- Erika tiene razón, es raro que todos los cadáveres lo tuvieran

Todos se quedaron callados pensando en lo que había dicho Boyd, Erika le dedico una pequeña sonrisa por haberle dado la razón a ella y él desvió la mirada.

- ¿Qué hay del ultimo que encontramos?

- No es de Beacon Hills, ni siquiera hay registros médicos de él aquí.

- ¿Qué hacemos entonces? No podemos sacar nada en claro sin pruebas fehacientes -Todos miraron a Isaac.- ¿Qué? Stiles usó esa palabra el otro día.

Boyd, Derek y Erika rodaron los ojos, claro, era demasiado pedir que esa palabra tan inteligente y rebuscada pudiera haber sido pensada y dicha por Isaac sin una influencia externa, porque bueno... era Isaac y ellos lo querían así. Finalmente no encontraron nada mas, pero la rubia tenía su propio plan para encontrar información acerca de ese sujeto.

Ya anocheciendo, la loba se encaminó hacia la casa del joven Stilinski, no era necesario que entrara por la ventana, el mismo Sheriff le abrió y la recibió con los brazos abiertos, dejándola pasar con una sonrisa mientras que él se iba a hacer unas compras. Erika subió las escaleras y se encontró con el chico vistiéndose, no pudo evitar sonreír al verlo, él había sido un amor platónico de años y eso no iba a cambiar de un día para el otro.

- Bueno, bueno... que hermoso paisaje me dedicas -Dijo burlona.

- ¿¡ERIKA!? -El chico volteó asustado y se cubrió el pecho.

- Hello my friend -Dijo la rubia aún riendo.

- Dios, uno de estos días vais a matarme -Le recriminó Stiles.- Además ¿Buena vista? Soy un palo que habla.

- Pues... tienes buen culo -Recalcó Erika.- Y eres el chico mas tierno y comprensivo que he conocido, ademas de el único que nunca me ha tratado como si fuera un trozo de carne.

- Me estás elogiando... ¿Qué quieres?

- ¿No puedo simplemente tratar bien a mi Batman?

- No a menos que quieras que salve ciudad Gótica.

La de cabellos rubios no pudo retener una sonora carcajada al escuchar eso, si algo amaba de hablar con Stiles eran sus juegos de palabras que solo ellos dos entendían, eran esos momentos que no cambiaría ni por todo el oro del mundo. Ademas de que el chico era listo, se había dado cuenta de que ella quería algo sin siquiera darle indicios de eso. Erika le explicó sobre el cadáver desconocido que había encontrado Derek a metros del Nemeton días antes, Stiles analizaba lo que su amiga le había contado mientras pensaba en un plan, esa noche su padre saldría a patrullar, por lo que podrían escabullirse en la comisaria sin ser atrapados por el hombre.

Se pusieron en marcha y cogieron las llaves del Jeep para poder ir hacia la comisaría, en minutos llegaron al estacionamiento de esta y ambos se bajaron del automóvil, pero cierto lobo amargado los esperaba allí. Derek estaba apoyado en su Camaro viendo fijamente como se acercaban los dos chicos hacia él, ambos venían riendo y hablando animadamente, por lo que el de ojos color verde frunció el seño.

- ¿Qué haces aquí? -Preguntó Stiles mientras los tres caminaban hacia la comisaria.

- Soy el alfa, voy a donde yo quiera.

El de cabello castaño rodó los ojos y soltó un suspiro, la rubia parecía no estar prestándose atención a la escena de presuntos celos que se estaba montando su alfa, pero en realidad lo hacía a propósito para fastidiar a Derek. Se acercó a Stiles y se abrazó a su brazo, frotando la cabeza contra el cuerpo del chico, el cual sonrió y descansó la cabeza en la de la loba mientras entraban a la comisaria. La mujer de la recepción los miro extrañada, el ojimiel la conocía, ella era una buena amiga de su padre y además era la madre de una de sus compañeras de clase.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsWhere stories live. Discover now