CAPITULO 17

10.2K 564 21
                                    

-¿Qué?- susurré, sintiendo que lo que venía no me iba a gustar demasiado.

-Tu amiguito.- soltó Simon, haciendo énfasis en la palabra.- No sabía que alguien tendría que sacar las garras por ti.

Zafé mi brazo de su agarré, una vez que me di cuenta que sus dedos seguían sobre mi piel. Fruncí el ceño, enfadada.

-No sé de qué me hablas, Simon.- dije, con voz firme.- Además, digamos que tampoco me importa.

Le mantuve la mirada y tragué saliva. Me di la vuelta, dispuesta a seguir buscando a Dafne pero, él quería seguir hablando. Me tomó nuevamente y mi mirada se posó en su agarre. Lo aflojó pero, lamentablemente, no me soltó. ¿No se daba cuenta que esta conversación era un poco... innecesaria?

-Suéltame.- le exigí y, al instante sentí sus dedos alejándose de mi piel.

-Tu amiguito puede ser bueno con los puños pero, recuérdale que está comiendo de mis sobras.- dijo, fuertemente.

-Deberías ir al otorrino o algo. –Repliqué, rápidamente.- No sé de qué me hablas, ni tampoco a que amiguito te refieres.

-Andrew.- soltó, de inmediato. Apreté la mandíbula, tratando que reflejar indiferencia.

-¿Qué pasó con Andrew?- le pregunté, cruzándome de brazos.

Frunció el ceño y sonrió lentamente como si escondiera algo. Como si supiera algo que yo no. La herida que tenía en su mejilla se volvió a mover y me pregunté por qué se encontraba en ese estado.

-¿Aún no lo sabes?- me preguntó, lentamente.- Tu amigo del alma, se enteró de mi engaño y...digamos, que cuando bajé de mi casa, me recibió de una forma alejada de ser amigable.- escupió las últimas palabras con rabia.

¿Andrew le había pegado a Simon? ¿Los moretones de su cara no eran del boxeo? ¿Me había mentido? ¿Por qué todo el mundo lo hacía?

Observé mejor su rostro y sí, tenía más magulladuras. Sus dos cejas tenían una línea que las atravesaba y su frente, un moretón en la parte superior, al igual, que su mejilla, la cual estaba morada tirando a azul. ¿Eso lo había hecho Andrew?

-¿Impresionada? ¿Decepcionada?- preguntó, manteniendo la distancia. 

-Agradecida.- dije, segura de mí misma. – Agradecida por que por lo menos alguien te dio tu merecido. ¿No era mejor decírmelo y hablarlo como personas civilizadas?

Por un segundo en el pasillo, reinó el silencio. Mi respiración se estaba empezando acelerar pero, no de nerviosismo si no de rabia, impotencia. Las lágrimas en mis ojos estaban ya presentes y mentalmente estaba creando un bloque, evitando su salida. La decepción me estaba invadiendo nuevamente, y era doloroso.

-¿Tanto te afecta mi engaño o es que te duele que te haya cambiado por otra que me da lo que quiero? –dijo, y sus palabras resonaron en mis oídos lentamente. Ese no era Simon... algo me decía que la persona que tenía delante no era él.

-¿Por qué me lo dices? – pregunté, en un hilo de voz.

Me miró nuevamente, después de mirar a los lados del pasillo. Tragué saliva, deseando salir de allí. No me sentía bien, no me sentía cómoda y en ese momento, descubrí que la decepción era una de las peores sensaciones.

-Simplemente me cansé. – dijo.- me cansé de esperar. Tú me gustabas, y quizás todavía lo haces pero, no. Con ella...con ella disfruté más en una noche que contigo en tres meses y lo siento pero, es la verdad. Tu perspectiva de una relación y la mía son totalmente opuestas.

Durmiendo a su ladoजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें