Cybernetic Cupid© (BORRADOR)

Capítulo Diecisiete

Yo: Creo que Jayden se me declaró.

Cassie: ¡OMG! ¿Hablas en serio?

Yo: No, te estoy mintiendo... Por supuesto que es en serio. ¡¿Qué hago?!

Cassie: ¡Ja! Graciosa. Bueno, ¿Te gusta?

Yo: Es un imbécil.

Cassie: No fue eso lo que te pregunte, pero dado que estás enloqueciendo, tomaré eso como un sí.

Yo: Podría gustarme un poco.

Cassie: Es muy guapo.

Yo: No es por eso que me gusta... Quizás un poco.

Cassie: ¿Entonces porque?

Yo: Es vergonzoso.

Cassie: No seas tonta. Cuéntamelo.

Yo: Él me molesta hasta el punto de querer golpearlo, me irrita y saca de quicio, pero con él no tengo que pretender que algo me gusta. También he pensado que no me siento insegura cuando estoy con él.

Cassie: Pensé que él se había burlado de tu apariencia el primer día.

Yo: Ugh. Lo hizo y todavía no lo perdono por eso. Pero, también me cuida sin saber porque tiene que hacerlo en primer lugar.

Cassie: Puedo notar que si te gusta. ¿Lo has besado?

Yo: ¡No!

Cassie: ¿Quieres besarlo?

Yo: ¿Qué pasa si no siento nada?

Cassie: Cariño, ni se te ocurra comparar a Jay con Paul. Piensa que no sentiste nada con Paul porque era terrible besando, pero con JayJay será diferente porque él si te gusta. Arriésgate un poco o terminaras lamentándote por los "¿Y sí...?"

Yo: No estoy lista para tener sexo con él.

Cassie: ¡Dios! Eres una adelantada. Estoy casi segura de que él no es como ninguno de los hombres que ha habido en tu vida. Deja de compararlo con otros y velo por quién es.

Yo: ¿Y si yo soy la mala besando?

Cassie: Eso tendrás que dejárselo a él. Si resultas ser mala y él se comporta como hombre, terminará enseñándote. ;)

Yo: No me agradas.

Cassie: Te amo.

Yo: Bien, también te amo. Espero que Mason este bien y gracias por leerme.

Cassie: Él está bien. Y cuando quieras, sabes que estaré aquí para ti.

******

Releí los mensajes que había intercambiado con Cassie después de lo que me había parecido una declaración por parte de Jayden. Hablar con ella me había servido para ganar algo de coraje para enfrentarme a él cuando volviera a verlo. Sí, me sentía nerviosa; quizás algo espantada, pero sabía que no tendría oportunidad de volver a distanciarme y refugiarme en mi habitación o mi trabajo. Tenía que plantarle cara, incluso si eso significaba morir por un ataque al corazón.

Los gemelos habían notado lo alterada que me encontraba, pero si encontraron extraño mi comportamiento, no dijeron nada. Probablemente pensaban que andaba con mi período y a eso se debía que anduviera con las hormonas revueltas, porque por momentos sonreía, divertida y a gusto con los clientes y después —cuando mi mente regresaba a lo que Jayden me había dicho— parecía como si comenzaría a hiperventilar ahí mismo.