15. Y entonces descubrí su aroma

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Jamás creí que algo dolería tanto como esto.

Summer

<<...>> Dije que sí. Aún no sé cómo salió eso de mi boca. Me siento increíble de tener un novio tan guapo y exitoso como Ian, pero por otro lado me siento fatal, y no tengo idea de porqué. Es como si mi mente dijera que he hecho lo correcto, pero la otra parte de mí, esa que nunca en la vida he ocupado llamada corazón, me dice que acabo de condenarme a algo que no me hará por completo feliz.

<<¿Qué haré?>>, esperar a que llegue ese punto en la relación donde todo es más bonito y te sientes enamorada. Creo que en realidad no sé el verdadero peso de esa palabra, pero me temo que lo poco o mucho que he vivido con algunos chicos, es para mí la definición de enamorarse. Es claro que puedo estar equivocada, y que jamás me haya enamorado, pero puedo hacer un intento por dejar abrir tan sólo un poco mis sentimientos. De una u otra forma, Ian y su beso mágico me fascinaron anoche, así que tal vez no sea de lo más difícil sentir algo mucho más grande por él muy pronto.

En cuanto dije que sí, Ian no pudo contener la felicidad y emoción por lo ocurrido, así que sin pensárselo dos veces, me jaló para pegarme lo más que pudo a él, y así luego darme un profundo beso; de esos en los que deberías olvidarte de todo el mundo a tu alrededor, sólo que en mi caso, no podía sentirme más incomoda que con eso. Tal vez en otra situación no le hubiese tomado importancia, pero vamos; estamos rodeados de amigos de ambos, y hay uno que en realidad me preocupa más de lo que debería... Alexander.

Alexander

Jamás creí que algo dolería tanto como esto. No tengo la menor idea de porqué, pero en lugar de sentirme feliz por mi mejor amiga, me siento como si estuviera en medio de un oscuro funeral. No, no digo que sea porque sienta algo por Summer, ya que al final sólo es un capricho de mi parte. <<Si, eso debe ser>>. Un capricho de esos en los que tienes un fruto prohibido frente a tus ojos, y lo único que deseas es probarlo. <<Volviendo a lo que decía..>> No creo que sea porque la quiera o desee, sino porque sé lo imbécil que puede llegar a ser Ian, y no quiero ni por un segundo que haga una de tantas que ha hecho y la lastime. Para ser sincero, Summer es una mujer de hierro. Un hielo que dudo mucho se rompa tan fácil como para que ese idiota le haga un daño irreparable, y de ser así, para eso me tiene a mí. A su <<mejor amigo>>.
.........

Llegué a casa después de todo el teatrito que armó Ian, ya que me rehusaba a pasar más tiempo con toda esa bola de idiotas a los que puedo llamar amigos, porque para mi triste desgracia, son los mismos amigos que Ian.

-¿Qué tienes? Creí que estabas con ...

-¿Summer? Preferí dejarla con su novio.- dije soltando un suspiro, sin dejar de ver el techo de mi habitación.

-¿Novio? Estás acostado en el suelo... Así que debes estar mal.- dijo mi pequeña hermana parada a un lado de mí.

-Ian y Summer son novios ahora, y no, nada está mal, sólo que a veces me gusta mirar el techo. Se ve una perspectiva diferente de las cosas. Es como si fuera un lienzo en blanco, donde tú podrías pintar tu vida de la forma que quisieras...

-¿Desde cuando dices esa clase de cosas?- preguntó sentándose en el mismo lugar que ya estaba.

-Sólo no sé... Es como siempre dices: <<Siempre debe ser un buen día>>.

-No lo digo de esa forma...

-Me refiero a que, no hay nada que afecte mi buen humor.

-Nunca dices <<feliz>>.

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