¿Cuidar bebés?

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POV AUTOR


El sábado llegó y con ello los sueños de belleza de los donceles, quienes dormían plácidamente en sus respectivas habitaciones, la fuerte pelea experimentado en la semana aún retumbaban en sus mentes, de forma excepcional, sus estados de ánimos habían decaído, todos se sentían presionados, frustrados, traicionados, se sentían inseguros, eso era más que suficiente para ellos, la inseguridad no formaba parte de su personalidad, los donceles eran conocidos como personas seguras de sus acciones y de sí mismos, pero la situación con sus futuros esposos superaba cualquier cosa.


Si la relación con aquellos estaba siendo dura, por la pequeña desaparición luego del almuerzo, ahora estaba completamente destruida, ninguno se hablaba, ni tampoco trataban de comunicarse, cada uno de los donceles habían dicho cosas que a cada seme hirió.


Las bromas y risas habían sido paralizado en el departamento, solo había pasado unos días desde la pelea, pero cada uno sentía que era una eternidad, la tensión en las parejas no habría sido impedimento para que los seme dejaran de salir por la tarde y volver a la madrugada y esa actitud no ayudaba demasiado a la mente de los donceles.

Cada uno de los integrantes de los Wonders Boys tenía miedo, la posibilidad de que ellos tienen otra persona era sin duda grande, y los Wonders Boys lo sabían, ahora más que nunca ya no era una sospechas, cada noche que volvían siempre era de madrugada, con el aroma a mujer, ellos más que nadie sabían distinguir el perfume de una mujer, y más teniendo a madres que cada dos días cambiaban sus perfumes.



Minseok abrió los párpados y su mirada al instante se chocó con la implacable luz de la mañana, su cuerpo se sentía completamente pesado, y su estómago exigía comida, lo cual no le impidió levantarse.


Se deshizo de las sábanas, en solo unos segundos se incorporó de la cómoda cama, se colocó las pantuflas, cogió su móvil, y en la enorme pantalla tenía ya varios mensajes de Facebook, e Twitter, pero los ignoró, no tenía muchas ganas de leerlos, observó la hora, eran las 10:36, en pocas palabras muy temprano, nunca antes se había despertado tan temprano y más sabiendo que era un sábado, observó al otro lado de la cama, pero ésta se hallaba completamente vacía, como ya desde hace unos días, de hecho desde hace unas semanas que hallaba la cama de ese modo.


Estiró sus brazos y con un cuerpo completamente pesado y un estómago vacío caminó hasta la cocina, el silencio en el departamento era escalofriante, Minseok no se consideraba fan del silencio, realmente odia cuando había silencio en la mansión Jin, pero ahora sentía que ese silencio lo ayudaba a relajarse y tener la mente tranquila.


Llegó a la cocina, abrió el refrigerador, sacó un pastel de chocolate, que Yixing había hecho el día anterior, sí, ésta vez Yixing decidió cocinar por placer y no por obligación, una botella de leche fue la segunda opción, una generosa porción fue lo que sacó luego volvió a guardar el pastel, de la alacena buscó un tenedor, con pesadez caminó hacía la sala de estar, arrojó su cuerpo con cuidado en uno de los sillones, dejó el plato entre sus piernas, el vaso a un lado de la mesa ratona, echó su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos, su mano izquierda se condujo hacia su barriga, y lentamente comenzó a hacer círculos sobre su pijama.


- ¿Qué estoy haciendo? Nunca podré tener una buena relación con JongDae - susurró para sí mismo, aun con los ojos cerrados cogió el tenedor del plato, cortó una rebanada y lo llevó a sus labios, a penas sintió el olor de chocolate su estómago se revolvió, Minseok frunció sus labios, pero igual metió esa porción en su boca, masticó, degusto luego tragó, pero en ese instante su estómago se removió causando náuseas, Minseok empezó a hacer arcadas, cubrió sus labios con la palma de su mano, se paró de un solo golpe y corrió hacía el baño más cercano, al llegar se abalanzó hacia el bate del inodoro, y sin demorar comenzó a vaciar su estómago, el sabor amargo quemó su garganta, sus ojos se cristalizaron.

Babysitters: Counterattack - EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora