Los Diarios de Mabel.Volumen décimo cuarto. Segundo extracto.

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Querido diario:

Ya ha pasado mi primer día de trabajo. Menos mal que Sara, la chica que estaba en mi puesto, se va a quedar unos días para enseñarme lo que necesito saber mientras le voy cogiendo el tranquillo.

La verdad es que me ha servido de muchísima ayuda, nada más entrar hizo ella lo básico, los pasos que hay que dar a diario (abrir la puerta, limpieza de la sala, comprobar las estanterías y demás...) y luego se sentó a mi lado y me dijo: ¡Hala, todo tuyo!

Me estuvo corrigiendo y aconsejando en todo momento. La verdad es que es un encanto. Ya tengo bastante claro que lo que me va a dar más problemas es la zona infantil, porque no hay forma de que los enanos estén callados más de dos minutos y hay que estar constantemente encima de ellos. El único que se ha portado bien (al menos hoy, toquemos madera) es Vicen, el hijo de Marta, la amiga de mamá. El niño ha llegado, me ha dado la bienvenida (parecía un adulto metido en la piel de un niño, es increíble) se ha sentado a leer y no ha dado un ruido.

Sara me ha advertido que debo tener cuidado con él en el sentido de que siempre intenta pillarse libros de la parte adulta (de terror, que por lo visto es lo único que le gusta)

Un chico curioso este Vicen. Ya te iré contando más cosas sobre él.

PD: Ha estado en la biblioteca la madre de Toni, el otro chaval en la lista para el puesto de bibliotecaria (no consigo recordar cómo se llama esta mujer). Creo que venía con la intención de armar jaleo, pero al ver a Sara ha cambiado de idea.

Tengo que tener cuidado con ella, no me gusta nada.

Un beso.    

Llamada desconocidaWhere stories live. Discover now