pero Sirius no les digas nada a los demás sobre esto; se preocuparían demasiado, sobre todo Lily.

-No te preocupes, solo vosotros podréis dar la noticia.

Una vez de vuelta a sus habitaciones, Severus lo obligó a darse una ducha, la cual compartió con él, y después de secarlos le puso los pantalones del pijama para luego recostarlo contra el cabecero de la cama.

-Estas mejor -le preguntó Severus.

-Si. Como ya dije no pensé que tendría que volver a enfrentar mis miedos.

-Yo soy tu mayor miedo?

-Mi mayor miedo es que tú no nos quieras -confesó cubriendo a su hijo con una mano.

Después de mirarlo a los ojos, se agachó y besó con cariño el vientre de Harry; luego apoyo la cabeza sobre las piernas de Harry, a la vez que miraba a Harry y le acariciaba el vientre.

-Nunca va a pasar -le aseguró-. Sois la única familia que tengo. Y tu, Harry Potter, vas a perder ese horroroso apellido para llevar el mío. No voy a permitir que mi hijo lleve ese apellido.

Ante esas palabras Harry se rio.

-No te preocupes -dijo acariciándole el cabello-. Nuestro hijo siempre va a ser un Snape. Y yo estaré encantado de perder mi "horroroso" apellido -dijo remarcando la palabra horroroso. -Nuestro hijo va a tener nuestra aceptación, nuestro cariño y siempre tendrá lo que a nosotros nos faltó, a sus padres. Y por más que te pese, va a tener a gente que lo quiera.

-Ya se que estoy condenado a soportar a los Merodeadores y sabes que los soportaré por ti; aunque la versión adulta del perro me cae mejor.

-Te lo agradezco.

-Por ti haré lo que sea. Ahora debes descansar; hoy has pasado por mucho.

Harry se estiró en la cama y Severus lo abrazó.

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Otro domingo y otro csapitulo.
Espero que os haya gustado y que perdoneis que algunos detalles no sean igual a la historia original.
La gracia está en hacer las cosas diferentes, no?

Un futuro que cambiarHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin