54. Tenía que ser mujer

775 53 3
                                    

Jason

Supongo tenía la oportunidad de salir huyendo y esconderme de Jade, pero no podía ser capaz de dejarla tirada en el suelo como lo hice con Chloe. Jade es una dama a pesar de volverme loco en otras situaciones, y es una pequeña de corazón hermoso que merece la cuiden siempre. Jade duda un poco antes de poner su mano sobre la mía, y yo la envuelvo para poder sostenerla y levantarla.

-Creí que habías muerto.-Dice Jade como si no estuviera pensando lo que dice, pues al notar lo que ha dicho sacude la cabeza y parpadea varias veces.-Me refiero ha que llevamos días sin saber de ti.

-No creí que aún te importara saber de mí.-Comento metiendo mis manos a las bolsas de mi sudadera.

-Y yo no pensé que te quedarías a ayudarme.

-No sería capaz de dejarte ahí, Jade.

-Eso pensé de Chloe.-Lo dice con tanto odio, que pareciera que no hubiese sido suficiente con lo que di de cumpleaños. <<¿Terminar con Chloe fue su regalo?>>

-Jade... Si vas a comenzar a hablar de ella, será mejor que me vaya.-Respondo algo molesto, dando la vuelta, pero siento como me agarra del brazo y rápidamente quita su mano.

-No tienes porqué irte.-Y la verdad es que no quiero hacerlo, pero comienzo a creer que es lo mejor.

Mi impulso, o quizás el estúpido de mi corazón indeciso, se ha encargado de desactivar a mi cerebro, y tomar las riendas de la situación ya mismo. Casi de un brusco movimiento, pegué a Jade conmigo y alcé su cabeza hacia mí sosteniéndola de las mejillas, para luego inclinarme y plantarle un enorme beso que hace mucho quería darle.

No esperaba que lo siguiera, pero tampoco que me diera un empujón como el que acabo de recibir. Aprieta sus lindos ojos, y noto como una gota de cristal se derrama por su mejilla. Le acaricio para tratar de que abra los ojos, pero ella simplemente se niega.

-Abre los ojos, mira a los míos, y dime que ya no me quieres.-Eso hace que los abra con cierto temor en su mirada.-Sólo eso y te dejo tranquila.

-Ya no quiero que estés en mi vida...-Dice sin apartar su mirada de la mía. <<Eso si que me dolió>>.

-De acuerdo...-Ambos damos la vuelta para dirigirnos cada quien a su rumbo, y tras haber caminado algunos pasos, coincidimos en voltearnos a ver. Ambos reímos.

-Podríamos ser amigos...-Vi como mi mirada se nublada por las lágrimas, y sus bellos ojos se cristalizaban. En un par de pasos grandes llegué hasta ella, y la abracé para luego darle un beso tierno en la frente.

*****
Alexander

Hemos regresado a mi habitación. Summer está sentada sobre la cama observándo como me quedo estático recargado en el marco de la ventana, viendo hacia la calle. Intento tranquilizarme por esa visita sumamente inesperada e indeseada, pero sin embargo, otra cosa comienza a darme vueltas en la cabeza. Summer me ha dejado pensando en eso de que no hemos estado teniendo cuidado, pues por mucho que lo odie, en ese aspecto no he sido tan responsable como suelo serlo con todo.

-Summer... No estoy tan seguro de estar listo.

-¿Para qué?-Pregunta seria y confundida.

-Para ser padre.

-Nadie te ha dicho que vas a serlo... A menos que tengas a otra y yo no me haya enterado.-Suena algo irritada. <<¿Cambios hormonales?>

-Aún quiero graduarme.

-Alexander, aunque te dijera que vamos a tener un bebé, estás a unos meses de graduarte, por lo tanto, ese niño no llegaría hasta después.

-Con el genio que tienes, algo me dice que ya no hay dudas de nada.-<<Algo me dice que nada va a acabar bien>>.

-¿Desde cuando me hablas en ese tono?

-¡¿Qué tono?!

-¡No me grites!-<<Qué diablos...>>

-¡Summer, no te estoy gritando!

-¡Lo estás haciendo!-<<Mierda, sí lo estoy haciendo>>.

-Bien, vamos a calmarnos.

-¡No voy a calmarme, Alexander!-Suspiro frustrado e intentando mantener la calma.

-¿Adónde vas?-Pregunto cuando se levanta de la cama furiosa.

-¡Al baño!, ¡¿Acaso no puedo?!-<<¿Pero que rayos le pasa?>>

Me aviento exasperado a mi cama, y espero a que la lindura de mi novia salga del baño más tranquila. Cierro mis ojos, y por un momento pienso que me voy a quedar dormido. Ha pasado lo que se me antoja una eternidad, y Summer sigue sin salir del baño. Creo que comienzo a preocuparme.

De momento se abre la puerta del baño, y sale Summer con una enorme sonrisa en su rostro. Les juro que su cambio de humor me da miedo. Se acerca hasta mí, y yo me enderezo sobre la cama, para que ella luego se incline y me de un beso en los labios.

-¿No tienes hambre cielo?, tal vez deberíamos bajar a comer algo. ¿Te gustaría que te preparara algo?-Trago saliva con dificultad, y comienzo a considerar la opción de ir a una iglesia, porque tal vez mi novia tiene una especie de demonio dentro, el cual de repente la posee y quiere sacar a relucir sus encantos.

-Summer...

-¿Por qué me miras como si estuviera loca?-De verdad dudo antes de responder estúpidamente a eso.

-Sí.

-¿Sí estoy loca?-Pregunta como si fuese a explotar de nuevo.

-¡No!, no.. Me.. Me refiero a .. Que sí.. Deberíamos ir a comer algo.-Respondo sumamente nervioso, y temiendo volver a ver un episodio del demonio que tiene dentro.

-Bueno, mi cielo.-Apachurra mis mejillas, sonríe y da la vuelta para dirigirse hacia la puerta.

Ahora mi pregunta, y la cuestión que me va a quitar el sueño además de pensar en Summer y en mí dentro del auto; <<¿Acaso tendremos un bebé?>>

Inexplicable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora