Capítulo 2

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Lizza

Estoy en Starbucks con mi "hermanito", Samuel, me acaban de dar el frappé y me senté en los sillones con mi hermano, quien estaba diseñando algo en su computadora.

–¿Me trajistes algo?– preguntó éste sin quitar la vista de la computadora. La miré incrédula.

– Vaya compreselo usted, mijo– hablé, el subió la vista y le dediqué una sonrisa modo "Jejeje, no me penquees porfa" y él rodó los ojos.

Ya me estaba acabando el frappé y mi hermano estaba de voludo acostado en el sillón. De repente, Samuel se levanta de golpe y me miró con los ojos super abiertos– Escuchastes... ¿Eso?

–Emm... No –le dije y seguí tomando  mi frappé de lo más normal , pero, un ruido sonó y en unos segundos Starbucks estaba hecho un caos y mi hermano estaba en frente mío.

Trato de ver que hay enfrente de él y cuando lo logro... ¡¡MIERDA!! ¡¿CÓMO PUTAS UN ZOMBIE VA A ESTAR ENFRENTE DE MI HERMANO?! ¡¿CÓMO MIERCOLES UN ZOMBIE EXISTE?!

– WHAT THE HELL?! – Grité, luego aparte un poco a mi hermano. – Sam... Dejamelo a mí.

Puse a mi hermano a un lado y el zombie solo me miró, había recordado un juego que jugaba con mis amigas– ¡Hola! ¿Quieres jugar un juego? ¿Sí? Okay.

Puse una mano encima de la cabeza de Samuel– Pato...– luego hice lo mismo con la mía– Pato...– me dirigí al Zombie y estaba como imbécil ahí viendo. Cuando llegué al zombie, le dí un manotazo en la cabeza y con la pierna  en la entrepierna– ¡GANZO!... ¡RUN BITCH RUN! ¡SAM CORRE!

Samuel y yo salimos corriendo, Samuel me dirigió a no-se-donde, y yo, yo solo me reía por lo que le hice al zombie.

Valeria

Estoy haciendo un hermoso dibujo aquí en la calle, afuera de mi casa, cuando siento una presencia. Volteo al lado y me encuentro con un zombie, espera... ¿Khé?

Me encogí de hombros ante mis pensamientos. – Hola. – lo salude. Él no me contestó, tan solo trato de tirarse en cima mío pero como me pare no me agarró. Cuando veo, tiene el dibujo en su boca y lo está destrozando. – Mi dibujo! ¡Mi hermoso dibujo! ¡ME TARDÉ SEIS PUTAS HORAS EN DIBUJAR ESE MALDITO DIBUJO! ¡HIJO DE TU MADRE! – me le tiré en cima al zombie y le empecé a pegar con mi zapato, el cual me había quitado hace unos segundos.

Minutos después, me doy cuenta que maté al zombie a pencazo limpio, así que empecé a caminar hacia cualquier lado, hasta que me acordé que por la esquina de mi casa hay una tienda rara que vendían cosas que creo que eran para policías, CREO.

SURVIVEWhere stories live. Discover now